Una casi centenaria Sociedad Teosófica rejuvenece en Tucumán

Una casi centenaria Sociedad Teosófica rejuvenece en Tucumán

Cada vez más jóvenes se interesan por los conocimientos milenarios de la filosofía, la religión y la ciencia. Una cumbre de estudiosos en Horco Molle.

EN HORCO MOLLE. Integrantes de la Sociedad Teosófica Argentina se reunieron en Tucumán este fin de semana EN HORCO MOLLE. Integrantes de la Sociedad Teosófica Argentina se reunieron en Tucumán este fin de semana

ENERGÍA INTERIOR | BUSCANDO RESPUESTAS

Son médicos, abogados, escritores, profesores y estudiantes de distintas carreras y gente en general que no se conforma con lo que le dice la ciencia. Creen que hay algo más. Bucean en aguas profundas de la sabiduría ancestral, de la filosofía y la religión buscando una aproximación a la verdad. Ellos integran la Sociedad Teosófica Argentina, una institución fundada hace 125 años en Buenos Aires por la que pasaron grandes personalidades como Leopoldo Lugones, Alfredo Palacios, Joaquín V. González, José Ingenieros y Rodolfo Moreno, entre otros.

La sociedad de Tucumán, con 98 años, fue un importante foco de irradiación para todo el país. Pertenecían a esta escuela figuras de alto nivel espiritual como Abel Peirano, descubridor de la mina Farallón Negro, que después la donó a la Universidad Nacional de Tucumán, y el doctor Honorio Folquer, señala uno de sus integrantes más antiguos, el profesor Luis Bustillo.

DIÁLOGO INTERGENERACIONAL. Luis Bustillo y la presidenta Delci Figueroa. DIÁLOGO INTERGENERACIONAL. Luis Bustillo y la presidenta Delci Figueroa.

¿Qué es la teosofía? Está compuesta por dos palabras griegas: teo que significa dios, y sofía, sabiduría. “Es la sabiduría eterna, la esencia del conocimiento espiritual contenida en todas las religiones, la filosofía y las corrientes espirituales desde que existe la humanidad”, la define María Delci Figueroa, de 32 años, presidenta de la rama Loto Blanco de la Sociedad Teosófica. Ella es médica y llegó a la entidad hace 10 años, buceando por filosofías orientales.

En 2020 la rama Loto Blanco (equivalente a filial Tucumán) cumplirá 100 años. El fin de semana unos 40 integrantes de todo el país y de Chile se reunieron en Horco Molle para analizar los “momentos de oscuridad” que vive hoy la sociedad argentina, con problemáticas como la violencia, la delincuencia, las discusiones por el aborto y la cuestión de género. “Es un tiempo que ya ha sido anunciado por varias religiones y corrientes de la sabiduría ancestral. Los budistas ya lo sabían. Es el tiempo de oscuridad o kali yuga, que significa descenso hacia la materia. Lo espiritual está ensombrecido por el predominio de la materia que se evidencia en el egoísmo, la violencia y la falta de empatía”, dice Figueroa. “Pero también es un período de aprendizaje para que la humanidad vuelva a encontrarse con lo espiritual”, remarca.

La teosofía se puede explicar de dos maneras: como un conjunto de conocimientos ancestrales distribuidos entre las religiones, la filosofía y la ciencia, y que apuntan a una gran verdad subyacente. Y como la experiencia directa de las personas con una gran verdad a través de la intuición. La primera sociedad surge, precisamente, como una respuesta, al dar a conocer este conocimiento al mundo. La fundan 1875 en Nueva York la rusa Helena Petrovna Blavatsky y el norteamericano coronel Henry Steel Olcott. Ellos vislumbraron un tiempo de oscuridad para la humanidad en el contexto de la revolución industrial y las guerras mundiales y trajeron el conocimiento de Oriente a Occidente.

Loto Blanco se reúne los miércoles y sábados a las 18.30 en 24 de septiembre 1172. Allí se realizan lecturas, meditaciones, yoga y otras actividades de autoconocimiento y gestión de las emociones. Está abierto a todos los que quieran conocer un poco más de las leyes naturales que mueven el Universo.

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