
CREADOR INIGUALABLE. Charles Aznavour estuvo en el espectáculo 85 años. Reuters.-

Los ruidos de la Segunda Guerra Mundial aún resonaban en Europa cuando Edith Piaf lo invitó a cantar con ella y él retribuyó componiéndole canciones románticas inolvidables. Eran tiempos donde el amor debía imponerse sobre el odio, y Charles Aznavour lo sabía con claridad.
Este cantante, autor y actor, cuyo nombre real era Shahnourh Varinag Aznavourián Baghdassarian, fue el último exponente de la generación dorada de la canción romántica francesa. Un concierto en el teatro Olympia en 1956 lo ubicó en un círculo selecto junto a Ives Montand, Maurice Chevalier y Jacques Brel, por ejemplo. Ayer falleció a los 94 años, cuando acababa de regresar de Japón y tenía pendiente un recital en Bélgica. Se casó tres veces, tuvo seis hijos y era capaz de cantar en ocho idiomas, entre ellos el castellano.
Su vida sobre los escenarios comenzó en 1933, con apenas nueve años. Resistido por su baja estatura y su voz ronca, terminó siendo considerado el Frank Sinatra europeo, elogiado unánimemente por su forma de interpretar el soul y respetado por su compromiso con los derechos humanos que heredó de sus padres (también artistas), emigrantes armenios que huyeron de su país por la represión turca y colaboraron con la resistencia gala en proteger judíos en plena ocupación de Francia por el nazismo. Por este motivo fue premiado en Israel, así como Armenia lo reconoció con distintos cargos honoríficos.
En sus 85 años de carrera, escribió más de 1.300 canciones (clásicos como “Tu t’laisses aller”, “La Bohème”, “Sur ma vie”, “Du laesst dich geh’n”, “She” y “Nathalie”), vendió más de 180 millones de discos y participó de más de 60 películas (“Disparen sobre el pianista”, de François Truffaut; “El tambor de hojalata”, de Volker Schlöndorff, y “Diez negritos”, de Peter Collinson, entre otros). “El que se aburre, envejece antes. Un hombre en casa no sirve para nada. Así que sigo trabajando. El trabajo es mi vida”, decía, para justificar su cargada agenda, y alguna vez declaró que deseaba celebrar sus 100 años sobre un escenario como el cantante más viejo del mundo.
“Acompañó en las alegrías y las penas a tres generaciones. Sus obras maestras, su voz y su carisma lo sobrevivirán durante mucho tiempo”, escribió en Twitter el presidente francés, Emannuel Macron. El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, afirmó que Aznavour “creó valores universales, que acompañarán por muchos años a la humanidad hacia el amor y la solidaridad y guiarán a la gente hacia lo correcto”.







