Manzur lo logró; ¿y el peronismo?

Juan Luis Manzur reunirá hoy a una parte importante del peronismo nacional en Tucumán. Miles más, miles menos, cumplirá con la cifra de militantes que prometió aglutinar en el acto por el Día de la Militancia (unos 100.000, pese a que puso en apuros a los dirigentes) y en el palco estarán referentes nacionales de fuste. Miguel Pichetto, Sergio Massa, Daniel Scioli, los líderes de la CGT y varios gobernadores le garantizan al tucumano el éxito de su convocatoria.

Lo más importante de todo -para él- es que con tremenda muestra de apoyo local y nacional Manzur le avisará a su antecesor, José Alperovich, que ya no es “Juancito”. Se lanzará de lleno por la reelección y desafiará con el pecho hinchado al que lo catapultó hasta la cima del poder. ¿Se atreverá el senador a continuar con su presunta cruzada por la Gobernación ante tremenda muestra de poder?

Manzur lo logró. Con el acto de hoy se asegurará voz y voto en el peronismo nacional, alineamiento de la tropa tierra adentro y cautela de la Nación respecto del trato hacia Tucumán. Sin embargo, también abre una serie de análisis sobre batallas perdidas en medio de los festejos por lo que hoy seguramente conseguirá.

El mundo K

Que Luis Barrionuevo haya sido uno de los voceros y encargados de federalizar el acto tucumano condicionó la convocatoria manzurista. Si el público enemigo del kirchnerismo está por estos lares no aparecerán por el hipódromo los principales referentes de Cristina Fernández. Máximo Kirchner, gran parte de La Cámpora, los intendentes peronistas (“federales”, K, massistas y hasta cercanos a la Nación) y el líder del partido en Buenos Aires (Gustavo Menéndez) se juntarán hoy en el estadio techado de Ferro. De poco sirvieron los afiches en el conurbano convocando a los dirigentes para que vinieran a Tucumán y las gestiones de los poderosos líderes de La Matanza. ¿El gobernador habló de más al dar por muerta a quien supo despedirlo de su Gabinete con elogios? Hoy nadie vislumbra un futuro en la Casa Rosada sin Cristina Fernández, que casualmente se fotografió hace una semana con Alperovich.

Sin dos Juanes

Juan Manuel Urtubey y Juan Schiaretti (gobernadores de Salta y de Córdoba, respectivamente) se quedarán en sus respectivas provincias. Son los otros gobernadores fuertes del peronismo, que le dieron la espalda a Manzur. Juntos, parecían integrar el trío de “Juanes” de la renovación y de la Liga de Gobernadores que se venía formando para plantarse ante el Gobierno nacional. Algo se rompió con la foto de los cuatro (Pichetto-Massa-Schiaretti-Urtubey) y con la fluorescencia que adquirió Manzur. Ese perfil alto molestó al salteño, mientras que el cordobés prefiere otro tono en la relación con la Nación. Ninguno quiere regalarle la imagen de la presunta unidad al tucumano.

¿Y José Luis Gioja? Que el líder del PJ a nivel nacional esté ausente no es un buen dato para la dupla gobernante, que pretende arrebatarle el poder pejotista a Beatriz Rojkés. Tampoco que Barrionuevo, que intervino al peronismo nacional hace poco, esté a la diestra del mandatario. Cuando cada paso y cada gesto se mide al milímetro, el descuido respecto de Gioja suena a destrato. Habrá que ver si en realidad estaba todo fríamente calculado o si su ausencia termina generando algún dolor de cabeza en la previa de las elecciones partidarias vernáculas de marzo. Alperovich no estará hoy con Gioja en Corrientes, donde se especuló que podría participar de un acto de pseudounidad del PJ de esa provincia. Sin embargo, el ex gobernador y Rojkés mantienen un diálogo fluido con el sanjuanino y con otros líderes partidarios.

Alperovich tampoco estará en el hipódromo, aunque sí subirá fotos de reuniones de hoy, aquí en Tucumán, “con la gente”. Así las cosas, los al menos cuatro actos importantes del peronismo en todo el país desdibujarán uno de los objetivos de Manzur, que era erigirse en el puente que una a las múltiples versiones del justicialismo de cara a 2019. Tampoco puede exhibir unidad en su propio distrito, en el que el alperovichismo y el kirchnerismo no lo acompañan. Pequeñas derrotas del día festivo de Manzur.