Cartas de lectores
04 Enero 2019

País rico, país pobre

Nuestro país, aparentemente tan rico, hoy demuestra ante el mundo ser un país pobre. Un contrasentido absoluto, pero real por cierto. Eso sí, somos ricos en la mayor cantidad de corruptos en todos los niveles, no únicamente en los niveles de mando. En verdad reinan la mentira y las estadísticas falsas. Al parecer nos han mentido desde siempre y hoy ¿mentimos todos? ¿Alguna excepción? Tal vez. Asusta leer a Alberdi y a las notas de Oscar Terán, donde en sus escritos desnuda a todos aquellos a quiénes considerábamos nuestros héroes como San Martín o Sarmiento, las distintas Juntas de Gobierno, etcétera. Alberdi describe la enorme corrupción de aquellos tiempos, que supongo, fue la semilla que germinó en nuestros fértiles suelos y que, al multiplicarse, dio lugar a la maraña de corruptos que hoy asuelan al país. Esto es hoy un “sálvese quien pueda” pero ¡robando lo más que puedan! Eso sí, engaños y mentiras conscientes, o dichas por ignorantes, desde aquella de que “somos el granero del mundo” que nunca nadie pudo demostrar hasta hoy, y quienes dicen que “producimos alimentos para 400 millones de personas” y nuestra población, con sólo el 10% de aquella cifra, muestra un 35% de pobreza, con desnutrición infantil (50%)  y un porcentaje importante de indigentes que no tienen comida. Al parecer, las crisis económicas son el resultado de las crisis morales de los gobernantes y que, en cascadas, bañan e impregnan hasta el último habitante de nuestra tierra. Las crisis suelen ser además, producto de la vagancia, de los robos, de la inseguridad, de cuanta violación es posible a normas o leyes ya establecidas. Faltan entonces valores éticos, solidaridad para con el prójimo. Escuchaba a Durán Barba, ecuatoriano, el asesor principal de este Gobierno, en una entrevista que duró una hora. Me daba la sensación de estar escuchando a Mr. Gardener, eso sí, con manifiesta inclinación a psicoanalizar o psicologizar, a rebajar a cuanta persona esté en desacuerdo con él. En 60 minutos se dedicó a alabar al Presidente, quien por cierto le paga su sueldo. En tanto, damos ante el mundo todo, la penosa muestra de la mayor corrupción con el mejor, pero no único ejemplo, de lo que ocurrió con la AFA, subsidiaria de la FIFA. ¿Que Grondona cobró en coimas U$S 15 millones? No parece sorprender a nadie, y si parece que genera envidias ¿Que algunos medios contribuyen a denostar gobiernos y a evitar la elección de determinados candidatos? ¿Y la crisis generada por fotocopias de algunos cuadernos? ¿Y el comportamiento de algunos jueces? ¿De la justicia toda? ¿Que esto nos llevó a la crisis actual? ¿Les parece que en realidad habría que tallar y dar de nuevo para  cambiar nuestra realidad: “país rico, país pobre”. Los ejemplos sobran: Masso, tiempo atrás, en el programa “Panorama Tucumano”, después de repetir el absurdo “nuestro país tan rico” (¿sabrá algo de áreas desérticas, de sequías, heladas o inundaciones?), invitó a Yedlin a “sentarse a conversar”. ¿Recién ahora, después de casi tres años de cobrar un sueldo sin saber para qué? Pero, entonces, ahora sí empezamos a comprender qué nos pasa y seguirá pasando con este tipo de  funcionarios (¡y son muchos!) incapaces de prepararse para  el cargo que entonces detentan, sólo detentan.

