Atlético: a seguir moviéndose

Atlético: a seguir moviéndose

Lotti, único delantero nuevo, no sabe quedarse quieto.

CORRER POR TODOS LADOS. Lotti (con el N° 14 en el pecho) es un delantero que aparece por varios sectores para facilitar el gol. En la foto, junto con Leonardo Heredia, durante un entrenamiento en Ojo de Agua. la gaceta / foto de Analía Jaramillo CORRER POR TODOS LADOS. Lotti (con el N° 14 en el pecho) es un delantero que aparece por varios sectores para facilitar el gol. En la foto, junto con Leonardo Heredia, durante un entrenamiento en Ojo de Agua. la gaceta / foto de Analía Jaramillo
15 Julio 2019

¿Habrá llegado el momento? Han pasado (curiosamente) siete meses desde que la camiseta número 7 de Atlético, descansa en la utilería del club. La partida de Luis Miguel Rodríguez en medio de la temporada 2018/19 (donde cada cual tiene su dorsal asignado) no permitió que nadie más la use. Era la mejor transición posible para la camiseta de uno de los máximos ídolos de la historia “decana”. No obstante, sin el sistema estadounidense del retiro en forma de homenaje de números de camisetas, alguien deberá hacerse cargo de la 7 esta nueva temporada. ¿Será ese Agustín Lotti?

De ninguna manera significa poner en sus espaldas mucho más que un número y la identificación natural del hincha con quien supo usar esa camiseta. Es decir, Lotti no deberá hacerse responsable de ninguna teoría que venga a ponerlo como “el sucesor”. Mucho menos con 23 años.

Aclarado esto, como está ahora conformado el plantel, no hay otro mejor candidato para usarla.

“Me gusta moverme por todo el frente de ataque, no me gusta quedarme quieto. Como no soy una referencia del área, si no me muevo se las hago fácil a los defensores”, explicó el jugador de 1,79 metro sobre el amistoso ante Gimnasia de Jujuy, en el que jugó como titular. El jugador nacido en Salto, provincia de Buenos Aires, no se reconoce como un goleador (tiene cuatro tantos en su carrera) pero sí como un asistidor. “Obviamente que, si puedo hacer goles, mucho mejor. Haré la mayor cantidad que pueda”, agrega.

Con esa autodescripción suya, jugando al lado de Leandro Díaz (el único nueve del equipo ante la ausencia de Javier Toledo), el 7 debería ser suyo. En el fútbol argentino, el 7 es el dorsal que históricamente le corresponde al segundo delantero del equipo, además de ese nueve de área. Ese que justamente aparece por todos los frentes de ataque y tiene más asistencias que gol.

La ofensiva de Atlético terminó la temporada justamente derribando esa estructura: jugando con Díaz y Toledo, dos nueve, y funcionando bastante bien de cara al gol y entre ellos. Ahora, Lotti es el único delantero que llegó para reforzar ese sector.

“Estoy acá para pelear un puesto, siempre lo supe. Voy a tratar de hacer lo mejor posible”, cuenta Lotti, que el jueves pasado intentó por todos los caminos conectarse con Díaz y darle movimiento a un equipo que jugaba su primer partido de la pretemporada.

Durante su paso por Unión, Lotti usó la camiseta número 21 pero en las inferiores de Racing, vistió la 7. Aquí en Atlético, todavía la lista definitiva no se ha entregado y tampoco hay un pedido especial. El 21, la temporada pasada, lo usó Claudio Pombo, que llegó como refuerzo en ese momento y que ya le dijo adiós al “Decano”.

Aún así, no es eso lo que más le preocupa al delantero. Él y sus compañeros viajarán hoy a Buenos Aires para conseguir allí lo que verdaderamente están buscando: rodaje y volumen de juego. “Hablamos de Vélez, Boca y Banfield. Tres grandes equipos que juegan muy bien y tienen mucha intensidad. Nos va a venir muy bien para tomar ritmo de cara al torneo”, explica sobre los duelos que se jugarán mañana, el jueves y el sábado, respectivamente.

“Desde lo físico es una pretemporada muy buena”, agrega sobre otro aspecto a tener en cuenta, más allá del juego. Otro de ellos es la unión que deberá darse entre la camada de jugadores que ya viene jugando en el club y los nuevos, como él. “Esperemos que se arme un buen grupo. Estamos camino a eso”, avisa. Claro, la 7 en su espalda podría ser importante, pero jamás será lo único.

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