Cartas de lectores
18 Julio 2019

MONUMENTOS HISTÓRICOS

Tucumán, con 22.524 km2, supo ser una provincia admirada por todo el país, dados los edificios arquitectónicos, con grandes fachadas, diseños, y un esplendor que nacía día a día en el siglo XX. Urbe de ilustres pensadores (Alberdi), políticos (general Julio Roca, presidente de la Nación; Nicolás Avellaneda lo mismo), artistas (Lola Mora y Mercedes Sosa), investigadores (Miguel Lillo), Cuna de la Independencia y una historia que pocos conocen o a nadie le importa. La demolición de edificios, que ya es costumbre acá, como ahora que quieren hacer con el cine Edison, no es algo para alegrarse sino para ponerse triste. ¿Así valoramos nuestro patrimonio? ¿Qué les diremos a nuestros hijos en 50 años? ¿Que una provincia admirada por el porteño hoy es un lugar peligroso, lleno de gente que solo busca su bienestar y egoísmo, construyendo a más no poder y destrozando todo lo que es parte de la historia de una Metrópolis? No valoramos nada. La imagen del general San Martín está totalmente arruinada en la plaza que lleva su nombre; y hasta sacaron los mástiles que rodeaban al Libertador. Las placas del general Belgrano están rotas, porque hay chicos que saltan con skates sobre las mismas, y así seguimos. El templo de los franciscanos, donde allí estuvo alojado el general Belgrano, luego de la Batalla de Tucumán de 1812; hoy, el edificio se encuentra rodeado con un vallado de publicidades políticas y marketineras, esperando que el tiempo decida si se cae o lo restauran. El ex cine Parravicini hoy es historia; al cine Plaza lo salvaron, si no estaría en las ruinas, y así podría seguir más. Yo viajo a Córdoba seguido, y cada día veo más progreso y que la gente cuida su ciudad; es increíble ver que los edificios antiguos están en perfecto estado, como si nunca hubieran sentido el paso del tiempo; al contrario, el tiempo les dio más fuerzas. ¿Qué nos pasa?, y ¿qué nos pasó? Recuerdo la escena final de “Cinema Paradiso”, cuando el cine es derrumbado ante las lágrimas de todos sus habitantes que amaban ese inmueble donde compartieron tantas historias de vida. Esa imagen parece repetirse en la realidad de Tucumán, pero la diferencia es que acá no hay un sollozo. Este desmedido avance urbanístico destruye algo que no es de ellos, sino de cada uno de los tucumanos que estamos hoy y del futuro de muchas generaciones. Cuidemos y preservemos nuestra identidad.

Fernando Esteban Saade

LA VENGANZA Y LA IRA

El gravísimo hecho de la muerte de un taxista a manos de un karateca en Ensenada (Buenos Aires), hace unos días, cuyo video inundó las redes sociales, me mueve a compartir algunos de los dichos de Aristóteles en su libro titulado “Retórica”, sobre los cuales es conveniente reflexionar. Respecto a la ira, el célebre filósofo dice: “Es la ira un anhelo de venganza manifiesta, acompañado de pesar, incitado por una depreciación o menosprecio manifiesto contra uno mismo o contra algún cercano, sin que el menosprecio fuera justificado”. Y en cuanto al menosprecio, expresa: “es la opinión sobre algo que no es considerado digno de nada cambiada en acto. Existen tres formas de menosprecio: el desprecio, la humillación y el ultraje. El despreciativo menosprecia (lo que considera que no posee ningún valor es lo que se desprecia, y a su vez se menosprecia lo que no posee ningún valor). La humillación es un obstáculo a las intenciones de otro, sin ánimo de beneficio para uno mismo, sino para que el otro no lo obtenga. El ultraje es realizar o expresar aquello de lo que la víctima se avergüenza, sin ánimo de que le suceda algo más que lo que ya le sucedió, sino para regocijarse de ello. El motivo o la razón del placer que sienten quienes ultrajan es que suponen que, al realizar el daño, son superiores al otro. Es por esto que los jóvenes y los ricos son dados a ultrajar, debido a que piensan que al ultrajar son superiores. Es ultraje golpear a un hombre sin razón justificada para hacerlo”.

