En la neblina

Sus amigos le piden un “gesto de grandeza”. Sus enemigos le avisan que está “muy mal en las encuestas”. Los que prefieren esperar para tomar una posición respecto de su figura prefieren hacer silencio, al igual que los que continúan a su lado. Además de la crisis, en el oficialismo tucumano no se habla de otra cosa que no sea de José Alperovich.

La posibilidad de que luche por la gobernación y que en la pugna enfrente a Juan Manzur altera los nervios del peronismo. Como lo dijo Sisto Terán, la jugada del ex mandatario “es peligrosa” y podría desencadenar un final como el que sufrió su espacio en Yerba Buena: división y pérdida. “Puede pasar”, dijo cuando se le consultó sobre si la comparación entre ambos escenarios era posible. Fue el ex vicegobernador el que también mencionó que esperaba un gesto de grandeza de Alperovich y el que añadió que si no fuese por los problemas económicos que enfrenta el país de Cambiemos, el senador no se atrevería a dividir al oficialismo local.

Según Terán, es momento de acompañar a Manzur y lo que “su amigo” Alperovich le dijo -incluso por teléfono- le sonó sin sentido. Sin embargo, el senador se lanzó. Hasta ahí la visión de un “perdedor” del peronismo (como él mismo se definió respecto de los últimos comicios yerbabuenenses), siempre mezclado en los intríngulis y vericuetos electorales.

Otra mirada posee un líder del interior provincial. José Orellana está seguro que lo de su otrora aliado -hoy enemigo- político no es más que estrategia para colocar a hombres suyos en las listas de legisladores y concejales. “A José le gusta la fácil”, sostuvo el “Mellizo”, que desestimó que Alperovich pudiese finalmente presentarse como candidato por fuera de la estructura del peronismo.

También dijo una verdad, con su estilo tan particular: muchos de los nuevos millonarios, a los que el ex mandatario puso en esa condición, ya no lo tratan como a un amigo ni quieren decir que lo conocen ni que tienen que ver con él. Según el famaillense, lo dejaron solo y mide mal en las encuestas.

Justamente todo lo contrario aseveran desde el rincón alperovichista, en el que se apoyan en supuestos buenos números para apalancar su presunta postulación. En un par de semanas podría haber novedades. Oficialistas y opositores volvieron a encargar relevamientos e incluyeron al actual y al anterior mandatario en la nómina de posibles elegidos en la consulta de cara a 2019. También figurarían entre las opciones los cambistas José Cano y Silvia Elías de Pérez; el zigzagueante Alfonso Prat Gay y el eterno Ricardo Bussi.

Los números dirán mucho sobre lo que puede suceder de aquí a fin de año en ambos márgenes del turbulento río electoral comarcano.

En ese game también influirá el reacomodamiento del peronismo nacional. En la sede de calle Virgen de la Merced se regó la voz de que Manzur es el hombre del sindicalismo para pararse contra Mauricio Macri y disputarle el poder el año próximo. Muchos se pusieron felices, otros se preocuparon y algunos salieron a acallar ese griterío. Como el inefable Luis Barrionuevo, que con claridad facultativa aseveró que “tenía entendido” que “Juan” quería “repetir” en Tucumán y que no era aspiración suya pelear por un cargo nacional. Y que ello se iba a explicitar en esta provincia en el megaacto del peronismo previsto para el Día de la Lealtad, el 17 de Octubre. Justamente, para otros, esa jornada con cientos de miles de personas gritando por Perón y en contra de Macri en suelo tucumano, servirá para que los vítores eleven la figura del gobernador local. No la del cordobés ni la del salteño ni la del tigrense ni la del rionegrino que aparecieron en la foto de los autonominados jefes del justicialismo nacional no kirchnerista.

Todavía aparece todo demasiado difuso como para que pueda divisarse qué hay detrás de la neblina de crisis y reacomodamiento del Partido Justicialista Nacional. Pero el silencioso y frío horizonte del llano hiela la sangre de los dirigentes. Por eso están atentos. Observan y miden cada palabra, cada movimiento. No vaya a ser cosa que, en algún momento, por alguna jugada del destino, terminen siendo víctimas de esa nebulosa que los haga pisar en falso y caer al vacío.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios