Docentes y alumnos viven una pesadilla al quedar aislados en escuelas de Santa Ana

Docentes y alumnos viven una pesadilla al quedar aislados en escuelas de Santa Ana

Cientos de familias resultaron afectadas en el sur a causa de la torrencial lluvia que cayó desde el lunes hasta la madrugada de ayer.

TODO MOJADO. Como esta quedaron las viviendas arrasadas por el agua. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL.- TODO MOJADO. Como esta quedaron las viviendas arrasadas por el agua. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL.-

El cielo se oscureció de repente en la siesta de Santa Ana y enseguida una torrencial lluvia se desató con furia y sin tregua. No pasó mucho tiempo y el agua comenzó a bajar en torrentes voluminosos desde el pie del monte transformando en río la calle principal de la Colonia 14, de Santa Ana.

El pánico se apoderó entonces de los 170 niños y docentes de la escuela 288, ubicada a la orilla de la ruta. El lunes fue de terror para esa comunidad educativa. También para miles de otras familias de esa localidad, Río Chico, de Alberdi, de Donato Álvarez y de Los Guayacanes, entre otras zonas castigadas por una feroz tormenta con lluvia y viento que azotó el sur tucumano.

“Daban ganas de llorar al ver tanta agua que nos rodeaba y que parecía que en cualquier momento nos tragaba. Los chicos estaban asustados y tratábamos de calmarlos. Pero ni una misma se podía controlar”, contó la docente Graciela Cisterna.

La maestra recién ayer pudo retornar a su hogar, trasladada en un carro tirado por un tractor. También lo hicieron algunos niños que pernoctaron en la escuela a la espera de que bajara el nivel de las aguas en la calle. Varios de estos lograron ser rescatados durante la noche, en arriesgadas maniobras, por padres y policías al mando del segundo jefe de la Regional Sur, comisario principal Pedro Gómez. El resto prefirió quedarse hasta que amaneciera.

La misma pesadilla vivieron docentes y alumnos de la escuela 279 de la Colonia 9 de Santa Ana. Ahí el agua, que anegó los caminos, dejó totalmente aislada a la comunidad. Unos 16 docentes y varios alumnos pasaron la noche en el local educativo. Recién a la mañana pudieron retornar a sus hogares.

“Cuando el agua crecía y amenazaba con entrar a la escuela, algunos chicos comenzaron a llorar. Para colmo la lluvia no cedía y no se podía salir del establecimiento”, describió una docente que prefirió no identificarse. “Sentimos miedo, frío y hambre, hasta que por suerte nos llegaron ayudas”, agregó.

AGUA Y BARRO. En muchos sectores el agua abrió socavones, que obligaron a los vecinos a improvisar puentes. AGUA Y BARRO. En muchos sectores el agua abrió socavones, que obligaron a los vecinos a improvisar puentes.

Evacuados y sin luz

En total fueron 130 las familias evacuadas en Alberdi y Los Guayacanes a causa de las graves inundaciones que se registraron el lunes a la tarde luego de la torrencial lluvia que se desató en la zona y que se prolongó hasta la madrugada de ayer.

En menos de una hora en algunos sectores cayeron más de 130 mm. El meteoro produjo el desborde de acequias y canales de desagües.

En Río Chico se autoevacuaron unas 50 familias que se instalaron en improvisadas carpas a la orilla de la ruta 332 que conduce a Santa Ana. “La historia volvió a repetirse, como en otros años, porque aquí los canales y acequias están tapados por los yuyos y las basuras. No se hizo nada para prevenir esta desgracia. Siempre terminamos tapados por el agua, perdiendo todo lo que hemos conseguido con mucho sacrificio”, bramó Rubén Alfaro. “Aquí estamos abandonados sin luz ni agua. Y vamos a cocinar para todos gracias a la solidaridad de gente desconocida”, agregó.

Tala indiscriminada

Mario Roldán dijo que una de las principales causas de las inundaciones que sufren Santa Ana y otras comunidades vecinas es la tala indiscriminada que persiste en los cerros. “Se tiran árboles todos los días con el amparo político. Si esto sigue así, cualquier día vamos a desaparecer todos”, advirtió.

Las calles de Santa Ana también acusaron el paso de las aguas, socavando varias calles del pueblo.

Vecinos voluntarios y policías se abocaron a la tarea de tapar las acequias que se abrieron en las arterias.

Los indignados vecinos anticiparon que van a salir a cortar las ruta 332 y 38 si la provincia persiste en no brindarle solución a la falta de mantenimiento y acondicionamiento de los canales de desagüe y acequias del lugar.

Alberdi y Donato Álvarez

En Juan Bautista Alberdi la lluvia obligó a la evacuación de 105 familias de los barrios CGT y Escaba, entre otros del oeste del municipio. Hasta anoche permanecían 55 en la Escuela de Comercio.

El acceso norte a esta ciudad por la traza vieja de la 38 estaba clausurado. Es que la Municipalidad decidió abrir un canal en la ruta para descomprimir el enorme caudal de agua que permanecía estancada del lado oeste.

En Donato Álvarez unas 1.500 familias quedaron aisladas al quedar socavado el camino de acceso. El lugar permanecía sin luz ni agua. Cientos de vecinos llegaron a pie hasta la ruta 38 a la espera de ayudas, principalmente de alimentos. “El acceso está socavado por la enorme cantidad de agua que bajó del pedemonte. También se produjo la caída de postes del servicio de electricidad. En estos momentos lo que más necesitamos es agua y alimentos”, planteó Ariel Macias.

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