Cartas de lectores

Auxiliares docentes

Para acceder a un cargo de preceptor o bibliotecario de escuela se debe concursar y ganar. Una vez adentro del sistema te das cuenta que a los horarios los define el director; entonces encontramos agentes con un mismo cargo, un idéntico sueldo pero que cumplen diferentes horarios 4, 5 o más horas reloj incluso. Especifico horas reloj porque en el estatuto docente no existen las horas reloj; se trabaja y cobra en horas cátedra que equivalen a 40 minutos. Cuando uno advierte estas incompatibilidades, eleva un reclamo y le contestan que según la normativa 413/81 (gobierno militar), los preceptores y bibliotecarios deben cumplir “un turno completo” pero hasta el día de hoy nunca nos contestaron cuánto es un turno completo. Para colmo, son cargos que en la escala secundaria deberían ser mejor remunerados que el cargo testigo (que es la base de negociación de los sueldos) y que tienen normado el horario en 6 horas cátedra, mientras que los auxiliares trabajan 7, 8, 9 o más con una menor remuneración.

Diego Ale

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Vivir sin agua

Lamentamos muchísimo comunicarnos con ustedes para pedirles ayuda, por falta de agua; hace 25 años en que sufrimos esta falta; sólo teníamos por la noche pero por lo menos se llenaba el tanque y podíamos aguantar el verano pero desde hace unos 4 meses estamos sufriendo falta de agua total; no llega a llenarse ni la cuarta parte del tanque, a veces tenemos que ir y venir con baldes como si estuviésemos en países que tienen escasez de agua total (sabiendo que Argentina está muy provista de ella). Es la zona de calle San Ramón del 500 al 700 y calles perpendiculares de la ciudad capital. Sabemos que trataron de solucionar en forma temporal enviándonos los camiones cisterna, pero vienen dos veces por semana y a veces hasta seis o siete días no pasan, o no nos llenan del todo el tanque porque se acaba el agua, en vez de ir a buscar más, sabiendo que no contamos con este elemento tan fundamental para la vida. Quiero decirles que las familias que viven aquí son iguales que las que viven en el centro o en cualquier otro barrio de Tucumán, y no somos escuchadas; hicimos cartas, juntamos firmas y nada, mientras vemos que otros barrios reclaman y les solucionan lo mas rápido posible; y cuando protestamos o cortamos la calle ya somos de lo peor. Rogamos que nos puedan ayudar y anunciar este problema; tal vez así nos escuchen. No les deseamos este problema a nadie; ¿pero saben ustedes lo que es vivir sin agua? ¿Sin poder bañarse después de un largo día laboral? ¿De no poder ir al baño? (disculpen por eso) ¿De tener que re-re-reciclar el agua? Por eso necesitamos su ayuda.

Susana del Valle González [email protected]

Ruta cortada

Me gustaría que vean la situación de la ruta que une el pueblo de La Cocha con Taco Ralo. Los niños no pueden ir a la escuela y la gente no puede comprar mercadería. El río San Francisco no tiene hecha ninguna obra. Es la ruta 334.

Matías Barrionuevo
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Concordancia

Hace unos 50 años fui a una oficina pública a completar un formulario. Comencé a dar los datos “rituales” para estos casos: apellido, nombres, edad, y al llegar a “nacionalidad”, respondí: argentina. El señor que me atendía me miró extrañado y con ironía me dijo: “¿es Ud. mujer?” Contesté “No, pero soy maestro”. Esta pequeña ilustración era sólo para subsanar un error en las viñetas “La chispa de Calliera”, autor a quien admiro y respeto -y ademas le pido disculpas- pero usó el sustantivo “nacionalidad”, que es de género femenino, y el adjetivo “argentino”, en este caso gentilicio, que también debe ser de género femenino. Es un error muy común y recurrente. Entonces lo correcto es: nacionalidad argentina. Mi intención es sólo para cuidar nuestro idioma, tan amenazado en estos tiempos; y al señor Calliera lo leen todos.

