El presunto asesino del policía se había escapado de la comisaría de San Cayetano

El presunto asesino del policía se había escapado de la comisaría de San Cayetano

El sospechoso fue detenido en las inmediaciones del penal de Villa Urquiza.

El principal sospechoso se había escapado de la dependencia de San Cayetano el fin de semana. El principal sospechoso se había escapado de la dependencia de San Cayetano el fin de semana.
12 Marzo 2019

La Policía detuvo esta mañana en el barrio Villa Urquiza al sospechoso de haber asesinado anoche a un efectivo a pocos metros de la autopista Tucumán-Famaillá. Se trata de un preso que se había escapado el domingo de la comisaría cuarta, ubicada en San Cayetano.

Según lo que se informó, se trata de Claudio Alberto Páez, de unos 30 años. Fue detenido después de las 10 en cercanías al penal. En el momento del operativo, el sospechoso se encontraba acompañado por otro hombre, que también estaría involucrado al crimen de Juan Ángel Leal.

Además, el auto que le habían sustraído a la víctima en la zona del Canal Sur y la autopista, un Chevrolet Onix, fue encontrado en un descampado de San Cayetano, a pocos kilómetros de donde se produjo el homicidio de Leal.

Los investigadores persiguen la hipótesis de que el autor del hecho habría participado, horas después, de otro hecho delictivo, ocurrido en el barrio Las Palmeras, en el que un hombre fue atacado a balazos, presuntamente desde un automóvil con las mismas características que el que le robaron al policía asesinado.

El domingo, cerca de la medianoche, Páez aprovechó el clima pos partido entre Atlético y River, cortó una tela de alambre utilizada como techo y se escapó de la seccional 4ª.

Según fuentes oficiales, el reo logró “cortar la tela de alambre” que sirve para cerrar una galería interna de la dependencia policial. Pudo huir por los techos inmediatamente.

Fuentes oficiales reconocieron que en la seccional Cuarta están detenidas casi 40 personas por distintos delitos, cuando la capacidad del lugar sería de menos de 20. Por ello, los reos pasaban varias horas en la galería interna, como medida para evitar el hacinamiento en el calabozo.

Los agentes de turno se dieron cuenta que el sospechoso se escabullía al oír la advertencia del resto de los internos. “Se escapa, se escapa”, habría sido el grito que se escuchó, conforme con los testimonios.

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