Federico Vázquez

Amazonas I

El diario inglés The Guardian ha hecho notar que sólo cinco países del mundo (que incluyen a Brasil y a Estados Unidos) tienen control del 90% de las reservas ambientales que aun pueden salvar la vida sobre la Tierra de una extinción. Ante ese escenario y cumpliendo con sus promesas electorales el flamante presidente Bolsonaro intenta como primer paso sacar toda protección al Amazonas y proseguir con su destrucción. Con su demencial colega Trump pisándole los talones en Alaska no es de extrañarse que muchos vean en el Apocalipsis Bíblico la metáfora premonitoria de lo que la evidencia científica indica que ocurrirá. Pese a que el presidente Macri no ha expresado aun que esté en concierto con Bolsonaro (su canciller sí lo ha hecho indirectamente) tampoco rechaza los conceptos retrógrados vertidos por este último. Más aún, la ministra Bullrich disputa la autoría de muchas ideas de dicho extremista. Confiemos en que por un vez la razón prime sobre el exitismo ignorante y Macri rechace la invitación de Bolsonaro a efectuar juntos una caminata hacia la noche eterna.

Leonardo Peusner

Amazonas II

Así como el “cambio climático” no es chiste ni cuento y todas las alertas dadas desde la ciencia no son meros intentos de detener algún “progreso”, ese que nos acerca aceleradamente hacia la destrucción de nuestro actual ecosistema; cada negación de lo obvio y permiso para explotar las poquitas áreas prístinas de nuestro planeta es una condena a muerte a todos los seres vivos, humanos incluidos. Vale preguntar cuál es el real valor de alguna riqueza monetaria y/o poder sobre lo yerto y en que impiadosa mente puede radicar el proyecto de active el ingreso al infierno. Brasil, dueño del pulmón de este muy enfermo mundo. Parece portar la respuesta, el odio y la intolerancia resumidos en un líder suicida, han dotado a Jair Bolsonaro de la suficiente estupidez para atentar contra la integridad del Amazonas. “O mais grande do mondo” también puede ser el máximo error y capricho, el de correr de hacia el peor final.

Karina Zerillo Cazzaro

Ambientalistas

El ex gobernador, actual senador nacional José Alperovich, desea volver a ocupar la gobernación. Comenzó a mostrarse públicamente en los medios. Regala heladeras a Don Juan, ese artefacto que las inundaciones en el sur se llevaron. Ahora aparece como el “salvador”, eso lo podría haber hecho antes ayudando a hacer obras para evitar las inundaciones del sur. Resulta demagógico el querer mostrar que regala una heladera o herramientas de trabajo. Dice el tango tan bien interpretado por Argentino Ledesma; “fueron tres años, mi vida”; pero en el caso del senador fueron “doce”. A añade: “y quítame este tormento, porque tu silencio ya me dice adiós”. Sí doce años de tormento para el ambientalismo en los cuales debimos ser ciegos, sordos y mudos, valía todo. En esos años se incrementaron la mortandad de peces en los ríos y en el Dique El Frontal, tan es así que nosotros desde Conciencia Ambiental Tucumán, tratamos infructuosamente hacer asambleas públicas a orillas del Dique, siempre interrumpidas, por obra y gracia de vaya a saber quién. Bueno, si sabemos de quién. Hasta se legalizó la quema de cañaverales, fumigaron y siguen fumigando a la gente como insectos. Los industriales se abusaron del “pobre Río Salí”, industriales intocables que aún a la fecha siguen tirando sus desechos crudos. Doce años de un reinado millonario que lo único que se favoreció fue la política hereditaria, todo en familia, muchos ex alperovichistas, ahora devenidos manzuristas, lamieron las mieles de esos beneficios, ser legislador, luego sus mujeres y hasta sus hijos, pero claro todo “puro ellos”. Doce años de obras públicas, que hoy se caen, puentes que se los lleva la creciente, puentes que no sostienen el peso de un camión y caen. Doce años en el cual la Legislatura sólo fue una escribanía de Gobierno, con legisladores autómatas, sin razón, ni afecto por el pueblo, mucho menos respeto a nuestra Carta Magna, levantamanos a la orden del día, elegidos por el entonces “Supremo”. ¡Ahora desea volver! Y el pueblo tiembla y rechaza: ¿más de lo mismo? El soberano decide, nosotros los ambientalistas por nuestro lado decimos no más de lo mismo, por favor.

