El último acorde de Juanjo Domínguez, el músico que tocó con todos

El último acorde de Juanjo Domínguez, el músico que tocó con todos

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11 Febrero 2019

En su casa de Lanús había una guitarra. Su papá, panadero de profesión, intentaba una y otra vez sacarle algún sonido. No lo lograba. El pequeño Juan José Domínguez lo miraba, aprendía en silencio y un poco se exasperaba: el papá no le pegaba una con la guitarra. Hasta que una de esas tardes, le pidió el instrumento y, como si se tratara de una virtud que corría por sus venas desde el nacimiento, completó una melodía. Resultado: el padre abandonó los intentos, nunca más trató de tocar la guitarra, y casi de inmediato inscribió a “Juanjo” en una academia de música donde comenzó a pulir su virtuosismo.

Así fue el comienzo de una de las leyendas de la música argentina. “Juanjo” Domínguez, como se lo conoció en el ambiente, dejó una huella fundamental en la historia artística de nuestro país. Falleció ayer, a los 67 años, luego de seis décadas dedicadas principalmente al tango y a la milonga. Sus restos serán velados hasta hoy, en una casa de sepelios de Buenos Aires.

“Tengo la sana intención de poder decidir cuándo abandonar la fiesta”, había deslizado en 2009, durante una entrevista con radio La Red. El anuncio hacía referencia a su decisión de no sacar más discos, luego de haber publicado 24 álbumes como solista y varias decenas acompañando a otros músicos como María Graña, Horacio Guarany, Armando Manzanero y Chango Nieto. Con Roberto Goyeneche también hicieron un equipo inolvidable. “Insultar al tango es como insultar a la patria”, solía decir Juanjo, hablando de su amor por la música del arrabal. Eso sí era un mandato familiar: su mamá tocaba en bandoneón desde que él estaba en su vientre.

Domínguez no se quedó nunca en el calor de la música popular argentina. Tan prolífico como diverso, se dice de él que tocó con todos, pero también tocó todo. Entre sus interpretaciones como solista o frente de los conjuntos que integraba se daba tiempo y espacio para interpretar a Alfredo Zitarrosa, a Chabuca Granda e incluso a The Beatles. “Ocurre con Los Beatles que son personajes que marcaron una época y están en el oído de toda la gente”, argumentaba.

“Fue uno de los íconos indiscutibles”

La sorprendente e infausta noticia sobre la muerte de “Juanjo” Domínguez, fallecido ayer a los 67 años, caló hondo entre los músicos argentinos, y no dudaron en dimensionar su figura guitarrística.

“Juanjo Domínguez era un señor de la guitarra, fue alguien que la dominó y la amó como pocos y me entristece mucho su partida”, resumió a Télam el guitarrista y autor tucumano Juan Falú.

Forjado en las arenas del jazz y el rock, Ernesto Snajer expresó: “fue uno de los íconos indiscutibles de la guitarra argentina, cuestión que no es menor en un país donde la guitarra es sin dudas el instrumento del pueblo”. El guitarrista y productor resaltó que Domínguez fue un referente enorme por su toque y su técnica descomunales, pero sobre todo por la magia de su sonido atravesado por la música argentina. “Por eso para mí integra la dinastía de próceres junto a (entre otros) Roberto Grela, Aníbal Arias, Eduardo Falú y Tito Francia. Artistas enormes de sonido personal y un legado eterno”, dijo.

El folclorista José Ceña recordó una anécdota que define a su colega fallecido: “una vez comenzó a improvisar a partir de lo que le pedía el público y alguien lo desafió pidiéndole la ‘Sinfonía N°40’ de Mozart y él dijo que no la conocía pero entre la gente alguien dijo ‘sí que la conocés Juanjo’ y le tarareó la melodía a lo que Juanjo respondió ‘ah, esa’ y la tocó entera”.

En las redes sociales, además, lamentaron la pérdida Amelita Baltar, Franco Luciani y Juan Gigena Ábalos, entre muchos otros.

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