El Museo de la Memoria, una deuda pendiente

El Museo de la Memoria, una deuda pendiente

22 Julio 2019

Desde hace tiempo, el patrimonio arquitectónico tucumano está en crisis porque el avance de la piqueta no se detiene. Los antiguos y valiosos edificios están permanentemente en bajo la lupa y si bien la mayoría son propiedad privada, otros, como la ex sede del Banco Francés, en San Martín 730, que pertenecía a la Caja Popular de Ahorros, una entidad gubernamental, fue demolida.

Hay otros inmuebles con un fuerte valor simbólico que han sido cercenados y corren el riesgo de desaparecer o de que nunca lleguen a ver su nuevo destino, como sucede con la ex sede de la Brigada de Investigaciones, que se halla en avenida Sarmiento 591, y que iba convertirse en el Museo de la Memoria. Debido al mal estado del edificio, el Poder Legislativo, en cuyo predio se encuentra el inmueble, dispuso la colocación de vallas a lo largo de la fachada para prevenir posibles accidentes por derrumbes o desprendimientos, luego de consultar a Defensa Civil de la provincia.

En abril de 2012, un legislador propuso demoler el inmueble, que con anterioridad ya había sido derrumbado parcialmente para la construcción de la actual sede del Poder Legislativo, porque “afeaba la dignidad de los tucumanos”. Su intención era que se borrara de “un plumazo y para siempre este símbolo del horror que afligió a miles de tucumanos”. Afirmó en la ocasión que la nueva Legislatura era una obra espectacular, pero la ex Brigada le quitaba toda la hermosa vista desde la plaza Urquiza. Una opinión diferente tuvieron dos de sus pares que consideraron que en ese lugar debía erigirse un Museo de la Memoria. Finalmente, en junio de 2012 se sancionó la ley 8.516 por la cual se creaba un “Espacio para la Memoria, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos”, donde las futuras generaciones pudiesen conocer la historia reciente, referida al terrorismo de Estado y la represión ilegal. La norma impulsó la realización de un concurso de proyectos arquitectónicos, y en octubre de 2012 se eligió el diseño de dos arquitectos cordobeses. Se estimaba que el museo iba a estar en funcionamiento para 2013. Pero nada se hizo. El vicegobernador dijo que debido a la situación económica la obra no se halla entre las prioridades del gobierno y deberá esperar su concreción. En una situación parecida, pero sin destino, se halla el imponente edificio ubicado en la ochava noroeste de San Martín y Maipú, que fue la última sede de la Dirección General de Rentas y hasta 1981 albergó al Banco de la Nación Argentina. En 2010 se realizó un concurso de “Ideas de refuncionalización, ampliación y puesta en valor del edificio”. Tras años de abandono, con motivo del Bicentenario de la Independencia, le realizaron una “lavada de cara”. Se anunció que el inmueble sería objeto de una profunda restauración y que se comenzaría por trabajos de recuperación del interior y fachada. Sin embargo, el inmueble, que pertenece a la Caja Popular de Ahorros, sigue cerrado y posiblemente siga los pasos del ex Banco Francés, que por falta de mantenimiento se deterioró y fue demolido. Obviamente, este edificio tampoco figura en las prioridades gubernamentales.

Hace casi siete años que la ex sede de la Brigada no puede convertirse en un Museo de la Memoria, y esta inacción parece ser coherente con una clase política con poca convicción para conservar el pasado de Tucumán.

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