Una llamada que puede causar un dolor de cabeza

Una llamada que puede causar un dolor de cabeza

El dúo de monologuistas que integran Lucas Rodríguez y Roberto Galati recrea el humor de Tangalanga en su show “Modo cochino”

RISAS IMPROVISADAS. Lucas Rodríguez y Roberto Galati juegan con los contactos que les provee el público. RISAS IMPROVISADAS. Lucas Rodríguez y Roberto Galati juegan con los contactos que les provee el público.

ACTÚA HOY
• A las 22 en el teatro municipal Rosita Ávila
(Las Piedras al 1.500).

A fines de la década de los 80, el argentino Julio Victorio de Rissio creó un nuevo género del humor. Transformado en su personaje, el muy particular Doctor Tangalanga, hacía llamadas telefónicas a desconocidos a quienes provocaba hasta hacerlos enojar y dejarlos con dolor de cabeza, para risa de sus amigos primero y del público que lo siguió fielmente por casi dos décadas después.

“La llamada” es un bloque central del espectáculo “Modo cochino”, que esta noche presentarán los standaperos Lucas Rodríguez y Roberto Galati en el teatro municipal Rosita Ávila. Para conseguir “víctimas”, recurrirán al público: les pedirán los números telefónicos de amigos, parientes y conocidos para llamarlos en vivo y construir el humor improvisado que están llevando por todo el país.

Este show es la continuidad de su anterior espectáculo, “Misa cochina”, nombre que surgió como una broma en sí mismo (lo asimilaban a las “misas ricoteras”) y fue quedando. Todo surgió cuando sus seguidores comenzaron a llamarse a sí mismos “los cochinos”.

Detrás del escenario está Manuel Burak, quien no sólo es el mánager sino que además participa activamente en el diseño del espectáculo y lo dirige, aparte de editar los contenidos que se suben a internet. “El dúo, en realidad, somos los tres. Nuestro primer espectáculo conjunto fue el previo, y en este le sumamos el contenido que lanzamos a las redes, principalmente lo que llamamos situaciones de comedia con personajes y mucha interacción con la gente. De esta forma surge una propuesta muy espontánea y fresca, que no se puede repetir en otra función. En un punto, el espectador no va a saber si lo que está presenciando está guionado o se improvisa totalmente”, describe el productor.

Tanto Burak como los monologuistas que suben al escenario se declararon fanáticos de Tangalanga. “Comenzaron a hacerlo en YouTube y lo pasaron al teatro en vivo; es una sección diferente de todos los otros shows de stand up que se presentan, porque nunca se sabe qué va a pasar, y la gente se prende mucho y acerca los números de los contactos más insólitos. Se crea un clima muy lindo, así como cuando se invita a personas del público a subir al escenario, sin imponerle a nadie su participación. La idea es recrear una reunión de amigos”, explica el mánager.

Picar sin agredir

Una de las claves para que funcione el humor es nunca agredir al otro, aclara Burak: “se pueden usar malas palabras, ir picándolo al otro para que reaccione y vos le respondés que no entendés su reacción violenta, que muchas veces llega al insulto; es lo que busca el público también”.

“Tenemos barreras altas, y nunca se denigra, se ofende ni se humilla a nadie. Todo es picaresco, con mucho doble sentido, pero nada es malintencionado ni con falta de respeto. No queremos ir por esa vía, sino que le prestamos mucha atención a lo que quieren nuestros fans”, agrega.

Rodríguez-Galati, en tanto dúo, tienen un millón de seguidores en las diferentes redes sociales y generan contenido humorístico diario para Instagram, Facebook, Youtube y Twitter, por lo que estuvieron ternados en los Martín Fierro Digital del año pasado en el rubro de los Más Interactivos en Instagram.

Su propuesta escénica alterna las observaciones sociales con personajes originales y monólogos de stand up. Llevan más de 10 años en el circuito bonaerense (aunque en los últimos tres años se desplegaron más fuertemente en internet), desde donde se proyectaron a giras por la Argentina y por el Uruguay; y participaron en programas de televisión (“Bendita TV”, “Hora de reír” y “Animales sueltos”, entre otros) y en los festivales más importantes de este estilo.

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