Daniel E. Chávez

LA PLAZA INDEPENDENCIA

Resulta lamentable que las autoridades no adviertan que nuestra ciudad, populosa y activa en todos los órdenes que hacen a la actividad humana, se ve castigada por los cortes de calles, las más vitales e importantes, y de una manera irracional y repetida. En efecto, a pesar de los tiempos modernos que transcurrimos y a pesar de que poseemos uno de los parques más extensos y bellos del país, sin embargo se usa la plaza Independencia para los actos cívicos, políticos, religiosos, deportivos y divertimentos varios que hacen a una parte de la población, olvidando que existe otro sector de los habitantes, no menos importante, que nada tienen que ver con esas actividades y que se están ejecutando sus múltiples ocupaciones laborales. Se desperdician las enormes y bellas instalaciones del parque 9 de Julio, para conformar la comodidad de grupos minúsculos de nuestra población de un millón de habitantes. Se provocan embotellamientos evitables, demoras de tiempo irrecuperables, consumos extras de combustible con el daño ambiental consecuente, lo mismo que tantas otras demoras innecesarias. Por cierto que los amiguismos tienen mucho que ver en estas concesiones graciosas de nuestro principal paseo público. Creo que se debería reconsiderar la política que se llevó a cabo al respecto hasta acá.

Abel Luis Eduardo Novillo
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EL PROYECTO DE LA RUTA HUALINCHAY - VALLES CALCHAQUÍES

Ante las diferentes publicaciones realizadas en LA GACETA sobre la ruta Hualinchay - Valles Calchaquíes, y en homenaje a los distinguidos profesionales de la ingeniería, técnicos, maquinistas y personal de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) que tuve el honor de haber administrado desde el año 1984 hasta el 5 de marzo de 1991, durante los gobiernos de Fernando Riera y José Domato, hasta renunciar a la Intervención Federal de forma indeclinable, me permito hacer esta aclaración. El proyecto de vincular el llano con las montañas (RP N° 40), permitió que se realizaran por administración los siguientes trabajos: A) Nuevo camino de El Mollar -El Rincón- cerrando el circuito con Tafí del Valle a través de Las Carreras, sobre el cual se realizó un puente por administración -hacia La Ovejería, desde El Pelao-, Tafí del Valle. Para unir luego, desde El Rincón, con la famosa Quebrada del Portugués hasta Pueblo Viejo, y rehabilitar el tramo desde Vivero Florida a Pueblo Viejo; B) El camino de Colalao del Valle a Yasyamayo, y desde Yasyamayo a RP N° 307, antes del río Santa María (se construyó un mástil en la escuela de Yasyamayo). Se hizo por convenio entre la Municipalidad de Santa María (Catamarca), que proveería las máquinas viales rusas hasta que lleguen las nuestras (en un convenio Rusia - Tucumán por frutas frescas). El convenio con Santa María era por administración de la DPV: pavimento de 30 km de largo ruta N° 307, desde El Pinar de los Ciervos hasta el km 101 (escuela cerca del Observatorio Astronómico, antes del campamento DPV de Quilmes); Colalao del Valle colaboraba con el gasoil. Desde Hualinchay se empezó con nuestras topadoras sobre el puente Santa María; se proyectaban pantones para cruzarlo. La comuna de Colalao del Valle proveía el alojamiento de los empleados (maquinistas, choferes); C) También, dentro de ese Plan de Desarrollo Vial y Comunitario, empezamos desde la RP N° 307 el Camino de La Ciénaga, interrumpido porque se negaron a donar las expropiaciones; por eso se paralizó la obra. El tramo Colalao del Valle - Yasyamayo fue donado por el señor Miguel Critto. Ningún ministro de Economía ni secretario de Estado se opuso a ese proyecto y a la construcción. Cualquier duda se puede observar el plano de las rutas ejecutado por personal de la DPV y el Instituto Geográfico Militar Argentino. Además, se proyectó el camino a Catamarca, para la salida al Océano Pacífico por el Paso de San Francisco.

Sergio Scopel

Ex Administrador DPV


La Rioja 216


San Miguel de Tucumán

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