Viudas: venganza, supervivencia, ambición y más

Viudas: venganza, supervivencia, ambición y más

CRÍTICAS DE CINE

VIUDAS | DRAMA/SUSPENSO/ACCIÓN - PM16 - 129’

MUY BUENA

ORIGEN: EEUU/Gran Bretaña, 2018. DIRECCIÓN: Steve McQueen. CON: Viola Davis, Michelle Rodríguez, Elizabeth Debicki, Cynthia Erivo, Liam Neeson, Colin Farrell, Brian Tyree Henry, Daniel Kaluuya, Garret Dillahunt. GUIÓN: Gillian Flynn y Steve McQueen. fotografía: Sean Bobbitt. MÚSICA: Hans Zimmer.

Tras el éxito de “12 años de esclavitud”, Steve McQueen se entretuvo con varios proyectos hasta dar con la historia ideal. Escrita a cuatro manos con Gillian Flynn (la autora de “Perdida”) e inspirada por una miniserie de los lejanos 80, “Viudas” ratifica al londinense como uno de los directores más interesantes del momento. Hay una intensidad dramática en “Viudas” que eleva a la película sobre la media y la exime del corset que representan los géneros. McQueen explora a sus personajes hasta la médula mientras va narrando con precisión y brillo. “Viudas” atrapa y emociona.

Durante un enfrentamiento con la policía es abatida la banda liderada por Harry Rawlings (Liam Neeson). Todos los cabos quedaron sueltos, en especial la deuda millonaria de Rawlings con un mafioso devenido candidato a un cargo político en Chicago. Verónica (Viola Davis), la esposa de Rawlings, está entre la espada y la pared, obligada a pagar y sin mayor conocimiento de las actividades de su marido. La única salida es seguir los pasos de Harry: organizar un robo. Para eso convoca a las viudas de dos de los cómplices de Rawlings que también murieron en la balacera: Alice (Elizabeth Debicki) y Linda (Michelle Rodríguez).

Son numerosos los personajes y los arcos argumentales que McQueen debe administrar en poco más de dos horas. Pasan muchas cosas en “Viudas”, flashbacks incluidos, y el riesgo de la dispersión está al acecho, pero a McQueen no se le va la película de las manos. Al contrario, se nutre de recursos formales que marcan la diferencia: un perfecto plano secuencia en un gimnasio, casi tarantinesco en su resolución; un diálogo profundo y esencial entre el político Jack Mulligan (Colin Farrell) y su asistente (Molly Kunz), con la cámara enfocando el capot de un auto en movimiento.

El reparto de “Viudas” es un derroche de talento, empezando por Viola Davis, un volcán de angustia y de furia resumido en la expresividad de una mirada como hay pocas. A su lado se lucen Elizabeth Debicki, Cynthia Erivo y, vaya sorpresa, Michelle Rodríguez. McQueen se da el lujo de contar con brillantes actores para los roles secundarios (Carrie Coon, Daniel Kaluuya, Garret Dillahunt, Jacki Weaver, ¡Robert Duvall!) y le saca el jugo a otra de las figuras de moda: Brian Tyree Henry.

“Viudas” se construye con una equilibrada suma de partes: thriller policial, drama intimista, contrapunto político, vueltas de tuerca, suspenso. Hay conductas y episodios que van explicándose de a poco, en el momento indicado, y giros en el relato que encastran las piezas en su justa medida.

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