Cada vez más personas de la tercera edad se animan a emprender

La historia de Sara Lía Tolosa sonará fuerte esta semana, durante la XIII edición del Congreso “Tucumán Emprende”, que organiza la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (Unsta). Se reunirán emprendedores de todo el país en nuestra provincia con diferentes actividades. Tanto la docente de Concepción como los relatos de otros emprendedores demostrarán algo que se viene observando hace tiempo: que no solo los jóvenes tienen buenas ideas. Tampoco es necesario pertenecer al rubro tecnológico para concretar proyectos. Cada vez hay más personas adultas que se lanzan a cumplir un sueño de tener un negocio propio, bajo la bandera de la pasión.

Es el caso de Ofelia Irene Albornoz de Marchetti (61) y su esposo Atilio Marchetti (61), ambos jubilados. “Algo teníamos que hacer”, confiesa ella, que durante muchos años fue docente. A pocos metros de la plaza principal de Simoca decidieron abrir el hospedaje El Portal, ya que en el pueblo no hay muchos lugares para alojarse, según cuentan.

“Empezamos con dos habitaciones y ahora tenemos ocho. Por suerte nos va muy bien. La gente que viene y nos conoce quiere volver”, resalta Ofelia. Además tiene un vivero y cocina pan casero para servir el desayuno a los turistas. Su marido, que tiene una discapacidad visual, es el encargado de armarles el itinerario a los turistas que quieran conocer Simoca y todo el sur provincial. “Como él era camionero, conoce toda la zona”, resalta. Además de estar entretenidos y sentir que hacen algo productivo, lo más apasionante del emprendimiento que llevan adelante es que están cumpliendo un sueño: “ser sus propios jefes”.

No hay edad

“Para emprender no existen edades”, asegura una y otra vez Eduardo Ricobelli, director general de Extensión y Relaciones Institucionales de la Unsta y uno de los promotores del ecosistema regional de emprendedurismo.

Según el experto, los tiempos que corren (vivimos cada vez más años) hacen que emprender en la tercera edad sea algo esencial. “Si siempre tuve un sueño, es una edad en la que puedo concretarlo, hacer algo que me guste y que al mismo tiempo me permitirá tener un ingreso adicional”, resalta.

No es difícil ser emprendedor, destaca. Pero necesitamos algunos condimentos. “Lo fundamental es tener una idea que necesitamos madurar. El segundo componente importante es la pasión y el tercero es la acción. Si no logro poner en acción una idea no podré concretar nada. Y ahí lo importante de capacitarse para conocer las estrategias a seguir y entrar en alguna red de ayuda, de contactos, para que el proyecto crezca. Para concretar algo hay que ser muy persistente. El mundo del emprendedurismo requiere de varias pruebas y errores. No hay que desanimarse. Hay que confiar en nosotros mismos y ser observadores, siempre mirar a nuestro alrededor. Eso nos permite ver las problemáticas y necesidades, esos huecos en los que se puede beneficiar un emprendimiento”, resalta.

Ricobelli define a Tucumán como tierra de emprendedores. Destaca todos los relacionados con el turismo y con la producción pecuaria. “La jerarquía de los proyectos tucumanos es impresionante. En estos 13 años nos sorprenden cada día más”, recalcó.

Por la situación económica actual, según sostiene, se torna imprescindible impulsar emprendedores que puedan generar nuevos productos que permitan mejorar nuestra economía.

El experto detalló que más de 2.580 personas pasaron este año por los talleres de “Unsta emprende”. En Tucumán recientemente se conformó el ecosistema emprendedor: son alrededor de 20 instituciones que se unieron para ayudar, formar y promocionar emprendedores. En el marco de este trabajo se hará el primer registro de emprendores tucumanos.