
CARTEL. Detalla el horario en el que no se puede estacionar; a su lado, un grupo de alumnos sube a un auto. LA GACETA / FOTO INÉS QUINTEROS ORIO.- la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio

El nuevo ciclo lectivo arrancó en Tucumán y esta vez -entre tantas mochilas, pasos apurados, luces de guiño y bocinazos- el primer día de clases vino acompañado por una nueva ordenanza: una norma prohíbe a los conductores estacionar en las cuadras en las que funcionan escuelas, colegios y jardines de infantes entre las 7.30 y las 19.30. Los únicos que pueden detenerse allí (y sólo por unos minutos) son los papás que van a dejar o a buscar a sus hijos, o los transportes escolares.
Esto es lo que ocurre, por ejemplo, en el Colegio Santa Catalina (Sarmiento 253) donde la doble y hasta triple fila para estacionar solían ser moneda corriente durante los días de clases. “Las personas que no traen a sus chicos a la escuela deben respetar nuestro espacio de movilidad. Muchas veces tenemos que caminar con los más pequeños varias cuadras o bajo la lluvia porque la entrada de la institución está desbordada de autos particulares”, describió ayer al mediodía la conductora Ana Amaya.
Tras la aprobación de esta ordenanza, la Municipalidad comenzó a instalar carteles en la cuadras en las que rige la medida para advertirles a los conductores de la prohibición vigente. Básicamente, se prohibe el estacionamiento de vehículos particulares en las cuadras donde hay establecimientos educativos. Tiene vigencia únicamente en la zona comprendida por las cuatro avenidas y los únicos que pueden parar por unos minutos son los papás y los transportes escolares. “En esta cuestión vial la prioridad tiene que estar siempre en manos de los niños. Cuando se hacen estas colas es muy peligroso porque hay que cruzar entre todos los autos estacionados”, narró Juliana Ruiz mientras le compraba a su hija golosinas en la puerta del Colegio Nueva Concepción (Marcos Paz 66).
Pese a las explicaciones y señalizaciones, ayer quedó claro que no todos los conductores sabían acerca de la norma o que estaban dispuestos a respetarla. Inclusive, muchos papás no sabían cuánto tiempo podían permanecer estacionados en el lugar. “Es complicado medir el tiempo de descenso porque pueden surgir complicaciones que hacen que te atrases. Hay veces en que tenés que firmar algún comunicado o hablar con una profesora y terminás demorándote”, destacó Ana Amaya.
De esta forma, en la práctica, la primera jornada estudiantil del año se convirtió en un juego de estrategia: medir el espacio vacío, cerciorarse del reloj y mantener el motor encendido en todo momento fueron algunas de las tácticas utilizadas por los frenéticos conductores ante el miedo por las multas.
“No entramos todos”
“Para nosotros, la aplicación de esta ordenanza está buenísima, pero la verdad es que no entramos todos en la cuadra. Necesariamente algún automóvil va a tener que estar en doble fila por una cuestión de espacio y la cantidad de alumnos que se mueven”, explicó Julio César Alzueta mientras caminaba hacia el auto que dejó estacionado a una cuadra del Nueva Concepción.
Por otro lado, hubo padres que prefirieron evitar complicaciones y recurrieron a las guarderías. “Desde el año pasado dejo mi camioneta en una cochera. Me cansé de renegar con las filas interminables. Encima, en las horas pico, se agregan al desorden las congestionadas paradas de colectivos y los taxis”, explicó Lucía Enríquez, madre de Javier y Santino, ambos alumnos del Instituto Técnico Privado Ingeniero Anacleto Tobar (Virgen de la Merced 145).
Operativos
Según informó Enrique Romero -subsecretario de Tránsito y Transporte Operativo del Municipio capitalino- ayer por la mañana se secuestraron 16 autos que permanecían estacionados desde la noche anterior en las cuadras en las que rige la prohibición.
Con respecto a los transportes escolares, el funcionario explicó: “estos vehículos tienen prioridad porque brindan un servicio que se caracteriza por ser puerta a puerta. Por eso, si ocurriese algún caso donde debieran estacionar en doble fila no se les va a poner ninguna multa. Además, los transportes escolares cuentan con un espacio asignado en las instituciones educativas para el ascenso y descenso de los alumnos”, aclara Romero. (Por Guadalupe Norte)







