“Es como si la mujer del gaucho fuera un decorado”

“Es como si la mujer del gaucho fuera un decorado”

ESTRENO. La hostería de Colalao fue la sede donde se proyectó el film. ESTRENO. La hostería de Colalao fue la sede donde se proyectó el film.
07 Julio 2019

“La nostalgia del Centauro” terminó de filmarse en 2013 y ha sido producto de una secuencia de casualidades que terminó dando una película que permanece como una memoria singular de hombres, mujeres y tradiciones al borde de la extinción. Es una obra que camina en la orilla de un abismo, que a pesar de ser un lujo fotográfico, no pretende ni cae en la idealización de la vida rural. Al contrario, es un crudo y bello relato de lo inexorable.

El gaucho Soria, personaje prestigioso en la historia (¿y el presente?) de Colalao del Valle, se asume “de a pies” y entiende que llega su final. Le quedan solo las glorias pasadas. Aún así, cuenta la productora Victoria Gómez Acuña, accedió inmediatamente a ser mostrado. Doña Alba, la mano invisible detrás de las hazañas del gaucho, fue más reacia a quitarse los velos frente a cámara, pero ha logrado lo que pocos actores consiguen: ser ella misma.

La génesis de esta película, cuenta Gómez Acuña, se dio cuando ella y el director Nicolás Torchinsky buscaban una cueva como locación para un cortometraje. En su trabajo como secretaria en la Embajada de Nueva Zelanda en Buenos Aires conoció a Mirta Soria, hija de “Pitino” y Alba Rosa, lo que le permitió conocer la historia de este matrimonio emblemático de Colalao.

“El esposo de Mirta, “Pichón” Cabeza, tucumano taxista en Buenos Aires, nos trajo en el taxi con los equipos. Llevamos material como para un piloto, pero cuando lo vimos con la montajista, Ana Poliak, supimos que había que filmar mucho más. El segundo viaje fue muy accidentado: nosotros vinimos en avión -ya con un subsidio, aunque mínimo- y los equipos en un taxi nuevo de ‘Pichón’. El auto se quedó en el camino y tuvimos que mandar otro taxi desde Buenos Aires a buscar los equipos, y plata para reparar el primer auto. El director no se enteró de todo esto hasta que volvimos a Buenos Aires”, recuerda la productora, que viajó a Colalao para la proyección más importante: mostrar la película ante los colaleños, muchos de los cuales aparecen en la pantalla.

El relato final, el verdadero cuento, surgió en el montaje. Ahí apareció como protagonista la voz de doña Alba, encarnando a una figura que siempre ha sido relegada en los relatos gauchos. “Es como que la mujer del gaucho no existiera, como si fuera decorado, de ellas no se ha hablado casi nada y son parte clave de la historia”, explica la productora.

Recorrido

La película se estrenó en Argentina en 2017, y compitió en festivales de Suiza, Alemania, Uruguay y Ecuador. El viernes por la noche se proyectó por primera vez en Colalao del Valle, con los protagonistas presentes y abierto a todos los lugareños.

“’La Nostalgia del Centauro’ es un acercamiento a la tradición gauchesca a través del retrato de un matrimonio de ancianos oriundo de los cerros tucumanos. Partiendo del tiempo presente, la película actualiza sueños y recuerdos que no son más que la evocación de lo que ya no será: una manera de ser y de estar en el mundo que irá extinguiéndose lentamente ante la mirada del espectador”, describe su sinopsis.

“Mirta, mi amiga, la vio durante el estreno argentino, en Mar del Plata. Al terminar la proyección -ella estaba con uno de sus cinco hermanos- me dijo: ‘es una película con mucha verdad’. Y para nosotros fue la mejor crítica que pudimos recibir”, apuntó Victoria..

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