En el Festival Internacional de Jazz Jorge Navarro dejó muy alto el listón del talento

En el Festival Internacional de Jazz Jorge Navarro dejó muy alto el listón del talento

El pianista argentino brindó un estupendo recital de apertura, junto a Arturo Puertas y a Fernando Martínez. Elegancia y precisión.

TRES SON SUFICIENTES. Jorge Navarro, Arturo Puertas y Fernando Martínez abrieron el festival con su recital “Por todos estos años”, con temas clásicos.  TRES SON SUFICIENTES. Jorge Navarro, Arturo Puertas y Fernando Martínez abrieron el festival con su recital “Por todos estos años”, con temas clásicos.

HA NOI TRÍO

• Actúa esta noche a las 22, en el teatro San Martín (avenida Sarmiento 601). Socios del Club LA GACETA tienen 2x1 en entradas.

Las luces bajaron en la sala, preludio del inicio del concierto. Antes del ingreso de los músicos al escenario, una voz en off formalizaba la apertura del III Festival Internacional de Jazz y se lo dedicaba oficialmente al baterista Luis Adolfo Dorieux, quien falleció hace 10 días. Fue el primer y largo aplauso de muchos que ocuparon la noche del miércoles el teatro San Martín, en un muy merecido tributo que atravesará las jornadas hasta el cierre de la fiesta, el domingo.

Con esa evocación de entrada, poco podía salir mal. Y Jorge Navarro dejó muy alto el listón del encuentro con jazz de gran nivel con su concierto de inauguración, ante una sala colmada y sin espacio alguno. El desafío pasó a ser que los otros convocados igualen su estatura musical; es difícil (muy difícil) que lo logren, pero en el intento se podrá escuchar a algunos referentes que están marcando globalmente el género, en sus distintas vertientes.

El repertorio de Navarro vinculó a un público sensible y muy predispuesto al aplauso (merecido siempre) con temas clásicos, aunque desde su impronta y su trayectoria de 60 años tras el piano en forma profesional. Las versiones que circularon en los 80 minutos de show, sorpresivamente sin bises (señal de que al día siguiente todos los presentes se levantaban temprano para trabajar) lo mostraron en toda su inmensidad, con un despliegue de talento que conmovía al pasear por las teclas con una elegancia y precisión admirables.

En cada composición, había también espacio para el lucimiento de los otros componentes del trío, demostración cabal de que un genial conductor sabe repartir los tiempos y que nadie está de relleno. Arturo Puertas (de varias visitas a Tucumán) volvió a deslumbrar desde el contrabajo y Fernando Martínez tuvo solos de batería que le hubiesen sacado una ovación a Dorieux. La solidez del trío hizo deleitar a todos, y evidenció que para brillar hay que saber estar bien acompañado. Cada uno recibió merecidos y sostenidos aplausos.

Navarro fue sobrio incluso en la queja. En la primera vez que usó el micrófono para hablar con el público, señaló que en su retorno (elemental para todo artista) se filtraba de fondo “una cumbia o un reggaetón, no sé qué es, pero no tiene nada que ver con nosotros”. En la siguiente intervención volvió a mencionar que la filtración seguía. Ningún escándalo, ninguna protesta a los gritos, ninguna amenaza de irse si no se arreglaba. Un artista de su nivel sabe que debe sobreponerse a los inconvenientes por respeto a la gente y así lo hizo.

La escenografía montada en el escenario ayudó a crear un clima de intimidad, importante para el jazz. Una suerte de muro incompleto que parte el espacio y detrás, la pared desnuda con ladrillos a la vista, iluminada indirectamente con focos de baja intensidad y con una alta escalera visible, daba la sensación de un sitio en construcción colectiva, donde hay mucho por hacer.

Así lo deslizó Adrián Iaies, el coordinador del festival, al intervenir en la presentación de Navarro. Iaies destacó que más importante que haber hecho el primer encuentro hace tres años es haberle dado continuidad, y que la paleta de ritmos que se escucharán resume lo que está pasando en el jazz mundial actual.

Para esta noche, en el mismo teatro, se anuncia al guitarrista Nguyên Lê, quien precisamente está enrolado en el llamado jazz world, con mixturas que unen lo tradicional con lo moderno, las influencias de su origen oriental, el clasicismo europeo y los aportes de la base rítmica africana y de la música latina caribeña. Al Ha Noi Trío lo completan Ngô Hông Quang y Alex Tran.

> Cruces y ukeleles
Propuesta en la Sala Orestes Caviglia

Hoy a las 19, se realizará un nuevo cruce entre los músicos locales Julio González Goytía y Simón Pérez con los nacionales Arturo Puertas y Carlos Lastra, en la sala Orestes Caviglia (San Martín 251). Luego actuará La Familia de Ukeleles (Ignacio Choroszczucha, Melisa Muñíz, Matías Martinelli, Adrián Capresi, Damián Manfredi y Luciano Pelegrini), con canciones de estilo clásico de las décadas del 20 al 50. 

En la misma dirección, pero en la sala Hynes O’Connor, se proyectará a las 18 el documental “Piano blues”, de Clint Eastwood. También habrá música en el interior, con la presencia de Raúl Villagra Trío y Gerardo Alderete en la Casa de la Cultura de Alberdi, desde las 19. En el bar Irlanda (Catamarca 380), a la medianoche habrá jam con Melina Imhoff y Alan Fernández. Todas estas actividades son con entrada gratis.

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