Por qué hay tantos errores en los chats de WhatsApp

Por qué hay tantos errores en los chats de WhatsApp

La gramática queda de lado ante el apuro por enviar una respuesta ante un mensaje. ¿Cuáles son las “reglas de etiqueta” en los chats on line?

MENSAJE COMÚN. Abreviaturas y errores ortográficos se combinan. MENSAJE COMÚN. Abreviaturas y errores ortográficos se combinan.
28 Abril 2019

“-Hola, kmo estas?

-Todo bb, t faltaaa mucho?

-Estoy llendo!! te espero haya”

Aunque desviemos la mirada, hay ocasiones en que es imposible escapar del horror y (y del error) ortográfico. La cuestión empeoró con la llegada de las redes sociales. Por ejemplo, en WhatsApp la velocidad de las respuestas, los emojis y las abreviaciones se impusieron al autocorrector.

¿Estamos digital y ortográficamente perdidos? “WhatsApp es un nuevo método de comunicación y como tal tiene su propio código. Son nuevos modos visuales que no tienen por qué afectar en absoluto la escritura cotidiana. Eso se nota en profesionales o académicos, la misma persona que utiliza en la aplicación las abreviaciones como ‘tmb´ (también) o reemplazos de letras como en ‘kasa’ y ‘xq´ (por qué) puede hacer un uso diferente de la lengua en los textos formales o académicos”, dice la profesora de Letras Viviana Álvarez.

Para la especialista el verdadero problema aparece cuando confundimos el ámbito conceptual. “Eso demuestra una falta de comprensión y desconocimiento de la lengua como en los casos en que se usa la expresión de dolor ‘ay’ para referirnos a, por ejemplo, un lugar. Con la llegada de los chats hubo un cambio pero no diría negativo. WhatsApp tiene casi la rapidez del coloquio, de la charla. En ese sentido la lengua es un organismo absolutamente activo y se modifica según los interlocutores que haya y el propio usuario”.

Ajenas a la gramática y sintaxis, existen otras cuestiones que atañen a la forma en que los usuarios de WhatsApp se expresan y generan -según a quien se le pregunte- más dudas que certezas. ¿Cómo sabemos cuándo dar por terminada una conversación?, ¿existe un número máximo de emoticones a enviar?, ¿si se trata de una conversación laboral, debemos agregar puntos finales? Estas son algunas de las preguntas que arroja el navegador de internet y se compilan en manuales bajo el título de “Reglas de etiqueta online”.

Puede que incluso el buen uso de la puntuación nos juegue en contra. “Si la persona con quien chateo utiliza ambos signos de exclamación y los puntos en las oraciones siento que marca una especie de sentencia y actitud de clausura”, reflexiona divertida la estudiante Agustina Peñalva. Y así, sin darnos cuenta, nos convertimos en asesinos de chats.

“Cuando nos interesa seguir conversando con otro perfil lo mejor es terminar nuestro relato con respuestas abiertas o una pregunta que retrate el fluido interés que sentimos por el otro -aconseja el coach ontológico Gerónimo Zamora-. De lo contrario, la conversación va a estancarse en nuestros comentarios y no hay vía libre para las respuestas”.

A la espera

Para la comunicadora social Sofía Ganami la frase “menos es más” vale también para la cantidad de emojis, GIFs y el número de carcajadas textuales que enviamos. “Hay un límite entre el chiste y la exageración. Si colocás un ‘ja’ más de cuatro veces parece un ataque de risa pero, si sólo usas uno se siente irónico”, afirma.

Otros usuarios insisten en que se debe evitar la separación en fragmentos de las anécdotas o algún requisito. “Los datos se pierden entre tantos comentarios y la información importante termina entreverada entre las acotaciones de los usuarios. Para evitar el caos de la posterior búsqueda es mejor que en los grupos de trabajo o académicos se envíen los mensajes completos sin apretar enter con cada oración”, dice Alfredo Alvarado.

Por último, existe otro microdrama que pasa desapercibido en cualquier chat hasta que el despiste lo activa. Se trata de aquel mensaje importante que naufragó entre tantas charlas y quedó sin responder. “Tres días es un límite de tiempo considerable para pedir perdón y entablar una nueva conversación con esa persona que dejaste colgada. Ahora, si pasó mucho tiempo ya se convierte en una charla insalvable y es mejor fingir que nunca la vimos”, narra divertida Agustina. Y vos, ¿estás listo para ser un policía digital?

Confusiones frecuentes

Los principales embrollos gramaticales

Por qué hay tantos errores en los chats de WhatsApp

•Escribir “llendo” -para referirnos a la conjugación verbal “ir”- en lugar de yendo.

•El flagelo de “haber” y “a ver”: Si bien se pronuncian igual su escritura y significado es completamente diferente. El primero es entendido como el auxiliar de algún verbo en participio, mientras que “a ver” es una secuencia sintáctica (construida por la preposición “a” y el verbo “ver” en infinitivo) que indica intencionalidad.

•La confusión en el uso de “halla”, “haya” y “allá”: Las dos primeras palabras responden a conjugaciones verbales. “Halla” es la conjugación en tercera persona de “hallar” y “haya” se desprende del verbo “haber”. La tercera palabra refiere a un adverbio de lugar.

•El eterno conflicto entre “hay”, “ahí” y “ay”: Escrita sin “h” estamos hablando de una  interjección que sirve para expresar sorpresa o aflicción. Sin embargo, la situación cambia cuando colocamos la consonante en el medio y la palabra se transforma en un adverbio de lugar. Por el contrario, “hay” corresponde a la conjugación del verbo “haber”.

•Los enredos del “porqué”, “porque” y “por qué”: Una vez que aprendamos las reglas de su aplicación la tarea se vuelve más sencilla. “Porqué” es un sustantivo que equivale a “causa” o “motivo” y, sin acento, se convierte en una conjunción causal (es decir, introduce una oración subordinada que explica la causa de otra). Finalmente, “por qué” se emplea en las oraciones interrogativas y exclamativas.

•El mal uso de “vaya”, “valla” y “baya”: El primer caso hace alusión al vallado y cartelera que se usa para delimitar los espacios y no debe ser confundido por “vaya”, conjugación del verbo “ir”. En adición, al escribir “bayas” nos referimos en forma genérica a ciertos tipos de frutos.

•El contagioso intercambio entre “sino” y “si no”: La palabra se escribe junta cuando queremos refutar una negación, como sinónimo de “excepto” o como remplazo de “otra cosa”. Por el contrario, “si no” se usa en las oraciones condicionales negativas y para significar “de lo contrario”.

FUENTE: Viviana Álvarez, profesora de Letras con una maestría en Corrección de Textos

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