Un concierto que representa lo mejor de la música argentina

Un concierto que representa lo mejor de la música argentina

La Orquesta Estable, con Rafael Gintoli como solista, interpreta una obra de Alicia Terzian.

LA MAESTRA TERZIAN. Siempre adelantada a su época, de muy joven se inscribió en la vanguardia musical. CLARÍN / FOTO DE JULIO JUÁREZ.- LA MAESTRA TERZIAN. Siempre adelantada a su época, de muy joven se inscribió en la vanguardia musical. CLARÍN / FOTO DE JULIO JUÁREZ.-

ENTRADA LIBRE Y GRATUITA • HOY a las 21, en el teatro San Martín (avenida Sarmiento 601).

Dos referentes de la música contemporánea argentina llegan esta noche al teatro San Martín. Ellos son Alicia Terzian y Rafael Gintoli.

Los convoca la Orquesta Estable de la Provincia, dirigida por Alejandro Jassan. Los vuelve a reunir el Concierto para violín y orquesta op. 7, de la compositora, directora, docente y musicóloga cordobesa, que interpretará el violinista platense. La Sinfonía Nº 5 en Mi menor Op.64, de Piotr I. Tchaikovsky, completará el concierto.

Terzian está de regreso de Lausanne (Suiza), y contestó preguntas de LA GACETA por correo electrónico.

- Usted era muy joven y ya tenía claro que quería estar en la vanguardia. ¿Cuánto tuvo que ver Alberto Ginastera en su cátedra?

- Desde el primer día de clase en el Conservatorio Nacional, Ginastera se dedicó a enseñarme y a analizar las obras de los compositores más vanguardistas de la década del 50; me enseñó todas las técnicas de composición. Compuse la Toccata opus 4 para piano, que hoy en día está en el repertorio de varios conservatorios. Después escribí mi Concierto de violín y orquesta, que se ha tocado más de 30 veces en todo el mundo. Gintoli fue el solista que más veces lo interpretó, con críticas estupendas.

- Era una mujer encarando la música desde roles que parecían destinados sólo a los hombres. ¿Le costó abrirse camino?

- En realidad siempre creí que mis obras no tenían la difusión que merecían porque quizás no eran tan buenas. Nunca pensé que era por una cuestión de machismo musical. Puedo asegurar que pensando de esa manera me alejé de tener que quejarme y me dediqué a estudiar, a perfeccionarme, a escribir más y mejores obras, lo que me ayudó a hacer carrera. Además Ginastera me estimuló a componer desde el comienzo. Pero también debo decir que muchos de los más grandes directores, como Wilhelm van Oterloo, Friedrich Cerha, Felix Prohaska, Juan Carlos Izquierdo y Günter Neuhold, entre otros, eligieron mis obras y me abrieron el camino internacional. En 1965, cuando aún no había estrenado ninguna obra orquestal en la Argentina, mis Movimientos Contrastantes para Orquesta se estrenaron con la Orquesta Sinfónica Siciliana (en Palermo, Italia), con gran éxito.

- ¿Hoy son más visibles las mujeres músicas?

- La mujer compositora y reconocida tiene mucha más presencia en Europa que en Latinoamérica y el Caribe. Esto es real y por ello es que, hoy en día, colegas del mundo y jóvenes autores argentinos todavía me consideran la compositora argentina de carrera internacional. Es obvio que no lo acepto ni lo creo, porque mi instinto de conservación me indica que mañana puedo ser mejor, que puedo componer obras más importantes. Por eso siempre estoy analizando, estudiando las últimas técnicas y buscando en el interior de mí misma lo más moderno que puedo ofrecer.

- ¿Qué la impulsó a componer el Concierto para violín op. 7?

