Gerard Pommier: “El mercado de las drogas convierte la vida normal en enfermedad”

A diferencia de quienes suponen que el psicoanálisis solo opera sobre la vida privada de las personas, Gerard Pommier asegura que la disciplina fundada por Sigmund Freud puede - y debe- dar respuestas a la vida de la gente que vive en sociedad; a la crisis de esa “polis” que es el tema que lo traerá a Tucumán, donde participará en la primera semana de octubre en el VII Congreso Internacional de Convergencia “El psicoanálisis inserto en la polis. Fundamentos, prácticas, política”.

En un intercambio por correo electrónico con LA GACETA, el psiquiatra y psicoanalista francés, quien fuera discípulo y paciente de Jacques Lacan, destaca que el siglo XXI es “el siglo de la revolución femenina”, señala las tensiones que esa revolución ha generado -y sigue generando- en un mundo, dice, signado por guerras en las que se mueve el ancestral poder de dominación y por negocios como la medicalización excesiva, que no hacen más que adormecer los síntomas de los niños y de los adultos que padecen el “malestar” de este planeta en crisis. Pero en algo es optimista: la revolución femenina, afirma, terminará también liberando al varón.

- ¿ Por dónde se expresa hoy en este tramo del siglo XXI el “malestar de la cultura”?

- El malestar en la cultura se expresa hoy de una manera mundial. Se expresa del modo más violento en los guerreros que ponen en escena la religión en todas partes del mundo, en ciertos atentados en Buenos Aires, en China con los Ouïgours, en los atentados djihadistas en todas partes del mundo dentro del djihad, tapando a las mujeres (con su velo), mutilándolas. Sorprende constatar que en los Estados Unidos los ataques análogos se producen con los movimientos de “Incels” (célibes involuntarios) que provocan atentados análogos a los de los djihadistas, porque, dicen, no soportan que las mujeres se permitan una vida libre como la que ellos no tienen. Hay numerosas analogías entre los asesinatos de masas perpetrados en las escuelas de USA y la revuelta adolescente de muchos djihadistas. A un nivel más global, se libra una guerra económica feroz, que sufre particularmente la Argentina. No es solo por los beneficios que esas guerras se libran, pues cuestan mucho dinero: ellas son hechas por el placer y el sadismo de la dominación. Y es deber de los psicoanalistas hacer públicos estos motivos inconscientes. Es el deber político de los psicoanalistas, pues el “malestar en la cultura” es sexual.

- Ante síntomas de estos tiempos, como la ansiedad, la angustia, el pánico, aparece en la Argentina el exceso de medicalización..¿ Qué opina usted al respecto?

- El deseo humano no es jamás satisfecho. Él está en falta siempre. Para calmar este sufrimiento o para atreverse a tomar lo que quiere, él tendrá necesidad de vino, de droga, o de medicamentos. El mercado de las drogas es el segundo comercio mundial. Es normal estar un día deprimido, al día siguiente contento. Es normal llorar en el trayecto de un duelo. La nomenclatura americana DSM (nomenclatura del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría) transforma la vida normal, con sus altibajos, en enfermedades, con el fin de vender siempre más medicamentos. Es particularmente grave, en lo concerniente a los niños, que son drogados desde muy temprana edad con la ritalina, más para probar/ensayar que para ayudar a escuchar sus problemas. En nuestra época existe un modo de coronar esas dificultades de la vida: es el psicoanálisis, pues la mayor parte del tiempo, los problemas están ligados a los recuerdos de infancia que permanecen sin solución. Nosotros somos los enemigos de los mercados de medicamentos, que matan el deseo sin atenderlo, transformando la existencia en una vida de sonámbulo.

- La portada de su nuevo libro: “Lo femenino, una revolución sin fin”, es elocuente: un rostro de mujer que remite a la iconográfica foto del Che. ¿A qué atribuye que esta “revolución” de lo femenino haya estallado ahora?

- Ha sido una buena idea del editor de haber puesto un rostro de mujer sobre la célebre foto del Che Guevara. Cada revolucionario que se rebela rechaza ser arrastrado como las mujeres lo han sido desde el comienzo de la historia humana: humilladas, golpeadas, solo reconocidas cuando devienen madres, si no, consideradas brujas y quemadas de a miles; o bien, libradas a la prostitución. Marx ha escrito que las mujeres han sido las primeras proletarias, bien antes del comienzo de la lucha de clases, que es más reciente. La “lucha de clases” comenzó en 1789, en Francia. Hay en lo femenino un principio de rebelión constante que no se somete jamás. Su rebelión comienza en el seno de la familia, cuando salen de allí: ellas impugnan la permanencia del poder usurpado del jefe de familia, que hace de ella una esclava. Es un principio revolucionario universal. Es bien una idea digna de la Argentina, gran país del psicoanálisis, de tener concentrada en una fotografía la figura del Che Guevara, y de la mujer eterna, eternamente rebelada.

-¿ Cómo está posicionando el varón ante este empoderamiento femenino?

- Hoy los hombres pueden comenzar a formularse preguntas cuando las mujeres se rebelan y hacen valer sus derechos. Delante de la belleza de las mujeres, que es la obsesión universal de los deseos de ellos, quedan en realidad muy pequeños. Son niños. Y desde el comienzo de los tiempos, para reforzar su virilidad, no encontraron otra solución que los golpes, avasallar, prostituir. Con las prostitutas están tranquilos, porque las prostitutas no gozan. Con ellas, ellos no tienen que hacerse la pregunta acerca de ¿qué es un hombre?. Esos pobres hombres no tienen más protección que devenir padres, y no formularse más la pregunta. En el fondo, si las mujeres se liberan de sus cadenas, será un gran progreso para ellos. Será una liberación.

> Psicoanalisis y polis
Invitación a pensar la relación entre ambos
El VII Congreso Internacional de Convergencia “El psicoanálisis inserto en la polis. Fundamentos, prácticas, política” se desarrollará entre el 4 y el 6 de Octubre en el Hotel Catalina’s Park de Tucumán.  Confirmaron su presencia psicoanalistas de diferentes países, como Brasil, Uruguay, Francia y España. Las instituciones que organizan el Congreso son: Escuela de Psicoanálisis de Tucumán, Grupo de Psicoanálisis de Tucumán y Trieb, Institución Psicoanalítica, en representación de las 34 Instituciones Psicoanalíticas del mundo miembros de Convergencia. El movimiento organizador, que realiza cada tres años un congreso internacional en distintas ciudades de Europa y de América, invita a interesados a participar de este encuentro donde, se anticipa, se pensarán cuestiones que hacen al psicoanálisis y la polis.