Yo te recomiendo: tres libros para disfrutar

Julio “Chino” Pantoja. Fotodocumentalista, periodista, docente y activista; se graduó como Arquitecto y Técnico Fotógrafo en la Universidad Nacional de Tucumán.

31 Marzo 2019

1) Después de la fotografía

Fred Ritchin

Ediciones Ve - 230 páginas

Lo elijo porque...

es algo así como la Biblia para fotógrafos y fotógrafas del siglo XXI. Aunque a Ritchin -mi maestro- le da pudor cuando se lo digo, lo considero el Roland Barthes de este siglo.

Fragmento de “Después de la fotografía”

La fotografía, tal como la hemos entendido ahora, está llegando a su fin, y con ella una manera de representar al ser humano. Las nuevas tecnologías que permiten generar imágenes han superado algunas de las limitaciones de la fotografía análogica pero también nos han enfrentado, de manera no siempre consciente, a retos inimaginables. A la vez que aumentan los casos de manipulación de contenidos, de uso inmoral o engañoso de una imagen, las nuevas tecnologías nos invitan a construir una fascinante “hiperfotografía”.

2) Las venas abiertas de América Latina

Eduardo Galeano

Siglo XXI - 379 páginas

Lo elijo porque...

es un libro imprescindible para entender nuestro universo continental. Libro iniciático, absoluto; es el que permite unir cada pedazo de tierra con nosotros mismos.

Fragmento de “Las venas abiertas de América Latina”

La “mita” era una máquina de triturar indios. El empleo del mercurio para la extracción de la plata por amalgama envenenaba tanto o más que los gases tóxicos en el vientre de la tierra. Hacía caer el cabello y los dientes y provocaba temblores indominables. Los “azogados” se arrastraban pidiendo limosna por las calles. Seis mil quinientas fogatas ardían en la noche sobre las laderas del cerro rico, y en ellas se trabajaba la plata valiéndose del viento que enviaba el “glorioso san Agustino” desde el cielo. A causa del humo de los hornos no había pastos ni sembradíos en un radio de seis leguas.

3) El Principito

Antoine de Saint-Exupéry

Sudamericana - 112 páginas

Lo elijo porque...

es un libro distinto en cada edad que uno lo lee. Me maravilla cada cita, cada ilustración, cada imagen onírica que me provoca. Hay que leerlo 100 veces por lo menos. Quienes puedan deberían también leerlo en francés.

Fragmento de “El principito”

Como el Principito se dormía, lo tomé en mis brazos y me puse nuevamente en camino. Me sentía emocionado llevando aquel frágil tesoro, y me parecía que nada más frágil había sobre la Tierra. Miraba a la luz de la luna aquella frente pálida (...) y me decía: “lo que veo es sólo la corteza; lo más importante es invisible...” Como sus labios entreabiertos esbozaron una sonrisa, me dije: “lo que más me emociona de este principito dormido es su fidelidad a una flor, es la imagen de la rosa que resplandece en él como la llama de una lámpara, incluso cuando duerme...”

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