“Nuestra hija nos esperaba y nosotros a ella”

“Nuestra hija nos esperaba y nosotros a ella”

25 Julio 2019

Faltaban dos días para Navidad. Mónica Escribano y Gustavo Medina recuerdan ese momento como si fuese hoy. Y cuando lo reviven, lloran, al igual que cuando escucharon la voz de Mariana Jerez del otro lado del teléfono. Una de las secretarias del juzgado se comunicó con ellos para informarles que habían sido aceptados por el juez y, mediante una sentencia, los autorizaba a iniciar el proceso de vinculación o “guarda legal” con quien iba a ser su hija. Si, un 22 de diciembre hace 10 años atrás. Esa tarde se abrazaron y se entusiasmaron con la idea de pasar la Noche Buena los tres juntos, como una familia.

La espera por la llegada de un hijo se había hecho muy larga para ellos. Desde que se casaron intentaron agrandar la familia, pero no lo consiguieron por la vía natural. Así que cuando llegaron a la adopción lo hicieron seguros y confiados de que se trataba de la mejor opción. “Pasamos por un proceso de duelo y mucho dolor. Aceptar que no pudimos ser padres nos llevó a buscar una salida y decidimos informarnos. En el medio nos dimos cuenta que había muchos tabúes. Comprendimos que los trámites para iniciar el proceso son parte de preparar la llegada del hijo”, explica Mónica. “Aprendimos que debíamos postergar nuestro deseo por el de los niños que esperan por una familia. Porque es de ellos el derecho a crecer en una y no al revés”, cuenta Gustavo.

La adopción no es un camino de rosas. Hay historias tristes que se unen, vidas que se entrelazan y que conjugan expectativas de un futuro mejor. “La historia puede ser de dolor, pero de dolor compartido. De los dos lados. Ella nos esperaba y nosotros a ella. Nuestra hija fue deseada y amada”, refuerza Mónica.

Gustavo y Mónica están otra vez en la dulce espera. Desde hace un par de años, aguardan la llegada de un hermanito para su hija y transitan cada paso en lo que ellos llaman una espera activa.

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