Disputa por el control de la morgue

Gastón Rosenfeld, responsable de la Oficina de Calidad Institucional del Ministerio Público Fiscal de Neuquén, rechazó el debate sobre si el Cuerpo Médico Forense y la Morgue Judicial debían estar en la órbita de la Corte o de los fiscales. “Poner en duda la imparcialidad de un forense me parece una discusión que no corresponde”, expresó el especialista, que vino a esta ciudad a brindar una capacitación. 

La semana pasada, la Corte Suprema de Justicia de Tucumán había pedido al gobernador Juan Manzur que disponga el regreso del organismo técnico a su estructura, que en febrero de 2017 pasó al Ministerio Público Fiscal que encabeza Edmundo Jiménez por medio de la ley que dividió la defensa pública de la acusación. Los vocales argumentaron que esa marcha atrás era necesaria para garantizar la independencia de los médicos y bioquímicos forenses y patólogos, que no debían depender del organismo que debe desempeñar la función de acusar. Jiménez, por su parte, se opuso a ese pedido y desestimó sus motivaciones. En particular, alegó que todas las pruebas que practicaban los profesionales a su cargo tenían el control de las partes y que el servicio había mejorado tras el cambio de manos. 

Según un parte de prensa elaborado por el Ministerio Público Fiscal, Rosenfeld manifestó en Tucumán que no se debía cuestionar si los forenses y patólogos iban a hacer “cosas a favor de uno u otro”. “Es poner en duda la imparcialidad de un forense. Si se demora, por ejemplo, la realización de una autopsia, me parecería grave”, afirmó. Rosenfeld también subrayó la importancia de la figura del auxiliar fiscal durante el proceso penal. “Es primordial porque (en el nuevo sistema procesal penal) la mayor carga del trabajo va a estar en la cabeza del fiscal, quien es el responsable de terminar la persecución de un delito. También, el rol del auxiliar fiscal es fundamental porque son los que van a ir a las audiencias orales”, mencionó el especialista.