07 Febrero 2019
WASHINGTON.- “En el pasado, la mayoría de la gente en este salón votó en favor de un muro, pero nunca se construyó uno apropiado. Yo lograré construirlo”. En su discurso acerca del Estado de la Unión, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió levantar la barrera con México para brindarle al país un sistema fronterizo “seguro, legal y moderno”.
Trump habló frente a una sesión conjunta del Congreso en la Cámara de Representantes. Allí calificó a la inmigración ilegal de “crisis nacional urgente”, pero evitó declarar una emergencia fronteriza para construir el muro con fondos del Ejército. En cambio, instó a demócratas y republicanos a encontrar un compromiso antes del plazo del 15 de febrero, día en que podría volver a cerrar una parte del Gobierno si no el Congreso no aprobara el presupuesto.
El líder republicano se presentó en el Poder Legislativo pocas semanas después de que su solicitud de U$S 5.700 millones para construir el muro provocó una histórica paralización parcial del Gobierno por 35 días, de la cual lo culpa más de la mitad de los estadounidenses, según un sondeo de Reuters e Ipsos.
El discurso, que la Casa Blanca televisó a toda la nación, dio a Trump su mayor oportunidad hasta la fecha para explicar por qué cree que se necesita una barrera en la frontera sur de Estados Unidos con México. “Dicho de manera simple, los muros funcionan y salvan vidas, así que trabajemos juntos, comprometámonos y alcancemos un acuerdo que haga realmente seguro a Estados Unidos”, expresó Trump.
Oficialismo y oposición aceptaron reabrir el Gobierno el mes pasado, pero sin conceder los millones de dólares que Trump pide para financiar la expansión del muro fronterizo con México. Por eso aprobaron fondos por unas semanas, hasta el 15 de febrero. “El Congreso tiene diez días para aprobar una ley que garantice la seguridad de la frontera Sur. Éste es el momento para que el Congreso le muestre al mundo que estamos comprometidos a terminar con las mafias del tráfico de personas”, espetó.
“Éste es un tema moral”, sentenció Trump, que presentó a varios familiares de personas presuntamente asesinadas por inmigrantes sin papeles y a miembros de las fuerzas de seguridad que patrullan la frontera Sur y persiguen a traficantes de personas. Tras relatar las historias personales de estos invitados, el presidente volvió a pedir al Congreso que apruebe los fondos necesarios para expandir el muro fronterizo con México.
Dos bandos enfrentados
Como la mayoría de las legisladoras demócratas, Nancy Pelosi, la nueva presidenta de la Cámara de Representantes, vistió de blanco para celebrar el 100º aniversario del voto femenino. Pelosi aplaudió con pocas ganas, puso muchas caras serias durante el discurso y no dio ninguna señal de estar cediendo en su oposición a la demanda de fondos para el muro.
Por su parte, la senadora republicana Susan Collins instó a Trump a no declarar una emergencia porque “una medida así alteraría el equilibrio de poderes entre la Casa Blanca y el Congreso”.
Al mismo tiempo, Trump advirtió que los intentos demócratas para investigar a su Gobierno y la posibilidad de que Estados Unidos se implique en guerras en el extranjero podrían poner en peligro la economía del país. “En Estados Unidos está ocurriendo un milagro económico y lo único que puede detenerlo son las guerras tontas, la política o las ridículas investigaciones partidistas”, advirtió.
Estas declaraciones coinciden con un momento en que los demócratas, que ahora controlan la Cámara de Representantes, planean una serie de pesquisas al Gobierno de Trump. Además, un fiscal especial investiga la injerencia rusa en la elección presidencial de 2016 y la posible colaboración entre el equipo y Moscú.
En este contexto, está por verse si el mandatario y sus rivales logran acercar posiciones, ya que todos están atrincherados preparándose para las elecciones de 2020.
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