Rugby, pero sin óvalo y sin scrum

Prácticamente todos los deportes convencionales que se practican en el mundo admiten una o más variantes adaptadas para personas con discapacidades físicas. El fútbol para no videntes o el tenis en silla de ruedas son sólo dos ejemplos de una larga lista de disciplinas que desde hace ya más de 50 años tienen sus propios Juegos Olímpicos. En el caso del rugby también es posible encontrar ciertas modalidades adaptadas, como el rugby para sordos o el Quad Rugby. Por lo general, la mención de esta última suele provocar una reacción escéptica: ¿es posible jugar al rugby en silla de ruedas? Sí, es posible. De hecho, aunque muchísima gente no lo sepa, la disciplina lleva practicándose ya desde hace tres años en Tucumán. Creer o reventar.

En realidad, se trata de un “sí” condicionado. Lo cierto es que, más allá de su denominación, lejos está de ser simplemente rugby practicado en silla de ruedas. El Quad Rugby se trata más bien de un híbrido que combina elementos de varias disciplinas, como el básquet, el vóley o el handball, y que prescinde de los más característicos del rugby convencional, como la pelota ovalada, las haches y el scrum. Ni siquiera es necesario pasar la pelota hacia atrás. ¿Por qué se lo denomina “rugby” entonces”?

“Más que nada, por los valores que intenta transmitir”, explica Bruno Fernández, médico traumatólogo, quien hace tres años dio inicio a la práctica en la provincia de una disciplina que conoció a raíz de una desgracia: en 2013 un accidente lo dejó cuadripléjico, y durante su rehabilitación en el instituto Fleni se enteró -a través de otro paciente que lo practicaba- que existía el Quad Rugby. “Me gustó mucho la idea. Me parecía una muy buena forma de rehabilitación, así que cuando volví a Tucumán empecé a contactarme con gente que estuviera interesada y empezamos el proyecto”, cuenta Fernández, ex jugador de Lince.

Uno de los que se subió a la idea de Bruno desde el principio es Cristian Couvell, terapista ocupacional. También se sumaron Joaquín María (terapista) y Fabricio Schiavo (profesor de Educación Física y estudiante de Psicomotricidad), quienes integran hoy el staff de entrenadores.

Desafío

Martín Castro tiene 40 años, y hace 17 sufrió la fractura de la sexta y séptima vértebra tras una mala caída mientras se bañaba en un río. Desde entonces, tuvo que aprender a darse maña en la vida cotidiana con las limitaciones físicas de la cuadriplejia. “Quería darle más movilidad a mi cuerpo y buscar algún objetivo. Hace un tiempo me llegó la invitación de Bruno para practicar y me sumé. Lo veía como algo que podía ayudarme en mi rehabilitación, ya que no tenía mucha fuerza en las manos y acá se hacían muchos ejercicios con los brazos. Sinceramente, quedé impactado: no imaginaba que este juego podía ser tan dinámico”, confiesa Martín, de Tafí Viejo.

Hace un par de semanas, Quad Rugby Tucumán recibió la visita del seleccionado argentino en el marco de una jornada organizada por la Dirección de Inclusión Social de la Municipalidad capitalina, que incluyó clínicas sobre el deporte y un amistoso en el Complejo Ledesma, donde se entrena el equipo tucumano. “Nos enseñaron cosas que nos sirven como equipo, nos explicaron cuestiones reglamentarias y errores a corregir. Fue una gran experiencia”, destaca Martín.

“Fue un orgullo haber contado con la presencia de la Selección y del árbitro internacional Diego Ceballos. Es muy importante que el rugby sobre silla de ruedas siga desarrollándose en Tucumán”, instó Josefina Fariña, directora de Inclusión de la Municipalidad.

Dónde y cuándo

Quad Rugby Tucumán se entrena miércoles y sábados, de 19 a 21, en el Complejo Ledesma (25 de Mayo 971). Para mayor información se puede consultar en Facebook (Quad Rugby Tucumán) e Instagram (quadrugbytuc).