Cartas de lectores

JUSTICIA PROCESAL CIVIL Y COMERCIAL

Asumir que en la tierra donde nacieron Juan Bautista Alberdi, Carlos Cossio y Fernando López de Zavalía, haya que acudir al Centro de Estudios de Justicia de las Américas (CEJA) para elaborar un proyecto de Código Procesal Civil y Comercial, es como reconocer que en Tucumán no hay abogados capaces de hacerlo. Corremos el riesgo de repetir errores cometidos con el nuevo Código Procesal Penal, que aún no entró en vigencia y ya tiene tres leyes modificatorias. Esto ocurre cuando se encarga un producto que viene enlatado, que responde a realidades de otra comarca. Volviendo al proceso civil, CEJA propone eliminar la exitosa mediación prejudicial obligatoria, con un 44% de acuerdos en casos mediados durante 2016-2017. En concreto, son 3.692 procesos que nunca llegarán a juicio, reemplazándolos por una propuesta que atrasa, consistente en demandar, contestar demanda, ofrecer pruebas, y recién allí el juez decide si deriva a mediación. Además de significar un retroceso para la sociedad, entra en contradicción con la reciente Ley de Conciliación Laboral Obligatoria, previa al juicio, resultado de 25 años de fracaso del proceso laboral anterior, similar al propuesto por CEJA. Los jueces no necesitan tener más juicios como garantiza este canto de sirena. La mediación civil y comercial, y la conciliación laboral, mejoran, sin dudas, el acceso a justicia.

Ricardo Mario Vitellini

Ayacucho 520


San Miguel de Tucumán

ABOLICIONISMO PENAL

Con respecto al brutal homicidio del adolescente Valentín Villegas, y del fallo de la Cámara de Apelaciones para que se liberen a imputados de delitos aberrantes, abusos sexuales, homicidios y robos agravados (LA GACETA, 26/10/18), quisiera hacer la siguiente interpelación, tanto al Poder Legislativo como al Judicial de nuestra provincia, mediante una serie de planteos que todos los miembros de esta sociedad nos hacemos, hartos ya de la grotesca impunidad con que se movilizan los delincuentes. ¿Por qué, actualmente, tiene gran preeminencia en nuestro sistema penal el “abolicionismo”? Casualmente, se trata este de un absurdo sistema que es partidario de las excarcelaciones irresponsables de peligrosos delincuentes. Los adeptos a este esquema argumentan que las cárceles no solucionan en nada la delincuencia. Pregunto: ¿Acaso con la lenidad, o con liberar a los transgresores se soluciona a fondo la mencionada delincuencia? ¿Tanto les cuesta, a ustedes, razonar atinadamente que si un malhechor comete un delito, debe pagar con su libertad por haber atentado contra la libertad y el derecho de otro ciudadano, que quiere convivir pacíficamente en la comunidad? Todas las veces que ustedes, jueces abolicionistas, liberan a un criminal peligroso, la justa percepción que los ciudadanos pacíficos tenemos de este procedimiento es que equivale, en los hechos, a premiar el delito cometido por el criminal en cuestión. ¿Por qué, entonces, no se hacen eco de los pedidos desesperados que hacemos los ciudadanos, para que ustedes arbitren los medios y hagan los reajustes necesarios en los instrumentos jurídicos para ponerle fin a esta obscena proliferación de delincuencia? Considero que ustedes tienen la obligación moral de responderle a la sociedad estos cuestionamientos que acabo de hacer. De lo contrario, nos consideraremos autorizados a reforzar esa percepción que tenemos, de que ustedes actúan dándole la espalda a esta realidad concreta, que siempre se termina imponiendo a sus devaneos ideológicos. De algo estoy seguro: este absurdo sistema pro-abolicionista sacapresos que está en boga, lo único que ha logrado, con probada y sobrada efectividad, es haber convertido a nuestra sociedad en una jungla desaforada, en la que sólo sobreviven los animales más violentos. Está en ustedes, como miembros de los poderes del Estado, revertir esta insostenible e insoportable situación de anomia.

Leandro Luis Cruz

CARNET DE MANEJO

Las autoridades municipales (Dirección de Tránsito) de nuestra ciudad dispusieron que todo ciudadano que requiera contar con el registro automotor para conducir vehículos particulares, deberá presentar el certificado de buena conducta, trámite que debe realizarse en la Policía provincial. Varios lectores ya publicaron cartas en esta sección en contra de esta absurda disposición, incluso arbitraria, ya que la Ley 23.363 y la modificatoria 26.363 no dicen nada al respecto. Sí habla de crear un Registro Nacional de Antecedentes de Tránsito -presuntos infractores-, adonde la Dirección de Tránsito deberá recurrir para averiguar antecedentes de los ciudadanos que pidan la renovación del carnet. Señor Intendente, señores concejales y autoridades de Tránsito: a ninguno de ustedes se les movió un pelo para dejar sin efecto esta estúpida resolución. Ni siquiera hacer una referencia a la misma. Tengo 84 años; manejo desde los 16, y hace 19 años que debo concurrir, todos los años, a renovar mi registro de conductor. Este año tendré que ampliar el recorrido: sacar turno por internet, tragarme colas, esperas y la posibilidad de volver peor de lo que fui a realizar el trámite. ¿Para eso los elegimos a ustedes? ¿Qué se gana en seguridad vial con tener el certificado de buena conducta? ¿Estas disposiciones son política de Cambiemos? La última vez que me solicitaron ese certificado fue cuando concurría a la primaria, hace 49 años, cuando existía esa famosa cédula de identidad policial, que sólo servía para dar vuelta en la esquina. Ahora me están obligando a dirigirme a las autoridades nacionales para solicitar una excepción a esta ridícula norma, que no hace otra cosa que oscurecer más el panorama eleccionario nacional. Lógico, los muchachos municipales “navegan a dos aguas”. Políticos: abstenerse de visitar mi domicilio; conmigo el timbrazo no va, los voté para otra cosa. Como las normas estúpidas contagian, les pido a los médicos de cabecera de PAMI que obvien la posible obligatoriedad de exigir ese certificado para la atención médica. Argentina, país generoso.

Hugo César Navarro

BOCA VS RIVER DEBE SER UNA FIESTA

El mundo futbolero ya palpita las finales de la Copa Conmebol (ex Copa Libertadores de América) entre los dos equipos más grandes de nuestro país. Espero que sea una fiesta, ya que dicho acontecimiento es muy difícil que se repita. Es un hecho insólito que debemos aprovechar los argentinos para mostrar al mundo lo que representan estos superclásicos. Seguramente, se paralizará el país mientras se jueguen estos partidos, con el fervor de las hinchadas alentando al equipo de sus amores. ¡Que viva el fútbol!, y esperando que todo se desarrolle con absoluta normalidad, sin incidentes y desmanes, festejando la victoria o masticando la desazón de la derrota, recordando que sólo se trata de un juego y no de un tema de vida o muerte.

Jacinto Barrionuevo

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