Pedro Martínez

Quinta avenida

Caminar  por las calles céntricas de Tucumán (o por el de alguna otra ciudad argentina) no exige cerrar los ojos para imaginar que se está transitando por la Quinta Avenida de Nueva York, la sin duda más lujosa y cara del mundo, ni por el esplendor de su comercio ni por alguna lejana semejanza con sus tradicionales edificios, el Empire State, el Rockefeller Center, ni mucho menos aún por la  glamorosa presencia de Tiffany, Vuiton, Gucci, Ferragamo o de alguna otra firma de renombre internacional. No, no es necesario cerrar los ojos, sino que por el contrario es indispensable abrirlos bien grandes para abarcar el panorama que se nos ofrece y comprobar que la casi totalidad de la ropa que trajinan sus curtidos transeúntes exhibe leyendas, publicidades, símbolos y exhortaciones en inglés, propios del ambiente de aquella singular avenida: “I can see in the dark”, “I love my style”, “USA in my hearth”, “Abercrombie warriors”, “Be all you can be”, “Hollister surfing team”, son algunos de los que recuerdo sin mucho esfuerzo complementados con abundantes “Sale” en las vidrieras o alguno que otro “Merry Xmas” o “Delivery” matizados de tanto en tanto, por alguna camiseta con los colores de Boca o con la sigla de algún banco local o extranjero. Y entonces me pregunto y ¿nuestra lengua?, ¿nuestro himno?, ¿nuestra bandera?, ¿nuestras tradiciones?, ¿nuestros hábitos?, ¿dónde quedaron? ¿Nadie advierte que nuestra vida cotidiana está siendo avasallada en todos los órdenes por una cultura que nos ha ido colonizando lentamente y haciendo que nuestro proclamado patriotismo quede relegado al ámbito de algún acto escolar o a alguna bastante desdibujada fiesta patria postergada por algún “puente o feriado largo”?  Esto no significa que no atribuya su justo valor a la existencia de un idioma alternativo como es el inglés, para facilitar nuestra comunicación con otros países del mundo, lo que no logro aceptar es que reemplace o penetre de tal manera  nuestra vida cotidiana  y que además contribuya al olvido de nuestras raíces, de nuestro riquísimo patrimonio histórico y el de los pueblos que habitaron este territorio, dejándonos casi huérfanos de historia y de pasado.

Susana Merino

Festejo sin cohetes

Los que me conocen saben de mi pasión por el Club Atlético Tucumán; hoy tengo la bendición de compartir este inexplicable sentimiento con mi hijo menor Ciro. En estos días festivos le preguntamos qué quería de regalo y nos contestó que su deseo eran los “cohetes de la cancha”. Rápidamente recordé mi infancia y el gusto por los fuegos de artificio y hasta me imaginé ese momento con él, pero en estos días, por medio de las redes sociales, pude leer el gran daño que causa esta costumbre a seres humanos, animales y al mismo medio ambiente, así que improvisamos un festejo distinto y hasta mejor. Le dijimos que debíamos festejar el año nuevo con nuestra bandera del “Deca” como si estuviéramos en la cancha, cantamos algunas canciones y simulamos estar en la misma tribuna usando las escaleras del departamento, para algunos vecinos que nos vieron éramos simplemente los locos del primer piso que viven en la cancha y visten todo el día las camisetas. Para nosotros fue hermoso porque nuestro amor futbolero junto a nuestros colores del alma estaban cambiando al mundo.

Williams Fanlo Llanos

Las cartas para esta sección deben tener un máximo de 200 palabras, en caso contrario serán sintetizadas. Deberán ser entregadas en Mendoza 654 o en cualquiera de nuestras corresponsalías haciendo constar nombre y domicilio del remitente. El portador deberá concurrir con su documento de identidad. También podrán ser enviadas por e-mail a: [email protected],  consignando domicilio real y N° de teléfono y de documento de identidad. LA GACETA se reserva el derecho de publicación.

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