La pasión del hincha tiene un aliada: la bandera de su corazón

La pasión del hincha tiene un aliada: la bandera de su corazón

Los lienzos sirven de inspiración y apoyo para los clubes a los que acompañan.

BRILLANTES. Los hinchas de Rennes, de la Ligue 1 de Francia, suelen sorprender con sus banderas. BRILLANTES. Los hinchas de Rennes, de la Ligue 1 de Francia, suelen sorprender con sus banderas.
26 Marzo 2019

La cultura popular ha encontrado en el fútbol un nicho donde mantenerse viva a lo largo de generaciones. Una de las vías de expresión que más fuerza cobra entres las hinchadas son las banderas, los trapos, a secas, que se destacan por su originalidad y contenido.

Las banderas están cargadas de solemnidad e, históricamente, han sido el estandarte de países y ejércitos. De una manera más terrenal, podría decirse que una bandera es la foto del DNI de una nación. Los trapos del tablón carecen de elementos solemnes, pero no por eso pierden valor para quienes los llevan con orgullo. Han sido un medio para enviar mensajes de apoyo, agradecimientos, cargadas al rival, mensajes políticos y, en el peor de los casos, amenazas. Dentro de una misma hinchada hay grupos más pequeños que se identifican con diferentes banderas. Comúnmente son familias, agrupaciones o un conjuntos de amigos.

La intertextualidad juega un papel trascendental conectando a los discursos de distintos sectores como pueden ser el arte, el deporte e incluso la política. El contenido no siempre responde al propio mundo del fútbol, las fuentes de inspiración provienen de infinitas ramas.

La cultura popular trabaja como uno de los mayores proveedores de mensajes, imágenes y experiencias en las tribunas de nuestras canchas, y se la traduce como cualquier acontecimiento o elemento de alcance masivo de gran capacidad e influencia que puede ser decodificada por casi toda la sociedad.

Amor al lienzo

En el debut de River contra Al Ain en el Mundial de Clubes de 2018, el equipo local mostró una enorme bandera con un mensaje: “Mission (im)possible”, acompañada de un personaje icónico del popular videojuego PBUG, famoso entre los jóvenes. Esa noche en los Emiratos Árabes Unidos, Al Ain hizo historia: 2-2 en tiempo reglamentario y 5-4 a favor en los penales. Nasa es imposible...

No hace mucho tiempo hinchas del PSG recibían a su equipo con una imagen gigante de Gokú, el protagonista del popular animé Dragon Ball. En el mundial de Rusia, por los octavos de final, Japón enfrentaba a Bélgica y sus simpatizantes recibieron a su seleccionado exponiendo un enorme lienzo de Oliver Atom, el líder “Captain Tsubasa”, conocida por nosotros como Supercampeones, otro animé que venció al tiempo y a las generaciones.

En Argentina, la imaginación no se reduce a películas o series. Músicos, políticos, caricaturistas e insignias partidarias se destacan en nuestros estadios. Las Islas Malvinas no entienden de colores, se lucen, prácticamente, en todas las tribunas del fútbol nuestro de cada día, representadas por cada club bajo la leyenda, “son argentinas”. Lo mismo sucede con el escudo del PJ (Partido Justicialista) o alguna imagen vinculada a Juan Domingo Perón y del Che Guevara.

En el clásico tucumano de la Copa Argentina 2013, entre los hinchas de San Martín había una bandera en homenaje a Hugo Chávez, el líder venezolano fallecido un día antes, el 5 de marzo. Si nos acercamos a hechos más recientes, los 44 tripulantes que perdieron la vida tras el hundimiento del submarino ARA. San Juan siguen vivos en los colores de los dos equipos grandes de la provincia y del país.

La pasión del hincha tiene un aliada: la bandera de su corazón

De aquí y de allá

Un capítulo aparte merece Rennes F.C., que actualmente milita en la Ligue 1 de Francia. La originalidad de sus hinchas sobresale en cada partido. El cine y Netflix parecen ser sus musas inspiradoras. En un partido contra PSG, Ángel Di María puedo haber quedado hipnotizado al ver como la imagen de Darth Vader se agigantaba en la tribuna local, bajo la leyenda “Star Roaz”, en referencia al nombre del estadio Roazhon Park. Con el estadio como protagonista, la tribuna de Rennes supo lucir el trapo de “La Casa de Papel”, la serie española más vista en el planeta en 2018, pero en aquella oportunidad fue llamada “La Casa de Roazhon”. Wolverine, el X-Men rebelde, tuvo su momento, al igual que el maestro Yoda, de Star Wars, el colorido villano de Ciudad Gótica, el Guasón, el temible payaso Pennywise, del film IT, y Walter White, un profesor de química devenido en traficante de metanfetaminas conocido como Heisenberg en la serie “Breaking Bad”. “No tengas miedo del peligro, tu eres del peligro”, reza una frase de Heisenberg.

En Tucumán la inspiración parece alimentarse con mayor fuerza de la música. “Santos” y “Decanos” visten sus tribunas y calles con trapos donde domina el discurso musical. El rock parece ser el estilo favorito, con referencias a Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Los Piojos, La Renga o Callejeros. La Mona Jiménez y Rodrigo Bueno, por su parte, representantes la cumbia y el cuarteto del tablón.

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En 25 de Mayo y Chile, Callejeros se hace presente en el trapo de Luis Oscar Nieva, conocido como “Gula”: “los dos (Atlético y Callejeros) transmiten la misma pasión. Si hubiere partido o recital, la ciudad se paraliza” expresa el “decano”. Su bandera no conoce de fronteras: “en el Cosquín Rock 2019 escuché a Pato Fontanet y cuando la gente veía mi bandera me decían, ‘el Gigante del Norte o Pulga Rodríguez’. La adrenalina que se siente está a 100.000”. La química entre Callejeros es tal para Nieva que en 2006 instauró un tema en las tribunas albicelestes que aún sigue sonando.

En La Ciudadela, Gabriel Cajal es de Banda del Río Salí y junto a un grupo de amigos hacen la previa antes de entrar al estadio en compañía de un trapo de La Renga. “La bandera es como mi vida, va conmigo a todos lados”, cuenta Cajal mientras señala su preciado tesoro. La Renga y el “Santo” son sus dos pasiones que no entienden sobre ser local o visitante. “Llevé el trapo a los shows de Huracán y de Santiago del Estero. Y a Salta, para acompañar a San Martín”. Cajal afirma que lo que siente por la banda y por su club es inexplicable. “Creo que lo que mejor representa a mis dos amores es la frase, ‘ven a saber lo que se siente’. Por eso está en mi bandera”.

En cada cita deportiva o musical en cualquier punto del país, Atlético y San Martín sentirán el aguante a través de las voces de sus fanáticos y del arte que ellos suelen representar en sus banderas, fieles compañeras de aventuras.

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Manos mágicas

Es imposible no mencionar a Ceferino Sirgo, caricaturista tucumano de LA GACETA. Personificó a varios clubes tucumanos. Entre ellos, sobresalen “El Pituco”, de Atlético, y “El Malevo”, de San Martín. También creo a el “Curita”, referente de Argentinos del Norte, “El Bombero”, de Tucumán Central; “El Juliano”, de Sportivo Guzmán; “El Cuervo”, de Central Norte, y el personaje de la antigua Federación Tucumana, “Ña Fede”. Estos personajes ya mitológicos en la historia del fútbol de la región siguen vigentes en trapos y murales. Eso es pasión.

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