Juan Antonio Albornoz

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La caída del muro de Berlín

Hace 29 años caía el Muro de Berlín. Entre el 9 y el 10 de noviembre de 1989, el pueblo alemán procedía, con picos y mazas, a derribar el muro que separaba Alemania Oriental de Alemania Occidental. El episodio estuvo inscripto en la restauración capitalista de la ex Unión Soviética y de los países de su órbita. Paradójicamente, contra la idea de una victoria de la “globalización capitalista”, el proceso llevó, posteriormente, al desenvolvimiento de una crisis capitalista a escala superior. El desmoronamiento del régimen burocrático, a diferencia de la U.R.S.S. y de los países de Europa del Este, fue súbito y fulminante. Después de gigantescas manifestaciones, el odiado gobierno Honecker, tuvo que ser destituido. Un recurso de urgencia para evitar una revolución. Estudiantes y trabajadores, que constituían el grueso de las movilizaciones, reclamaban elecciones libres, amnistía, abolición de la policía secreta y libertad para viajar. La presión insostenible hizo caer el muro, posibilitando la confraternización de los berlines de ambos lados de la ciudad. Helmut Kohl, primer ministro de Alemania Occidental, que se encontraba discutiendo la “integración” de Polonia a la economía capitalista de Alemania Federal, quiso capitalizar, con su presencia en Berlín, fue chiflado por la multitud. Un viejo problema revolucionario, la unidad de Alemania, volvía a la primera plana de la política mundial. La cuestión alemana se encontraba ligada a tres factores. La bancarrota económica y política de la burocracia stalinista en todos los estados obreros. La creciente colonización financiera de estos por parte de las principales potencias capitalistas (dislocación de la economía estatizada). La cuestión alemana empezaba, en aquella época, a quitarle el sueño a Gorbachov, a Bush, Mitterrand y a la Thatcher ¿Razones? Era una situación revolucionaria que se contagiaba al este de Europa. Una Alemania capitalista unida, incluso, ponía en cuestión la unificación económica de Europa Occidental prevista para 1992. Hasta se admitía que Gorbachov negocie, con Alemania Federal, la anexión de Alemania Oriental a cambio de un plan de asistencia económica a gran escala, tipo “perestroika” soviética. La unidad alemana un viejo problema histórico. Derrotada la revolución alemana “desde abajo” (1848), la unidad alemana se completó “desde arriba” (1871) bajo la hegemonía de los terratenientes prusianos. El desarrollo social y político de la clase obrera transformo a Alemania en el centro de la revolución europea. La derrotada revolución alemana de 1923 permitió la victoria de hitlerismo y la Segunda Guerra Mundial. La derrota de Hitler abrió, nuevamente, la posibilidad de una nueva revolución. Stalin, para impedirla, pactó con los “aliados” (Estados Unidos, Francia e Inglaterra) la ocupación y división de Alemania, imponiendo una tutela militar y política compartida (acuerdos de Postdam, 1945). Stalin hizo culpable al pueblo alemán de los crímenes de Hitler para justificar el atropello a la autodeterminación nacional. El ejército rojo expulsó a millones de alemanes de los márgenes orientales del país para compensar a Polonia con territorio alemán los territorios que Stalin les sacaba a los polacos. Obligó al pueblo alemán a pagar reparaciones de guerra. Entre 1945 y 1946 escaparon de las “zonas soviéticas” diez millones de alemanes. Los “aliados” no se quedaron atrás. Para los alemanes, decía Churchill: “sopa a la mañana, sopa a la tarde y sopa a la noche, lo suficiente para que no se mueran”. Ambos dividieron a los trabajadores de Europa. Se sumó a la opresión política stalinista la penuria y el fracaso económico vía acuerdos con el FMI, bajo dependencia financiera con importantes deudas externas. La historia del stalinismo, con relación a Alemania, explica el enorme odio del pueblo alemán hacia la burocracia y el desprestigio del llamado “socialismo”. La tutela de los “aliados”, como de la burocracia rusa, llevó a la caída del muro de Berlín.

Pedro Pablo Vera
saluse
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Prioridades

A partir de la definición de la Copa parecería que la “prioridad argentina” es la pasión futbolera dominante de masas y medios. ¿Cuánto nos cuesta cada “paralización” del país (paros, mundial, superclásico)? Es un “asunto de Estado” y, sólo, en este caso, aspiramos a “ser vidriera al mundo”; es tan relevante esta locura y ansiedad, al punto de generar “análisis médicos” sobre emociones, conductas y patologías, pre y post partidos, de hinchas y jugadores, como así también, “transmisión apta para cardíacos”; ¿es un “meganegocio” para unos pocos y una distorsión/distracción de la realidad para la población? En los últimos tiempos han surgido varias “prioridades”: misa en Luján con políticos y sindicalistas; recorte del presupuesto en salud, educación y atención social; despidos, desocupación y cierres de empresas; mínimos aumentos a jubilados y trabajadores en relación a inflación y a paritarias de “gremios fuertes”; compensación con “bonito navideño”, etcétera. ¿No sería más lógico afirmar que somos “vidriera” por crisis sistémicas, altos niveles de pobreza, corrupción, inflación, decadencia en salud, educación, seguridad, control del narcotráfico, sesiones vergonzantes en el Congreso, etcétera? Gobierno, Iglesia, empresarios, sindicalistas, medios y pueblo, abramos los ojos a las verdaderas prioridades para sacar al país adelante y volver a ser “el granero del mundo”.

Marcos A. Machado
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Yerba Buena

Yerba Buena es una ciudad pujante que creció de manera impresionante en los últimos años. Basta ver que ya tiene 120.000 habitantes y una gran cantidad de nuevas construcciones y emprendimientos. Algunos de sofisticada calidad. La cantidad de automóviles que se movilizan obligó a la Municipalidad a apresurar varias medidas y colocar semáforos en puntos cruciales. Y como toda ciudad pujante, está en el punto justo de poner en práctica una medida que en muchos lugares del mundo funciona muy bien. El famoso cartel “Pare”, que en Chile significa detenerse, mirar, dar paso y avanzar. Pero que aquí en Argentina es ignorado. Yerba Buena podría intentar ser un ejemplo en el tema, porque con la llegada de muchas calles internas con pavimento y tránsito rápido, se generaron cruces muy importantes, como Rubén Darío y Cariola, en la que no se sabe de quién es la prioridad. Porque la regla de prioridad del que sale de la derecha tiene varias excepciones que la gente desconoce. Por eso, colocando el cartel “Pare”, por lo menos enseñará quién tiene prioridad de paso. Es como un semáforo en rojo, con el costo de un simple cartel. Yerba Buena es una ciudad para cuidar en todo sentido y aún está a tiempo de ser ejemplar, por lo menos para Tucumán.

Daniel Mas
daniel
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