“Nos volvieron a robar, pero no voy a cerrar el comedor”

“Nos volvieron a robar, pero no voy a cerrar el comedor”

La propiedad sufrió 19 ataques en cuatro años; el intendente de Las Talitas respondió que la dirigente no formaliza las denuncias.

Teresa Aguilar Teresa Aguilar ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE JOSÉ NUNO
15 Mayo 2019

Teresa Aguilar, quien es la encargada desde hace 21 años del comedor 8 de Marzo, contó a LA GACETA la frustrante situación que atraviesa “la casa de sus hijos del corazón”.

“Como siempre digo, tengo seis hijos, pero más de 200 son del corazón. Este es su hogar y la gente lo está destruyendo. Necesito que tomen conciencia porque este es el momento en que ellos más lo necesitan”, expresó la mujer.

Los armarios de los salones están destruidos, los matafuegos y elementos de cocina ya no están y el techo padece la violencia cada semana. “No puede ser que hace un día arreglamos las chapas del techo que habían destruido y ahora nos damos con que de nuevo la cortaron, entraron al comedor y robaron”, añadió Teresa.

Según dijo la encargada, los chicos del mismo barrio son quienes se sientan cada noche a consumir drogas y serían los autores de los asaltos.

María Cancino, vecina y madre de siete niños que asisten al comedor, manifestó que todos en la zona viven atemorizados, no sólo por los asaltos al comedor, sino por ataques de motochorros. “Acá te sacan la cartera o la moto si caminás por algunas cuadras determinadas. La zona es peligrosa y ya pedimos cientos de veces que por favor iluminen las calles y corten los pastos. Los ladrones se esconden en los matorrales y te atacan”, relató.

“Lo del comedor es triste. La mayoría de los chicos vinieron desde muy pequeños, comieron y convivieron con todos nosotros. Se nota que ahora, ya grandes, no quieren recibir ayuda. Pero no entiendo por qué causan tanto daño en el comedor”, agregó.

El sábado pasado, los asaltantes se llevaron, además de libros y artículos de librería, ollas y sartenes que los voluntarios utilizan para poder cocinar a cientos de personas que se acercan por el comedor en busca de contención y un plato de comida. En lo que va del año, la propiedad ha sufrido siete robos y lleva un total de 19 casos en cuatro años, según informó Teresa.

“La otra vez descubrimos que las sillas robadas estaban en la casa de un vecino. Él dice que las compró. La verdad, no entiendo. Necesito que los vecinos nos apoyen y concienticen a sus propios hijos”, dijo la encargada.

Por su parte, Lucía Páez, quien es una de las encargadas de la cocina, remarcó que están cansadas de tanta violencia contra el comedor y pide que el barrio vuelva a tener iluminación para evitar más robos. “Todo oscuro, imagínese. Roban todo el tiempo y nadie hace nada. Es mentira que vienen los móviles policiales; acá no viene nadie”, añadió la señora.

Teresa contó que desde hace tiempo la propiedad tiene alarma, y aún así, los robos son constantes. “Acá no viene la Policía. Ya no sé de qué forma pedirle al intendente que se haga cargo y cumpla con su trabajo. El pasto tiene que estar cortado y tenemos que tener luz en el barrio. Esto es una tiniebla y es más peligroso”, concluyó.

Carlos Najar, intendente de Las Talitas, afirmó estaban trabajando en la zona, aunque remarcó que Teresa Aguilar no ha formalizado las denuncias por los ataques. De los 19 robos, solo registraron dos presentaciones. Expresó que necesitan ese paso formal “para poder actuar”.

Najar reconoció que conocen la situación del comedor. Agregó que hay siete comedores en las Talitas, y que el único que sufre estos robos es el 8 de Marzo. “Nos ocupamos de la iluminación de la zona, pero hay vandalismo”, finalizó.

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