Una iniciativa ambiental de chicos, digna de imitar

Una iniciativa ambiental de chicos, digna de imitar

06 Noviembre 2018

Es lo que se usó, ya no sirve y molesta tenerlo guardado, lo que se tira, aunque no siempre en los lugares destinados a ese fin; es también sinónimo de suciedad. Goza de una gran popularidad, especialmente entre los tucumanos, aunque no es precisamente motivo de vergüenza. La basura nos acompaña desde hace mucho tiempo y se arroja en la vía pública, en los ríos, en los lagos, en los cerros. Según un informe de la ONU Medio Ambiente divulgado en Buenos Aires durante el XXI Foro de Ministros de Medio Ambiente de la región, efectuado entre el 9 y el 12 de octubre pasado, cada latinoamericano genera un kilo de basura al día, y la región en su conjunto, unas 541.000 toneladas, lo que representa alrededor de un 10% de la basura mundial.

El plástico es uno de los principales enemigos del medio ambiente. La ONU y la Fundación Ellen MacArthur estiman que en 2050 podría haber más plásticos que peces en los océanos. El reciclado es una de las soluciones para este flagelo. Lo positivo es que la escuela tucumana El Corte, de la ciudad de Alderetes, se sumó a esta cruzada y se ha convertido en el establecimiento récord de Latinoamérica al sacar de circulación más de 250.000 botellas de plástico. La iniciativa se inició a fines de 2017 como un proyecto educativo de recolección y reciclado de botellas de plástico, al que denominaron “Reciclando vida”.

Los chicos recolectan las botellas o envases PET de canales, plazas, baldíos; luego realizan ecocanjes en los que participen los vecinos. Por un acuerdo con el Consorcio Público Metropolitano para la Gestión de Residuos Sólidos, los envases son retirados de la escuela y llevados por una empresa para compactarlos y luego los transporta hasta Buenos Aires y parten a China, donde el plástico es reciclado y se lo convierte en juguetes, hilos o partes de celulares y automóviles. Un docente de la escuela dijo que buscan la difusión de este proyecto para que los tucumanos tomen conciencia de la contaminación de su territorio, que no tiren las botellas, que tampoco se las den a los carreros y que no las quemen porque “emanan gases muy tóxicos”.

La Organización de las Naciones Unidas informa que el mundo usa 500.000 millones de bolsas de plástico por año; unas 8 millones de toneladas de plástico terminan en los océanos, el equivalente a la descarga de un camión de basura cada minuto. En la última década, se ha producido más plástico que en todo el siglo pasado. El 50% del plástico que usamos es de un solo uso o desechable; compramos un millón de botellas de plástico por minuto. El plástico constituye el 10% de todos los residuos que generamos. Desde la invención de la baquelita en 1909, hasta los desarrollos actuales, casi todos los plásticos sintéticos derivados del petróleo tienen la propiedad de ser excesivamente perdurables, de difícil degradabilidad en el medio ambiente.

Es sumamente positiva la iniciativa de la escuela de Alderetes, a la que podrían sumarse los establecimientos de toda la provincia. Si se impulsara desde el Estado en todos los niveles la educación ambiental y se apoyaran proyectos como “Reciclando vida”, las próximas generaciones crecerían con una conciencia diferente y serían probablemente las mejores defensoras de la salud de nuestro medio ambiente. Si seguimos envenenando los cauces de agua, los mares, los suelos, el aire, la vida se volverá insoportable. Sería bueno recordarlo.

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