
YUVAL NOAH HARARI. Sostiene que "los humanos tienen voluntad, solo que no es libre".

La fusión de la bioingeniería y la tecnología de la información brindará a los gobiernos y a las empresas nuevas herramientas para manipular las sociedades en el futuro. Quien hace esta advertencia es el historiador y escritor israelí Yuval Noah Harari en una entrevista con la agencia de noticias DPA con motivo de la presentación en Alemania de su libro “21 Lecciones para el Siglo XXI”.
- Usted señala en su libro “Homo Deus” que la ciencia ha demostrado que el hombre carece de libre albedrío. Al mismo tiempo escribe libros para que la gente piense sobre el futuro y tome mejores decisiones. ¿Cómo explica esto?
- Los humanos tienen voluntad, solo que no es libre. No puedes escoger lo que deseas tener. Los humanos toman ciertamente decisiones, pero estas decisiones nunca son independientes. Cada decisión depende de una cantidad de condiciones biológicas, sociales y personales que uno no puede escoger a voluntad. No elegiste tus genes, tu género, tus padres, tus vecinos, tu cultura.
- ¿Qué se deduce de esto?
- La idea de que los humanos son sujetos completamente independientes que escogen libremente sus propios pensamientos y deseos es ridícula desde el punto de vista científico y peligrosa desde el punto de vista político. En siglos anteriores, el peligro era reducido porque ningún Gobierno o corporación contaba con los conocimientos biológicos y el poder informático necesarios para controlar sus pensamientos y deseos. Pero ahora, algunos gobiernos y corporaciones están obteniendo el poder para hackear y manipular a la gente.
- ¿Cuál es su advertencia?
- Trato de alertar a la gente de que son animales susceptibles de ser hackeados. Precisamente por el hecho de que la gente no es completamente independiente puedo tratar de influir en sus decisiones. ¿Y por qué importa esto? Porque algunas decisiones causan un montón de sufrimiento mientras que otras decisiones ayudan a evitar sufrimiento. La gran cuestión para mí es cómo liberarnos del sufrimiento. Una condición muy importante para evitar el sufrimiento es librarnos de las ilusiones que tenemos en cuanto a nosotros mismos.
- ¿Qué ventajas traería esto?
- Si lo entendemos podemos reaccionar de forma menos obsesiva a nuestros deseos. Los seres humanos les dan tanta importancia a sus deseos que intentan controlar y formar el mundo entero de acuerdo a sus deseos. Si entienden que sus deseos no son productos del libre albedrío entonces ojalá se dejen dominar menos por ellos. Si nos comprendemos a nosotros mismos y comprendemos nuestros deseos, tal y como son verdaderamente, el mundo será un lugar mucho mejor que si tratamos constantemente de realizar todo deseo que se nos ocurra.
- Usted argumenta que no son la conciencia ni la inteligencia las que elevan al hombre por encima del animal, sino las creencias: la religión, el dinero. ¿Cuál será la próxima historia que dé estabilidad a un mundo cambiante?
- No lo sabemos. Si lo supiésemos ya estaríamos creyendo en esto. Una historia ficticia funciona bien siempre y cuando se piense que es realidad.
- Usted predijo que la fusión de biotecnología e inteligencia artificial daría a luz a una nueva forma de ser humano. Y que habrá una elite que tratará al resto como hoy tratamos a los animales. ¿Cómo se frena esta evolución?
- Tenemos que entender mucho mejor la mente humana. Los gobiernos, las corporaciones y los ejércitos emplearán una tecnología para mejorar las capacidades que necesitan y al mismo tiempo descuidarán otras necesidades humanas. Por ejemplo, los gobiernos y las corporaciones probablemente alentarán el desarrollo de la inteligencia y la disciplina mientras que tendrán escaso interés en desarrollar la empatía o la espiritualidad.
- ¿Y eso qué quiere decir?
- Hemos criado vacas dóciles que producen enormes cantidades de leche pero son mucho menos ágiles que sus antecesoras. Ahora estamos creando humanos que funcionan como chips eficientes, pero que a duras penas desarrollan el potencial humano. Podríamos perder gran parte de nuestro potencial humano sin siquiera ser conscientes de que lo teníamos.







