“La noche que anulé a Pelé”

“La noche que anulé a Pelé”

El 13 de enero de 1966, al ex lateral izquierdo -hoy radicado en Salta- le tocó marcar a “O Rei”, en un partido entre Santos (Brasil) y un combinado local.

FOTO HISTÓRICA. Kairuz posó junto a Pelé, en el facsímil de la edición de LA GACETA del 14 de enero de 1966. FOTO HISTÓRICA. Kairuz posó junto a Pelé, en el facsímil de la edición de LA GACETA del 14 de enero de 1966.

En el fútbol tucumano, algunos acontecimientos forman parte de la historia misma de un deporte que en el “Jardín de la República” se lo vive con una pasión muy especial. Uno de ellos ocurrió el 13 de enero de 1966, en el estadio de Atlético. En aquel partido se enfrentaron el famoso Santos (Brasil) y un combinado tucumano integrado en su mayoría por jugadores de Atlético y de San Martín, que se completó con futbolistas de otros clubes de la desaparecida Federación Tucumana de Fútbol. El partido terminó 2-0 favorable a los brasileños, con goles de Pelé y de Pepe -de tiro libre-.

Entre los titulares del seleccionado local figuró Juan de la Cruz Kairuz (hoy de 74 años), que jugaba en Central Córdoba. La historia cuenta que aquella noche, este pibe de 21 años fue el protagonista excluyente de un hecho que los que peinan canas aún recuerdan.

Aunque habitualmente se desempeñaba como lateral izquierdo, en aquella ocasión Kairuz se consagró al marcarlo al mismísimo Pelé. Ese hecho marcó un antes y un después en su carrera.

LG Deportiva lo entrevistó con el objetivo de revivir aquella memorable noche. Pese a que transcurrieron 53 años, cada vez que habla del tema se le pone la piel de gallina.

- ¿Qué significó ese partido en tu carrera?

- Todo... A partir de allí se me abrieron las puertas del fútbol grande de la Argentina. En esos tiempos, para los futbolistas tucumanos jugar esa clase de partidos funcionaba como una vidriera impresionante para dar el gran salto. Por suerte, aproveché la oportunidad.

- Memoriosos cuentan que ese día no dejaste que Pelé se mueva...

-Tuve la suerte de cumplir con  lo que me había pedido Roberto Santillán, técnico del combinado. Marcar a ese monstruo fue el mayor desafío de mi carrera. Me marcó para siempre, porque hoy acá, en Salta, donde estoy viviendo desde 1996, me recuerdan porque me lucí en la marca de uno de los tres mejores jugadores que vi en mi vida -los otros son (Diego) Maradona y (Lionel) Messi-. Tengo que contar que el gol que anotó Pelé lo hizo de cabeza; y el encargado de marcarlo en el juego aéreo era José Demetrio Solórzano.

AQUí ESTÁN, ELLOS SON. En la foto aparece el combinado tucumano que enfrentó a Santos (Brasil), en 1966, en el estadio de 25 de Mayo y Chile. AQUí ESTÁN, ELLOS SON. En la foto aparece el combinado tucumano que enfrentó a Santos (Brasil), en 1966, en el estadio de 25 de Mayo y Chile.

- ¿Por qué terminaste marcando a Pelé si jugabas de lateral?

- A priori el encargado de marcarlo era Solórzano. Cuando estábamos ya en el vestuario, “Pepe” no quiso para nada que esa sea su marca. Como yo era un pendejo que me sobraba confianza y desfachatez, le dije a Roberto que me diera esa misión. Accedió a la petición, y me dio la camiseta 11.

-¿Te dejó otra vivencia ese encuentro?

-Sí. Me acuerdo que cuando estaba por empezar el partido me arrimé a Pelé y le pedí sacarme una foto con él. Le conté que lo marcaría, y le dije que se quedara tranquilo, que no iba a patearlo. Yo cumplí con mi palabra, pero Roque Nieva, que jugaba de primer marcador central, no tuvo piedad con él.

-¿Qué pasó?

-En determinado momento, Pelé me dejó en el suelo luego de una formidable gambeta, propia de su sello. Desde allí seguí la jugada y vi cómo Nieva lo levantó por el aire al “morocho”. Pelé se limitó a mirarlo y a sacudirse la ropa. Pero no pasaron 10 minutos hasta que se desquitó. Quienes vieron jugar a Pelé saben que se bancaba que le pegaran, porque tarde o temprano él tomaba revancha de los golpes.

-¿Cómo fue tu vida luego de ese partido?

- En ese partido estuvo en el estadio José Amalfitani, el presidente de Vélez. Al otro día, el presidente de Central Córdoba me avisó que me habían transferido a la entidad de Liniers, junto a Solórzano y a Orlando Espeche, que estaban en Atlético. Ellos se fueron en avión y yo viajé en tren, a los cuatro días. Estuve una semana, allí, pero como no llegaron a un arreglo en lo económico, me tuve que volver. Al poco tiempo, me fui a Atlanta, que pagó $ 2,8 millones por mí. Después pasé a Newell’s.

- ¿Cuándo volviste a Tucumán?

- En 1971. Primero estuve un mes a prueba de Atlético cuando Antonio D’Acorsso era el técnico. Como los directivos “decanos” no se decidían me fui a jugar a San Martín. En el 72 pasé a Gimnasia y Esgrima (Jujuy), y como me pidieron que recomiende jugadores tucumanos, me terminé llevando a Espeche, a Juan Carlos “Indio” Cuellar y a Enrique “Lobo” Sosa.

LA FAMILIA. Kairuz, rodeado de sus seres queridos, en su casa de Salta. LA FAMILIA. Kairuz, rodeado de sus seres queridos, en su casa de Salta.

- ¿Cuándo dejó de jugar?

- A los 30 años, debido a una lesión en la rodilla derecha que me perseguía desde los tiempos en que jugaba en Newell’s, en 1968. Esta lesión me tuvo un año y medio fuera de los campos de juego. No existía la tecnología de hoy; si no, podría haber prolongado aún más mi carrera.

- ¿Tuvo algún objetivo que no pudo concretar?

- Me hubiera gustado jugar en Boca o en River. En 1967, cuando jugaba en Atlanta, Antonio Cabrera y Jorge Fernández fueron a jugar a Boca. Estuve muy cerca de acompañarlos, porque Alberto Jacinto Armando, el presidente “xeneize”, me quería en el club. Pero al final no llegaron a un acuerdo en lo económico.

- ¿Qué análisis le deja la actualidad del fútbol tucumano?

- Un inmenso orgullo. Le estamos peleando la hegemonía del fútbol del interior a Córdoba, a Santa Fe y a Mendoza. Lo que viene haciendo Atlético es digno de ser imitado, porque apostó a un proyecto y lo bancaron, más allá de algunos resultados negativos. Me da mucha pena que San Martín haya perdido la plaza en la Superliga. Es tan complicado ascender que te duele mucho cuando bajas tan rápido. Y felicito a San Jorge, por lo que está haciendo en el Federal A.

- La contracara es la actualidad del fútbol salteño.

- Y sí... lo que pasa es que cuando no se apuesta a proyectos serios que se prolonguen en el tiempo, nunca se conseguirán los resultados esperados. Es doloroso comprobar que Gimnasia y Tiro y Juventud Antoniana estén condenados a jugar un certamen devaluado como es el Regional Federal. Toda una lástima.

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