- “Quiero componer un Concierto de violín”, le dije al maestro Ginastera en primer año. Se sorprendió y muy serio me dijo: ”lo único que le pido es que antes de comenzar a componer analice todos los conciertos de violín que se han escrito hasta ahora; luego medite”. Eso fue lo que hice. Tenía 20 años. Luego seguí componiendo otras obras hasta terminar la carrera de composición. El concierto se estrenó en 1969, porque el maestro Carlos Suffern me ofreció hacerlo con la Sinfónica Nacional. “Busque un buen solista”, me recomendó. En ese entonces el mejor violinista era Szymsia Bajour. “Me gusta su concierto y lo estrenaré en el Colón”, propuso. Luego lo interpretó en el Festival de América y España en Madrid. Así comenzó la vida de mi concierto, que también estudió un joven Gintoli, y en sus manos siguió su carrera por el mundo. Paralelamente lo estudiaron muchos otros violinistas.

- ¿Cómo lo describiría?

- Es una obra en tres movimientos. Alterna un comienzo vigoroso con un segundo movimiento muy lírico. El final, Andante Allegro, con mucha fuerza.

- Es una obra tan vigente que se vuelve a grabar.

- Considero que Gintoli es el mejor intérprete que ha tenido hasta hoy. Él lo va a grabar para la empresa norteamericana Parma Recordings, que registrará todas mis obras para su difusión mundial. Se hará en agosto, en Rusia, para los sellos Navona y Naxos, ambos de Estados Unidos, y con la orquesta dirigida por el gran maestro Wladimir Lande.

- Hace 50 años usted fundó el Festival Encuentros Internacionales de Música Contemporánea (EIMC), después fundación y Grupo Encuentros. ¿Qué significa para los integrantes este aniversario?

- En 2018 festejamos los 50 años de la Fundación, y hemos cumplido nuestros objetivos. Ellos son la creación musical argentina, latinoamericana y universal; la interpretación de la música contemporánea; la educación musical del público; la investigación musical de los siglos XX y XXI; la formación profesional del músico frente a las nuevas técnicas; la difusión de la música argentina, latinoamericana y del mundo en el país y en el exterior; el encargo de obras a compositores argentinos; la interrelación de la música contemporánea con las demás expresiones del pensamiento, la cultura, el arte y la sociedad; la edición de DVD, CD’s y películas dedicadas a la música y a los músicos contemporáneos.

Desde su creación, el prolífico Festival Encuentros organizó 750 conciertos, invitando a artistas argentinos y extranjeros, y también gran cantidad de seminarios de interpretación y análisis, de composición y de dirección coral, clases magistrales, conferencias y debates.

Un concierto que representa lo mejor de la música argentina

> Rafael Gintoli
Un solista experto en el repertorio de esta noche  
 
“Hace muchos años que interpreto el Concierto para violín y orquesta de Alicia Terzian. Hay una versión muy buena en YouTube, cuando toqué con la Filarmónica de Moscú, en Taipei, para la televisión de Hong Kong. Hay pocos países donde no se lo haya escuchado. Es una obra magnífica para el violín porque es muy romántica, con tintes armenios que contiene muchas danzas. Es para una gran formación y de gran dificultad para el solista y para la orquesta. Tiene un segundo movimiento divino, porque es una oración de un sacerdote que Alicia transforma en variaciones. Es uno de los conciertos más hermosos que me ha tocado estudiar”, dice Rafael Gintoli, que acredita un vasto repertorio de todos los tiempos. “Es un concierto muy tonal, hiperromántico, que gusta al público porque tiene tintes modernos, pero es muy lindo de escuchar”, describe, y recuerda cómo explotaron en aplausos públicos tan disímilies como el de Zürich y el de Taiwán. Gintoli se graduó en el Conservatorio Manuel de Falla. Se perfeccionó en Holanda y desde los 16 años toca como solista con las más importantes orquestas de Argentina, Sudamérica y Europa. Ha ejecutado y grabado el Concierto para violín de Terzian con la Sinfónica de Zürich. Es director artístico y jurado de concursos internacionales como, por ejemplo, el último Festival Shlomo Mintz, llevado a cabo en el Septiembre Musical 2018.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios