Con lluvia, honraron a la Virgen de Lourdes en San Pedro de Colalao

Con lluvia, honraron a la Virgen de Lourdes en San Pedro de Colalao

Como todos los años miles de fieles devotos de Lourdes asistieron a a la celebración para agradecerle. Testimonios y muestras de fe. El día de la Virgen se conmemora hoy y continúan los festejos

(Por Karen Fernández) Dicen que la fe mueve montañas, y los miles de peregrinos que asistieron este fin de semana a la fiesta de la Virgen de Lourdes aseguran que la fe puede parar la lluvia. Al son de “Señor, por favor, para la lluvia”, más de 30.000 fieles asistieron a San Pedro de Colalao para honrar a la Madre de Jesús. Hoy se cumplen 161 años de la primera aparición de la Virgen a Santa Bernardita en, Lourdes, Francia.

“Estamos muy felices, porque este fue el año en el que más signos y milagros tuvimos en la gruta gracias a la Virgen”, asegura Patricia Pérez García, presidenta de la Fundación Gruta de Lourdes.

Teresa -que prefiere no brindar su apellido- se acercó temprano al predio donde tuvo lugar la misa, movilizada en su silla de ruedas. “No quiero usar paraguas, porque uso las manos para poder moverme y si la Virgen quiere que me moje, voy a dejarme llenar con su gracia y agua bendita”, afirmaba a medida que buscaba el mejor lugar para ubicarse.

A pesar de la persistente lluvia los fieles se presentaron con sus paraguas y capas para participar de la misa presidida por el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, que hizo hincapié en el lema “Con María nos acercamos al hermano”, y pidió caminar juntos como Iglesia tucumana, sobre todo ahora: “porque estamos sufriendo mucho como patria ya que quieren atentar con la vida”, dijo.

También pidió: “que todas nuestras actitudes humanas se conviertan en actitudes cristianas”. Los fieles escuchaban atentos mientras empezaban a cerrar los paraguas. Había dejado de llover.

El sábado se cumplieron 20 años de la primera puesta en escena de la obra “El mensaje de Lourdes”. El guion fue de Silvia Elías de Pérez (hoy senadora) y la dirección estuvo a cargo de Graciela Weiss.

Para la escenificación se cortó la ruta, se apagaron todas las luces y actuaron más de 200 personas, entre fieles de la parroquia e integrantes del grupo de Lourdes.

Una de las sorpresas de la representación de este año fue la irrupción de los “soldados” a caballo, que lograron gran impacto entre el público.

Al finalizar la puesta en escena los fieles se unieron en oración iluminando todo el predio con velas, flashes de celulares y fuegos artificiales, mientras la Virgen era trasladada de nuevo a su gruta y muchos peregrinos la acompañaban con fervor.

En la piel del personaje

María Posse, que actúa desde hace 19 años en la representación, este año protagonizó a Bernardita por primera vez. “De niña, lo tomaba como un juego. A medida que fui creciendo, entendí que somos instrumentos de Dios para dar a conocer el mensaje de nuestra Madre”, reflexionó.

“Representar a Bernardita me hizo sentir más cerca de María. En cada escena, al mirar el hueco del la gruta, sentí su presencia. Debemos animarnos a entregarnos a ella que viene como agua pura a limpiar nuestro corazón. Como misionera volví a sentirme llamada. Ella me eligió y estoy segura de que la escenificación es un pedacito de cielo en la tierra y la Virgen baja para tocar cada uno de los corazones de los peregrinos”, afirmó Posse.

“Muchos fieles vienen por curiosidad a ver lo que creen que es una obra de teatro. Pero es una catequesis no convencional”, aseveró Pérez García.

Testimonios de fe

Rosa Castro no pudo evitar emocionarse y aplaudir de pie la puesta en escena. “Estoy muy agradecida con la Virgen. Yo no era devota, ni siquiera creyente. Una vez unos amigos me invitaron a San Pedro cuando era la fiesta de la Virgen. Acepté la invitación aunque no quería ir a la fiesta. Cuando volví a mi casa, encontré trabajo después de estar buscándolo por meses”, relató. “Mi amiga me dijo que le había pedido a la Virgen por mí, estoy muy agradecida y por eso vengo hace más de ocho años”, recordó Castro. Juan Manuel Viaña fue uno de los encargados de movilizar a 50 misioneros lourdistas para que puedan disfrutar en comunidad de la fiesta. “Este evento es una gran forma de empezar el año para nuestra comunidad. Tenemos una conexión muy grande con la Virgen. En nuestros grupos el mensaje de María marca nuestra forma de vivir la fe, nuestro carisma, y cómo hacer llegar a Dios a los demás. Siempre es bueno y necesario llenarse del mensaje para poder reafirmar nuestra identidad misionera”, añadió.

Milagros Acosta visitó la gruta de la Virgen -una réplica de la que está en Francia- con su bebé de cuatro meses, que sufre problemas respiratorios. Su hijo lloró durante todo el tiempo que estuvieron haciendo fila, hasta que Milagros pudo llegar cerca de la Virgen y acercó el niño a la imagen. En ese momento, el pequeño empezó a sonreír. “Tengo fe en que mi bebé se va a curar, su Madre del cielo lo va ayudar”, dijo y para completar la visita sumergió a su hijo en agua bendita de la gruta.

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