La búsqueda del guerrillero tucumano “Bombo”

La búsqueda del guerrillero tucumano “Bombo”

Reconstrucción de una biografía con zonas difusas.

¿QUIÉN ES “BOMBO”? Santucho emprende la búsqueda de un hombre que unos consideran un revolucionario; y otros, un infiltrado de los servicios. ¿QUIÉN ES “BOMBO”? Santucho emprende la búsqueda de un hombre que unos consideran un revolucionario; y otros, un infiltrado de los servicios.
26 Mayo 2019

PERFIL

BOMBO, EL REAPARECIDO

MARIO SANTUCHO

(Seix Barral - Buenos Aires)

Mario Santucho tenía un año cuando mataron a su padre Roberto, líder del ERP, y cuando desaparecieron a su madre. El destino quiso que fuese Cuba el país que evitó que Mario fuese un hijo apropiado. Hoy, a sus 44 años, es editor de la revista Crisis y acaba de publicar Bombo, el reaparecido, donde recompone la historia de este guerrillero llamado Bombo (otras veces Teniente Armando, Julio Ricardo Abad, Benito Álvarez o el Bombo Ávalos). Tantos alias y tantos nombres como tantas muertes que al parecer no acabarán nunca. De hecho, hay quienes dicen haberlo visto, allí mismo, cerquita de donde nació, en Santa Lucía, vecino del antiguo ingenio Tucumano. Y esa es la tarea que se encomienda a Mario Santucho: la búsqueda de un hombre, más nacido para la guerrilla que para la lucha política urbana, iluminado de un romanticismo revolucionario, pero menos intelectual que el Che Guevara. Hay otros que dicen que fue un colaborador, un infiltrado de los servicios, y otros que aseguran que fue un valiente que jamás cantó o denunció a un solo compañero. Y en la medida que el tiempo pasa, las versiones se acrecientan y con ellas la naturaleza del mito. ¿Cuál es la verdad?

El mito es una construcción que la originan los pueblos. ¿Llegará a serlo algún día “Bombo”? Hay una necesidad de las utopías en un siglo que las desprecia, hay un afán de ir al encuentro de héroes que sostengan la justicia y que la defiendan poniendo en juego sus vidas, con las armas o sin ellas, o incluso con una guitarra en un escenario. En cambio, lo que esa juventud recibe son celulares y drogas. El negocio del capitalismo del siglo XXI cumple su meta, anestesiar mentes.

Este es el segundo libro sobre el guerrillero “Bombo”. El primero lo escribió José Manuel Avellaneda, en la época en que él era el dueño del ingenio Santa Lucía. Y probablemente se siga escribiendo sobre la vida de un hombre que le escapó varias veces a la muerte, y que lo dieron por finado en distintas fechas y en distintos lugares. Ferozmente torturado, incluso mordido por un perro, siempre pensaba en fugarse. Bombo era un hombre a quién no lo amedrentaba la derrota. Pero la incógnita continúa, también la necesidad de que esté vivo. Más aún para aquellos jóvenes que no experimentaron una época tan terrible como maravillosa.

Bombo, el reaparecido es un atrapante relato periodístico que da cuenta de un período bisagra en la historia argentina. Puede que los años contabilicen más “bombos” en las nuevas generaciones. La urgente necesidad de buscar mitos que derramen utopías, algo de lo que carecen nuestros políticos actuales.

© LA GACETA

MARCOS ROSENZVAIG

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