Hay un detenido por un tiroteo y un herido en Manantial Sur

Hay un detenido por un tiroteo y un herido en Manantial Sur

“Venía agarrándose del estómago y gritando que le habían pegado un tiro. Se seguían escuchando tiros”, dijo la madre la víctima. En un allanamiento, la Policía atrapó a un joven que habría sido el autor del hecho.

CASOS. Dos agentes de la Policía custodian una cuadra de Manantial Sur, durante un operativo, en enero. la gaceta / foto de josé nuno (archivo) CASOS. Dos agentes de la Policía custodian una cuadra de Manantial Sur, durante un operativo, en enero. la gaceta / foto de josé nuno (archivo)

El 24 de marzo pasado, la sangre había manchado el barrio 40-60 Viviendas de Manantial Sur. Un adolescente de 17 años recibía tres disparos en el pecho al exponerse a través de la ventana, cuando se escuchaban los balazos. Ese día, se mantenía el misterio sobre el origen de los disparos y por qué el muchacho había sido la víctima. La investigación se iniciaba sólo con el relato de su madre: lo vivido adentro de la casa.

Casi dos semanas después, por orden de la Justicia, la Policía concretó un allanamiento en el mismo complejo habitacional y detuvo a Gerardo Omar Toro, de 20 años, quien está imputado en una causa calificada de lesiones agravadas. Al notar la llegada de la fuerza de seguridad, el joven salió de la vivienda e intentó huir por los techos de los vecinos.

Se incautó del hogar un arma de fuego de grueso calibre, municiones y teléfonos celulares. El Ministerio Público Fiscal (MPF) confirmó también que había sido puesto a disposición del Juzgado de Menores de turno, un adolescente de 17 años ubicado en el lugar.

El duelo

La víctima fue baleada en la zona del estómago, cuando se encontraba en el comedor de su casa. Un vecino lo trasladó luego en un vehículo particular hasta el hospital Padilla, donde fue internado. A partir de ese momento, los investigadores comenzaron a sumar datos para poder determinar por qué y cómo había recibido los proyectiles el chico. Con base en testimonios y otras pruebas, comenzó a tomar fuerza una hipótesis: el enfrentamiento con armas de fuego entre bandas.

Desde las 18, miembros de las familias Toro y Córdoba habrían iniciado una disputa armada. El tiroteo habría continuado hasta la noche, según fuentes judiciales, hasta que fue herido el adolescente.

Los tiros se sintieron durante varias horas y era uno de las tantos tiroteos que se producían en el barrio. Los balazos se han convertido en algo cotidiano, a tal punto que no modifica la rutina de las familias de la zona. Ese día, los parientes se fueron a dormir cerca de la medianoche, pese a las “descargas de pólvora”.

“Venía agarrándose del estómago y gritando que le habían pegado un tiro. Se seguían escuchando los tiros. En ese momento, salgo a la calle y les digo que pararan de disparar para poder sacar a mi hijo y llevarlo al hospital (...) Cuando salí, vi a uno de ellos corriendo. Luego se perdió. Al mirar hacia el frente con el fin de saber quiénes disparaban, se metieron todos y no pude ver a ninguno”, contó a la Justicia la madre del chico baleado, Cecilia del Carmen Molina. La causa está a cargo de la Fiscalía Criminal II, subrogada por María del Carmen Reuter. De acuerdo a las averiguaciones judiciales y policiales, Gerardo Toro y su familia se habrían radicado en ese barrio hace poco tiempo.

Desde ese momento, han sido señalados como “gente conflictiva”. Iguales calificativos recibieron los Córdoba. “Solucionan los problemas con las armas”, es el dato que siguieron los investigadores del caso.

En un momento de la pesquisa, el detenido había sido vinculado a la familia Toro de Villa 9 de Julio, cuya referente es Margarita Toro. Sin embargo, un representante de la mujer negó esa versión.

El herido de 17 años continuaba ayer internado en el hospital Padilla. Permanecía estable.

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