Cartas de lectores
08 Enero 2019

Adiós al “Pulga”

Como hincha de Atlético Tucumán me duele que “El Pulga” se vaya de nuestro club, al cual le dio tantas alegrías, tantos goles formidables, y un récord único en el club de 25 de mayo y Chile: 130 goles. Luis se inició en Racing de Córdoba en un breve paso en el 2004. Llegó a Atlético en 2005, donde estuvo hasta 2010, allí empezó a ser un goleador único y comenzó a hacer historia en el club. Luego emigró a Newells Old Boys de Rosario, donde jugó una temporada: 2011-12, sin tener continuidad; y regresó al deca. Aquí comenzó la segunda etapa y las más brillante hasta el 6 de enero, cuando dijo adiós para sumarse a Colon de Santa Fe. Hizo goles formidables como a River en el monumental, a Independiente, a Tigre, a Belgrano, a Oriente Petrolero, y otros tantos exquisitos, de picada donde humillaba al portero. Se llevó los aplausos de los mejores clubes de la Argentina y del mundo. Cuando yo era niño pensaba si alguna vez Atlético o San Martín podían llegar a jugar una Copa Libertadores de América como lo hacían Boca, River, Independiente, Racing, Vélez, y si alguna vez Tucumán podrá jugar ese torneo. Mi sueño se hizo realidad desde el gol de Zampedri a Nacional de Ecuador, y luego pasar a Junior. Atlético estaba en zona de Grupos, jugó contra Palmeiras, Peñarol y Wilsterman. Se fue en primera rueda, pero el sueño estaba cumplido. Luego la copa Sudamericana, después la copa Argentina, donde terminó siendo subcampeón. Vino 2018 y fue el mejor equipo del torneo barriendo a Peñarol, The Strongest y Libertad. El Pulga fue el emblema de nuestro equipo. Luego pasamos a octavos y eliminados a un campeón como Atlético Nacional de Medellín. Vino luego Gremio. Es un sueño del pibe, jamás pensé que un equipo de Tucumán iba a jugar contra un grande de Brasil como el equipo de Porto Alegre. Fue un partido inolvidable a pesar de caer 0-6 abajo. Atlético hizo que Tucumán sea conocida a nivel de América. Equipos que nos subestimaron se fueron derrotados. Hoy Luis nos deja. Le deseo la mejor de todas las suertes en el sabalero. Sólo decirle: “Gracias Luis Miguel Rodríguez” por todo, por hacer grande al deca, al fútbol de Tucumán y haber logrado este sueño para mi: ver un equipo de Tucumán jugar y estar entre los ocho mejores de América. Gracias Decano. Y como se dice: “eres mi bandera, mis escudo, mi raza, mi pasión, mi vida entera”. Hasta pronto Pulga.

Fernando Esteban Saade

Rondeau 288

San Miguel de Tucumán

Felices y problemáticos años

La vida es como largarse a caminar; se equivocan los que buscan, los que quieren, los otros duran y nada más. He llegado a mis casi ocho décadas; a veces me parece mucho lo recorrido, más cuando los recuerdos me ayudan, todo me queda “ahícito” nomas; a veces me siento joven, otras no tanto, sin exagerar, a veces dos o tres o más, de ésas que les llaman: “patologías crónicas” sosiegan mi caminar. No obstante sigo y sigo, me digo, no por caminar despacio, he de dejar de llegar: pasan las horas, pasan los días, el tiempo pasa (debo reconocer), me desbordan mis deseos de llegar; mientras tanto trato de no soñar ni querer demasiado. Tengo miedo que por tanto querer o soñar, me olvide de vivir lo que me queda, en mi justa medida, pretendo ser cada día menos sensible, menos emotivo, no quiero que me duela o me lastime el alma, por ésas que a veces impensadamente pasan. Ya no soy el de aquellos años mozos, el que podía sobreponerme a las tormentas y a las tempestades de la vida. No obstante, las cosas que puedo lograr o las que ya no puedo; no por eso dejo repetirme ni por un momento, “que hermosa es la vida”; sobre todo, desde cuando casi a los ochenta, la comenzamos a valorar, en su justa e inapelable medida, la más humana que podamos imaginar.

Héctor Leonardo Bravo [email protected]

Petición inútil

Al parecer la realidad política en nuestra provincia se esfuerza en dar notas de sensiblería partidaria, de tal forma que lidian en el ridículo. Para el caso, Yeldin pide informes a una ministra de la Nación para saber quién envió las cajas con pan dulce y otras cosas al intendente, Germán Alfaro, para repartirlas entre la gente necesitada con motivos de las fiestas, para el caso de navidad. Como le ganaron de mano y se la hicieron bien, al parecer Yeldin pretende con un exagerado surrealismo lo siguiente: que los beneficiados devuelvan las cajas que ya consumieron y, una vez devueltas con su contenido intacto (asunto bien difícil), y recibidas por él, proceder en persona a repartirlas de nuevo, pero a sus amigos, claro. En esta breve carta sólo me resta pedirles a los políticos un poco más de grandeza y de desprendimiento. El contenido que tuvieron las cajas no enriquecen a nadie, sólo un poco de felicidad para la gente del pueblo, que seguramente quedará muy agradecida.

Mario Rubén Díaz

Rondeau 1.020

Mercado del Norte

LA GACETA se ha caracterizado por instalar a través del tiempo, temas de interés común que alguna vez tienen su “cuarto de hora” brillante para caer en el olvido. Uno de ellos es la preocupante situación edilicia, sanitaria y legal del Mercado del Norte; con severos afloramientos de las capas freáticas, invasiones vegetales y concesiones largamente caducas y mantenidas con el respirador artificial de medidas cautelares “provisorias” que celebran décadas. Los mercados municipales desempeñan un papel trascendental en la vida económica, social y cultural de las ciudades; ya que tienen capacidades para crear riqueza y empleo, generar zonas de convivencia social y contribuir a mejorar la calidad urbana y en todo el mundo se ha comprendido la importancia de su recuperación, sostenimiento y revalorización. La Municipalidad de Tucumán, a través de la Dirección de Planeamiento Urbanístico Ambiental celebró convenio con la Universidad Nacional de Tucumán para someter al abordaje específico esa problemática. Lamentablemente, lo que sigue es el canasto del olvido, a menos que la cuestión interese de un modo más permanente e intenso a la opinión pública. En ese sentido, el auxilio del diario resultaría una ayuda valiosa. Nuestro querido Mercado del Norte merece un destino mejor que la picota vil, un shopping center, una clausura por tiempo indeterminada o una Salada; en beneficio de todos los tucumanos.

Víctor M. Rougés

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