Más de 30 días de música

Más de 30 días de música

Martha Argerich y Shlomo Mintz marcaron los puntos más altos del 58° Festival Internacional Septiembre Musical

REPERTORIO CLÁSICO Y POPULAR. El público se emocionó tanto como los casi 300 músicos en escena. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA.- REPERTORIO CLÁSICO Y POPULAR. El público se emocionó tanto como los casi 300 músicos en escena. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA.-

El domingo, en la plaza Independencia, algunos entre la multitud se ofuscaron porque querían escuchar más de Pedro Aznar. De haber consultado el programa habrían advertido que el repertorio del cierre del 58° Septiembre Musical pretendía que el que fuera por Aznar recibiese el impacto de la Sinfonía Del Nuevo Mundo, de Dvorák, y que quien asistiera a escuchar a Nahuel Pennisi en la Misa Criolla, cantara y bailara la Marcha Radetzky, de Strauss, entre otras obras orquestales universales.

Al margen de los problemas de sonido, había que valorar el armado de la Gran Orquesta Federal, con jóvenes músicos tucumanos y de todas las provincias, del Sistema de Orquestas Infanto Juveniles de Argentina y de Chile, que junto a los coros tucumanos asumieron el Concierto de Cierre con la acostumbrada batuta de Luis Gorelik.

Lo popular

Jorge Fandermole y Popi Quintero ratificaron la devoción de un teatro lleno por sus canciones. Con la paulista Monica Salmaso y su grupo sonó el samba.

En Tafí Viejo, el I Limón Rock fue una fiesta con Los Auténticos Decadentes, Los Tipitos y Miss Bolivia junto a los ídolos locales de Karma Sudaca, The Worms, Estación Experimental y Skaraway. La música criolla la aportó El Yotivenco, con su frontman Rodrigo de la Serna.

Liliana Vitale y Verónica Concomí ratificaron su calidad musical, y Belén Herrera, su tucumanidad.

La Banda Sinfónica y el Show Nostálgico engancharon al público. Litto Nebbia, con Leopoldo Deza y Pata i’ chancho midieron la distancia de Tucumán a Rosario en canciones. La rumba, madre de los ritmos caribeños, sonó con Machete Rumba y Bembé Guiné. Encantó la Orquesta Argentina de Charangos, dirigida por Rolando Goldman. Y Viviana Scaliza le puso su vozarrón al blues.

El tango netamente tucumano le sacó viruta al piso con Tangueando altaneros, de la mano de Ricardo Podazza. Antes, Grillo Córdoba propuso “Meta tango”. La banda Alem trajo el indie con su tercer disco de estudio, “Tres”. Tucubanos puso “Pura sintonía”. Y Yuca Córdoba se ratificó “Zambero”.

“Españolerías” provocó el “olé” con canciones, bailes y zarzuela. El jazz fue una cuestión bien resuelta por Leo Vera y su grupo. César Lerner y Marcelo Moguilevsky aportaron el sonido klezmer.

La danza

El Ballet de Oscar Araiz marcó el punto más alto, con su potente “Cabalgata”. El Ballet Contemporáneo bailó “Muta” y “Ensayo sobre muñecos”. En el Espacio Cultural Don Bosco se encontraron las danzas folclóricas durante dos días.

Lo académico

Capilla del Sol trajo por primera vez la música antigua colonial. Pablo Bemsch ofreció arias y canciones con un grupo de cámara.

El piano

Las teclas sonaron desde la juventud del sardo Giulo Biddau a la experiencia, la pedagogía y el virtuosismo de David Lively.

El festival empezó con una de las mejores pianistas en la historia del instrumento, Martha Argerich. Se dedicó a Franz Liszt con una obra poco escuchada, como la que recitó su hija actriz, Anne Dutoit, en tanto ella se apropió del Concierto N° 1, como sólo Argerich puede hacerlo.

La ópera

“Carmen”, de Georges Bizet, marcó la colorida apertura del festival, con Gustavo Ahualli, María Luján Mirabelli, Pablo Bemsch y Fabiola Masino luciéndose en los roles principales.

El violín

El Festival Shlomo Mintz instaló por un lado el Concurso Latinoamericano, que convocó a jóvenes violinistas a competir por premios en dos categorías, y a dar un concierto con la Orquesta del Festival. Por otro, ofreció masterclasses y elogiados conciertos de cámara liderados por el violinista ruso-israelí, junto a un dream team de músicos argentinos y extranjeros. Por último tomó carácter sinfónico, cuando Mintz primero interpretó y luego dirigió Beethoven.

Otros escenarios

Los ciclos de shows también se repartieron en El Cadillal, en el Museo Folklórico, en hogares de adultos mayores, en el Predio Ferial, la Facultad de Filosofía y Letras, la Maternidad Nuestra Señora de La Merced y en 16 localidades del interior.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios