01 Octubre 2018 Seguir en 
CAMPEÓN 1938. Este es el primer equipo de Central Norte que se alzó con la copa junto a dos hinchas mujeres.
Por Manuel Riva.-
La obtención del torneo Competencia de 1938 por parte de Central Norte hizo de la divisa ferroviaria un rival temible en aquellos años que coronaron una década de éxitos. Central Norte disputaba palmo a palmo con los dos grandes de la provincia, Atlético y San Martín. La final de aquel certamen fue protagonizada por los “negros” y Bomberos, que disputaron un encuentro parejo que se definió en el segundo tiempo. El encuentro fue apretado y terminó 2 a 1.
Nuestro diario le dio una importante cobertura y se señalaba: “la intensa expectativa reinante por el match final se puso de manifiesto en la crecida cantidad de aficionados que ocuparon gran parte de las instalaciones del estadio de All Boys”. Además se hacía hincapié en la elevada temperatura que hubo en aquella jornada que afectó el buen juego de los equipos pero no les quitó fervor a los hinchas que concurrieron a alentar a su divisa.
En otra parte de la crónica se felicitó el logro y se recordó: “desde 1934, año en que Central Norte obtuvo el título anual y de competencia, el viejo club ferroviario había visto relegada su casaca en las competiciones oficiales. Por eso ayer apenas el referee anunció la terminación del match y el score consagraba al eleven ‘cuervo’ campeón el entusiasmo desbordó en la fiel hinchada ferroviaria. Mujeres, hombres y niños, contagiados del mismo entusiasmo, vocearon con cariño el nombre del viejo club y abrazados a los jugadores siguieron vivando a la institución que tras muchos desvelos, de sacrificios, había vuelto por sus fueros, acrecentando su prestigio con una honrosa conquista”.
Comienza el partido
Las acciones comenzaron poco antes de las 16 de aquel 2 de octubre de 1938 y tras encontrar un árbitro entre el público ante la defección de Cattaneo, que había sido sorteado para impartir justicia en el match. Campbell dio el pitazo inicial y Quiroga, de los “cuervos”, cedió la pelota a Rosales quien al intentar pasarla a otro compañero fue interceptado.
Los ataques y contraataques si siguieron hasta que a los 10 minutos “Valdez despidió un fuerte tiro bajo que no pudo ser detenido por el arquero y se abría el marcador” para Central. Siguieron unas pocas llegadas de peligro, sin consecuencias en las vallas hasta que terminó el primer tiempo.
CAMPEÓN 1938. Este es el primer equipo de Central Norte que se alzó con la copa junto a dos hinchas mujeres.
La segunda parte comenzó con un leve control “rojo” pero que no se concretaba en el arco hasta que llegó el minuto 26. Un “potente disparo” de Lobo se introdujo en la valla ferroviaria. Empate. Alrededor de 12 minutos más tarde, el “cuervo” Quiroga ingresó entre los zagueros hasta depositar el balón en la red “bomberil”. No ocurrió nada más que destacar hasta el pitazo final.
Central Norte formó con Berrondeo; Olmos y Pollano; Ponce, Venica y Lifona; Valdez, Juárez, Quiroga, Rosales y Pontiveros.
Bomberos alineó a Carranza; Molina y Páez; Galván, González y Ramos Soto; Páez, Lobo, Luna, Mercado y Albornoz.
Jornada de calor
Las crónicas posteriores, que no pusieron en duda los merecimientos del campeón, expresaban: “no fue muy complaciente por cierto el tiempo con la brega decisiva ya que el calor, demasiado intenso, influyó en la concurrencia al estadio de avenida Benjamín Aráoz”.
Según la información de la época, la temperatura máxima alcanzó los 31 grados. Como puede apreciarse, el clima tucumano fue inclemente en aquella fecha como lo es hoy 80 años más tarde.
El arbitraje también generó polémica porque el colegiado nominado por el sorteo correspondiente para conducir el match, de apellido Cattaneo, “hizo la pera”. De tal manera que al faltar el juez, se debió apelar a un plan b: buscar un árbitro entre el público.
El elegido fue Campbell, opción que no fue del agrado de los dirigentes de Bomberos. Para confirmarlo, según el pensamiento rojo, apenas iniciadas las acciones un quite con cierta rudeza generó las primeras protestas: “vean qué penal no nos da, si hubiera estado Ramos llevábamos un gol ya”, gritaron los hinchas de Bomberos. Para nuestro periodista “indudablemente, Campbell no estaba preparado para dirigir el encuentro, siendo su actuación solamente discreta. Dejó pasar por alto varias infracciones y penó otras equivocaciones”.
El comentario agregaba: “si las incidencias no cobraron proporciones en más de una oportunidad, debióse más que nada a la tolerancia mutua de los jugadores”. Además reconoció que el público, “aunque impaciente por momentos”, se mostró tolerante y por eso la jornada pudo culminar con normalidad. Sin embargo consideró los errores no perjudicaron mayormente a los equipos y no influyeron en el resultado del encuentro.
La barra de mujeres
Otra curiosidad fue la presencia de “la fiel barrita femenina de Central Norte, liderada por la superhincha, doña Ramona de Tagle y formada por la flor y nata de la pibada que sigue los colores negros”.
Tras el final del torneo los “cuervos” no pudieron festejar mucho ya que la continuidad del Anual, en su segunda ronda, lo ponía frente a Atlético. Los ferroviarios mantenían la ilusión, ya que se encontraban en buena forma para seguir marcando el camino y buscaban coronarse con otro título en la temporada. Lo lograron a fines de 1938 al obtener el Anual.
NUEVA SEDE. Los cuervos inauguraron su nuevo estadio en 1953 tras dejar la zona del parque.
La final del certamen Competencia se jugó en el field de All Boys, sobre avenida Benjamín Aráoz, donde hoy funciona el Hogar Escuela Eva Perón. Ese estadio fue demolido en 1940 al finalizar también la posesión precaria del club gallego.
Intimaciones
Ya en ese entonces los ferroviarios comenzaron a ser intimados para que abandonen el lugar donde hacían las veces de local. El estadio de cemento de Central Norte, que estaba dentro de las instalaciones que ocupaba el ex aeropuerto Benjamín Matienzo en el parque 9 de Julio (donde hoy está el club Los Tarcos), era un peligro para el delicado momento del decolaje y el aterrizaje de los aviones comerciales que ya surcaban los cielos tucumanos. Las compañías aéreas pidieron que sea demolido y el pedido se volvió más imperativo porque el 9 de julio de 1940 iban a llegar a nuestra provincia 80 aviones militares para los desfiles del Día de la Independencia.
El club dejó la zona. El diputado Fernando Posse consiguió un subsidio de 25.000 pesos para el traslado que culminó con la habilitación del nuevo estadio en su actual ubicación, Thames y Marcos Paz, en abril de 1953.
El destino quiso que los estadios donde la divisa ferroviaria alcanzó la gloria deportiva fueran demolidos pocos años después. De tal manera que Central Norte y All Boys, que fueron “vecinos” durante las primeras décadas del siglo XX en la zona del parque, tras sus mudanzas, volvieron a serlo en la zona del barrio El Bosque.
DEMOLICIÓN. All Boys dejó la zona en 1940, apenas dos años después del éxito de Central Norte.
Los ferroviarios, en sus principios allá por 1911, utilizaron un campo de juego prestado por la empresa de ferrocarriles en pleno centro, donde hoy está el edificio del Correo. Tras usar el gimnasio 24 de Septiembre, como otros equipos de la época, obtuvo el terreno en la zona del parque.
La década de 1930 fue plena de éxitos para los de “negro”, al conseguir títulos en 1932, 1934, 1938 y 1939. Sin embargo pese a ello la dirigencia trabajaba en diversos flancos para obtener fondos para poder mudarse ya que en la década siguiente no se pudo dilatar más la compra de una nueva sede. Por ello, casi sin acallarse los festejos, en 1938 se organizó una serie de bailes populares “pro contribución del nuevo estadio”.
Las reuniones “danzantes” se hacían en el “amplio local de Lavalle y 9 de Julio” y se agregaba: “la simpática finalidad, unida a los prestigios que goza el club del bajo hacen presumir su éxito”.
Ilustración
El anuncio del encuentro definitorio estaba ilustrado con un gran dibujo de Sirgo titulado “El sueño de una tarde de primavera”, donde se puede ver al representante de los “cuervos” soñando con conquistar “a la amada competición” mientras que el bombero quiere aguarle la fiesta; cosa que no ocurrió.
La competencia se había presentado reñida. Los ferroviarios había eliminado a All Boys y a Argentinos del Norte, el último campeón de ese certamen. Los rojos había dejado en el camino a San Martín y a Obras Sanitarias,. Este último se había hecho cargo del poderoso Atlético Tucumán. La reglamentación del torneo estipulaba que de haber empatado en los 90 minutos se jugarían 30 más. Ante esta posibilidad, y como las canchas aún no contaban con iluminación artificial, los encuentros comenzaban poco antes de las 16 para aprovechar la luz del día.
CARICATURA. Nuestro dibujante Sirgo siempre daba una visión muy especial a los enfrentamientos y sueños futbolísticos de los clubes.
Nuestros colegas de entonces informaban que el Competencia se disputaba desde 1919, fecha de la fundación de la Federación Tucumana de Fútbol. Se destacaba: “la escuadra ferroviaria ha ganado tres veces el título máximo en 1924, 1932 y 1934. Bomberos inscribió su nombre en dos oportunidades en 1933 y 1935”. Además expresaba que en las 18 oportunidades que se había realizado el torneo hasta entonces, “All Boys, Central Norte, San Martín y San Pablo han obtenido tres veces el campeonato; Bomberos, dos; Atlético Tucumán, Talleres C.N., Central Córdoba y Argentinos del Norte han obtenido el título una vez”.
Cabe recordar que Talleres Central Norte, campeón de 1931, ya no existía como club para 1938. El primer Competencia fue para All Boys.
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