28 Enero 2019
María Gabriela Bosso. Escritora y cineasta. Dirige el Festival de Cine Internacional “Signos de la Noche” y tiene publicadas dos novelas “Acerca de Judas” y “Musha”.
Salir a la Nieve
Máximo Chelín
Fundación el Libro (224 páginas)
Lo elijo porque...
Es una colección de 12 cuentos hipnóticos donde el suspenso es el principal protagonista. Una vez que leíste el primer párrafo de cualquiera de los cuentos, ya no lo podes soltar hasta el final. Ninguna de estas historias está escrita por que sí. Son en cambio una invitación a buscar el revés y lo sombrío de la cotidianeidad.
Fragmento de “Salir a la nieve”
“Me despierto y es como salir de un pozo con una piedra atada al cuello. Noto el espacio ahuecado y todavía tibio al otro lado de la cama. Me incorporo apenas, con torpeza, doloridos los hombros y el cuello, y veo a Irene sentada en el sillón, envuelta en una manta de lana y en el humo del cigarrillo que fuma. Miro su forma oscura, alumbrada desde atrás por la luz que se filtra por la ventana, miro el punto rojo, humeante, que se mueve y se inflama y casi desaparece. Siento la boca cubierta por algo pastoso, me asquea el olor de mi aliento...”
El hombre en Busca de Sentido
Viktor Frankl
Editorial Herder (168 páginas)
Lo elijo porque...
Este libro me cambió la vida y, por eso, lo receto como un raro medicamento para el alma. Al leerlo es imposible no vislumbrar lo maravilloso de nuestra propia vida. La obra cuenta el camino del doctor Frankl, un psiquiatra austríaco que sobrevivió a los campos de concentración, a través de múltiples laberintos de dolor. Es ahí donde puso en práctica su teoría del sentido.
Fragmento de “el hombre en busca de sentido”
“Pero, ¿con qué soñaban los prisioneros? Con pan, pasteles, cigarrillos y baños de agua templada. El no tener satisfechos esos simples deseos los empujaba a buscar en los sueños su cumplimiento. Si estos sueños eran o no beneficiosos, ya es otra cuestión. El soñador tenía que despertar de ellos y ponerse en la dura realidad de la vida en el campo y del terrible contraste entre esta y sus ilusiones. Nunca olvidaré una noche en la que me despertaron los gemidos de un prisionero amigo, que se agitaba en sueños, obviamente víctima de una horrible pesadilla”.
La Chaco
Juan Solá
Editorial Hojas del Sur (100 páginas)
Lo elijo porque...
Cuando la leí esta novela se tatuó en mi memoria y me conmovió inmensamente. Con sus palabras mágicas y siendo el dueño de un estilo particular de escritura, Juan Solá logra sacar belleza del dolor. Hace un tiempo -en una entrevista- el autor explicó que escribía para que sobreviva la historia que cuentan aquellos que pierden y es por eso que lo leo.
Fragmento de “La chaco”
“Lloré mucho, lloré desconsolada. El sol siguió trepando por el cielo y los azulejos dejaron de ser amarillos y entonces fueron naranja, y fueron púrpura. Y cuando la luz golpeó las hojitas de afeitar, los azulejos también fueron rojos. Rojos como la sangre que me pintaba mis rodillas huesudas.
No hubo más olor a café y la textura de los gajos de mandarina se me escapó de los dedos. Tampoco escuché el ruido de los platos que se apilan en la mesada después del almuerzo del domingo. Las chicharras cantaban sus penas abrazadas a los lapachos del patio”.
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