

CARLOS PAZ
LA GACETA
> ¡El hombre llegó a la Luna!
Ayer, domingo 20 de julio de 1969, el hombre descendió en la Luna y dio sus primeros pasos por la rugosa y árida superficie selenita en la mayor hazaña espacial de la historia. Eran las 22.56 (hora argentina) cuando el pie izquierdo de Neil A. Armstrong abandonó el último peldaño de la escalerilla que descendía del módulo alunizador “Águila” y dejó impresa la primera huella humana en el polvoriento suelo del satélite. Habían pasado seis horas desde que Armstrong y su colega Edwin E. Aldrin cumplieran otra proeza histórica al convertirse en protagonistas del primer alunizaje tripulado, cuando el frágil alunizador “Aguila” apoyó con suavidad sus grandes patas de araña sobre la superficie de la Luna.
> Julio Verne se anticipó
Con extraordinaria precisión, 104 años antes del descenso de los astronautas de la Apolo 11 en la Luna, el escritor francés Julio Verne describió los pasos que se darían para realizar la hazaña. Verne, el primer escritor de ciencia ficción de la historia, anticipó entonces que “en Estados Unidos todo es fácil, todo es simple, y se tarda más en anunciar algo que en hacerlo”. Por eso predijo que serían estadounidenses los primeros en llegar al satélite de la tierra, y en su libro “De la Tierra a la Luna”, escrito en 1865, afirmó que “tarde o temprano tal viaje tendrá que realizarse”. Describió allí cómo Impey Barbicane, un magnate presidente del club de tiradores de Baltimore, propuso construir el “Columbia”, un gigantesco cañón para lanzar un proyectil de aluminio hacia “La reina de la noche”, como llamó a la Luna. Hoy la Luna sigue llamándose así, pero el vehículo espacial Apolo 11 ha sido bautizado precisamente Columbia.
> Festejos en LA GACETA
Si el solo anuncio de los días anteriores sobre el descenso del hombre en la Luna, cuyas etapas fueron seguidas atentamente por todo el mundo causó gran expectativa en Tucumán, lo de anoche no tuvo parangón. Ni siquiera la terminación de la guerra mundial, o cambios de gobierno en nuestro país llegaron a superar semejante ansiedad, nerviosismo, espera y entusiasmo al fin. Alrededor de las 21 un nutrido grupo comenzó a llenar la galería de LA GACETA y pronto era prácticamente imposible desplazarse en dicho sector. Una multitud de personas seguía atentamente a través de nuestras pizarras y las radios portátiles los acontecimientos. Desde Houston se anunció que Armstrong acababa de pisar por primera vez la Luna, y de inmediato atronaron las sirenas de LA GACETA y su estridencia acompañó la gran algarabía de todos.







