Violenta manifestación por la muerte del joven Diego Lucena

Los efectivos de la bonaerense que controlaban la zona huyeron del lugar a bordo de una camioneta policial ante el temor de agresiones.

24 Junio 2004
BUENOS AIRES.- Manifestantes que participaban de un reclamo de justicia por el asesinato del joven Diego Lucena, irrumpieron dentro de un boliche bailable, lo destruyeron e incendiaron y procedieron de la misma forma con un patrullero policial.
Los efectivos de la bonaerense que controlaban la zona huyeron del lugar a bordo de una camioneta policial ante el temor de agresiones.La comisaría local fue totalmente vallada ante el temor de que los manifestantes reaccionen de la misma manera que lo hicieron en el centro nocturno.
Todo comenzó como un homenaje al chico y pedido de justicia pero los manifestantes, exaltados, arremetieron contra el boliche, ubicado en la ruta 3 al 7800, cuyo interior quedó destruido por los golpes y el fuego que tomó muebles e instalaciones inflamables.Los manifestantes no se quedaron conformes con eso. Un grupo rompió a palazos un patrullero Fiat Siena, lo tumbó y lo prendió fuego utilizando el gas de un aerosol, que rápidamente tomó el tapizado.
La sensibilidad se habría potenciado en las últimas horas ya que trascendió que la novia de Diego habría sido notificada que Si bien versiones señalan que habrían cerca de siete testigos que habrían dado cuenta que el jóven fue golpeado por una patota, la familia, desde el momento en que supo de la muerte de Diego, imputó a la policía local e inclusive, el padre del muchacho, Roberto Lucena, pidió "investigar a la comisaría de San Carlos".
Sergio, hermano de la víctima, acusó a la policía de estar "matando a los pibes, pero se equivocaron en matar a Diego porque era un buen pibe".
Justamente hacia la comisaría se iban a dirigir en las primeras horas de esta tarde, según anunciaron durante el periplo que empezó en el boliche Invasión Tropical y siguió a cuatro cuadras, donde fue hallado el cadáver del joven.
Sin embargo un grupo minoritario se quedó en el boliche y mientras en su interior trabajaban los bomberos, destruyeron el frente, sacaron las letras del cartel con el nombre del local, y otros siguieron arrancando piezas del motor del patrullero.
Diego Lucena, de 22 años, fue hallado muerto por golpes en la cabeza y el resto del cuerpo el domingo por la madrugada.
Según el padre, ante la ausencia del muchacho llamó a la policía y le dijeron que no tenían noticias de su paradero, pero con el correr de las horas se le habría informado que había un cuerpo en la morgue.
Durante los incidentes frente al boliche la madre de Diego sufrió una descompensación y tuvo que ser asistida por médicos de una ambulancia.
Minutos después de que la policía abandonó el lugar los bomberos ingresaron al local y también apagaron el fuego del auto dejando ver el esqueleto del chasis y parte de la carrocería.(DYN)

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