En Atlético, no hay nada como volver al laboratorio

En Atlético, no hay nada como volver al laboratorio

Después de un mes de licencia, el plantel regresó a las prácticas con un claro objetivo: clasificarse a una copa internacional.

CONTACTO INICIAL. Lo más duro de la pretemporada comenzará a partir de mañana, con el primer doble turno. Gimnasia (LP), el sábado 26 por la fecha 16 de la Superliga, es el primer gran objetivo del grupo. LA GACETA / FotoS de José Nuno CONTACTO INICIAL. Lo más duro de la pretemporada comenzará a partir de mañana, con el primer doble turno. Gimnasia (LP), el sábado 26 por la fecha 16 de la Superliga, es el primer gran objetivo del grupo. LA GACETA / FotoS de José Nuno
04 Enero 2019

Dos minutos antes de las 18, el plantel completo de Atlético, incluido cuerpo técnico y colaboradores, dice presente en la cancha central del complejo de Ojo de Agua. El entorno del escenario donde se cocina lo que después se desayuna, almuerza, merienda o cena en la Superliga, ha cambiado quizás un poco a la vista de los curiosos.

Superado el portón principal del predio, el acceso hacia los dominios exclusivos de los profesionales tiene puerta corrediza nueva y arbustos que limitan y custodian la senda hacia las dos casas, el vestuario principal y la pensión de los chicos de otras provincias.

Es el primer día de los jugadores nuevamente juntos después de 30 de no haberse visto las caras. Pasó un montón de tiempo. “Y sí, el último verano fueron 12 días, los que tuvimos para descansar”, recuerda sonriente Jonathan Cabral. “Yoni” pasó parte de su licencia en la playa. “Con mi familia, disfrutando de ella”, agrega todavía de espaldas hacia el camarín.

“No vi nada, recién llego y me puse a charlar con ustedes”, le confiesa a LG Deportiva y otros colegas el central, a quien rato después saludarán con esos abrazos que hablan de que no se trató de una formalidad sino que se trató de un abrazo amigo. Para los “Decanos”, es como volver a clases, lisa y llanamente. Y Ricardo Zielinski, en este caso, es el profesor y jefe del laboratorio.

“Es lindo volver, es lindo estar con los compañeros. La vara quedó muy alta en 2018 y sabemos todo los que nos jugamos este año”, reconoce el zaguero, tan fresco como una lechuga y motivado como si cada una de las 11 finales que le restan de la Superliga al “Decano” fueran algo más que un partido de 90 minutos. “Lo principal es seguir alejados del descenso, pero también queremos soñar con algo más”, asegura.

Cabral no suelta prenda en esa de que al promedio no hay que prestarle mayor atención. “No, primero tenemos que ocuparnos de eso, no dejar de pensar en sumar”, dice en una respuesta que conlleva un doble sentido que puede mutar en un solo objetivo: si la cosecha es buena, no habrá que hablar de descenso pero sí de campeonato y torneos internacionales. “Tenemos que clasificarnos a una copa”, ahora sí se ilusiona el ex Racing. “Va a depender mucho de nosotros. Hoy lo estamos planteando nosotros”.

Será, entonces, cuestión de revalidar lo hecho en las primeras 15 fechas de la Superliga. “Dejamos la vara muy alta y la misión es difícil. Los equipos que por ahí nos enfrenten nos van a tener más respeto, más sabiendo que Atlético mantuvo su base -considera Cabral-. Trataremos de hacer las cosas bien para poder clasificarnos a una Libertadores o a lo sumo a la Copa Sudamericana”, para que ello suceda, Atlético deberá finalizar el torneo entre los 10 mejores. Por lo producido en el semestre anterior, todo puede ser posible. De los 15 partidos que jugó el “Decano”, ganó ocho, empató cuatro y perdió dos, el último antes del receso con San Martín. “Dolió, sí, pero un partido no mancha todo lo bueno que hicimos durante 2018”, expone el defensor.

Si hay algo que este grupo jamás hizo fue quedarse a mirar el pasado. El retrovisor no tiene espejo en el auto “decano”. “Esta es una nueva etapa, se renuevan los desafíos y hay que tratar de estar entre los primeros 10 del torneo. Amén de eso, lo importante es que Atlético se quede mucho tiempo en Primera”, sostiene Cabral, sin perder la frescura y la sonrisa. “Esperemos que el ‘profe’ (Meoni) nos trate bien, je”.

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