Dos (o tres) por un sueño

Si la Justicia Federal de Tucumán fuese de carne y hueso, estaría restregándose los ojos, sin lograr discernir si lo que ve es cierto o si alucina. En tan sólo un mes, esa institución donde parece que “nada nunca cambia” sufrió tres o cuatro temblores, uno más intenso que el otro. Los sismos incluyeron una coincidencia llamativa: el fallecimiento con diferencia de horas de un camarista, Ernesto Wayar, y de Jorge Parache, un ex juez imputado por supuestos delitos cometidos mientras manejaba el despacho Nº1. Al drama y misterio de la muerte le había precedido la decisión de cubrir los baches que impedían la operación de la Cámara Federal de Apelaciones con la incorporación de dos vocales precarios, el funcionario Jorge David y el abogado Hernán Frías Silva. Cuando algunos ya se preparaban para suplencias sin sobresaltos, llegaron noticias “shockeantes” de Buenos Aires: las primeras designaciones de jueces de Cambiemos.

Más de un miembro de esa tribu judicial quedó despeinado cuando se notificó de que el macrismo había optado por Edgardo López Herrera para uno de los cargos de camarista. López Herrera lleva más de una década esperando su oportunidad: Alperovich se cansó de vetarlo en la órbita provincial; Cristina Kirchner hizo otro tanto en la federal. Un príncipe del foro lo define como un profesional que asusta a la dirigencia acostumbrada a codearse con la magistratura y a tratarla como un apéndice. El destino de López Herrera está alineado con el de Argentina: concursó sin ilusionarse porque hasta noviembre de 2015 la vocalía que había dejado libre Graciela Fernández Vecino parecía tener el nombre y apellido de Daniel Bejas, todavía juez federal N°1. Pero después de tantos reveses llegó un golpe de suerte: Macri ganó las elecciones y desbarató las expectativas -de toda clase- ligadas a la continuidad del kirchnerismo.

Así como en 2010 la ex Presidenta había preferido a Bejas para el Juzgado Federal N°1 y descartado a López Herrera, la semana pasada el Presidente optó por López Herrera para la Cámara Federal y descartó a Bejas. Es más que un vaivén de la historia porque, si la designación recibe el visto bueno del Senado, el nuevo camarista tendrá que revisar las resoluciones de primera instancia, incluidas las del juez N°1.

En el foro anotan la reivindicación a López Herrera en la cuenta de Silvia Elías de Pérez. Dicen que la senadora radical se empeñó a fondo para evitar que Macri cayese en la tentación de nombrar a Bejas para “entregar” una vocalía al peronismo y, de paso cañazo, liberar el juzgado que organiza las elecciones nacionales en Tucumán, salida que era vista con agrado por el sector afín al diputado José Cano. Elías de Pérez aseguraba abiertamente que no iba a permitir esa negociación. Sus disidencias con quien fue abogado de José Alperovich y apoderado del Partido Justicialista no tienen retorno. La senadora quería cobrarse algunas deudas pendientes relativas a la investigación de la corrupción y, además, dar un mensaje de independencia. “Bejas es uno de los garantes de la impunidad”, había dicho Elías de Pérez en diciembre, cuando, después de cuatro años de trámite, el juez N°1 se desprendió de la causa “Más Cerca”. Por cierto, la revisión de este fallo se prolonga en la Cámara Federal.

Si lo de López Herrera despistó a más de un entendido, lo de Martín Abdala generó un mar de interrogantes: ¿será que para entender estas decisiones hay que esperar a la resolución de la terna para la apetecida Cámara Electoral, donde Bejas también es candidato? A Abdala se lo creía fuera de juego por conflictos de su vida privada que habían trascendido, pero ahí está, a un paso de convertirse en camarista. Macri podrá decir que en ambos casos se atuvo a la regla del primer ternado -el que demostró mayor idoneidad-, pero en la Justicia nadie esperaba que decidiera con tanta autonomía y algunos conjeturan que a Alperovich no le disgustaría el nombramiento de ese abogado inconfundible que es Abdala: debe ser el único que se anima a la cabellera afro.

Las dos designaciones formalizadas podrían completarse con una tercera. José Manuel Díaz Vélez, histórico secretario de la Fiscalía Federal N°1 a cargo de Carlos Brito, sería el candidato más firme para el Juzgado N°3. Tal vez este postulante tenga más ganas que ninguno de establecer una diferencia con el orden institucional existente luego de haber sido ninguneado por la Justicia Legítima de Alejandra Gils Carbó. Díaz Vélez conoce al detalle la cocina tribunalicia, y quién es quién en el mundillo que debe investigar el narcotráfico, el lavado de activos, las evasiones tributarias y los manejos irregulares de fondos públicos nacionales: por algo le dirán “El Topo”.

López Herrera, Abdala y la perspectiva de Díaz Vélez introducen una inestabilidad inesperada en un ámbito que tiende a ser funcional al statu quo. Un príncipe del foro definió al trío como la pesadilla de los poderosos que creían tener la vaca atada, cuyo reverso es el sueño de los que aguardan justicia e igualdad ante la ley. Un abogado imaginativo invitaba a pensar el escenario con las claves de la Corte de la Nación. Y razonaba que si Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, dos ministros nombrados por Macri, lograron desplazar a Ricardo Lorenzetti de la presidencia del máximo tribunal argentino, entonces López Herrera y Abdala, otras dos invenciones judiciales del Presidente, también podrían romper la hegemonía que Ricardo Sanjuán mantiene en la Cámara Federal. “Así como Rosatti y Rosenkrantz ganaron el voto de una mujer, Elena Highton, López Herrera y Abdala deberían lograr el de Marina Cossio”, añadió para completar el ejercicio analógico. Es futurología pura, pero la posibilidad asoma en el tablero y podría ir más allá. ¿Qué pasaría si los dos (o tres) jueces nuevos se decidiesen a luchar en serio contra el crimen organizado? No sería la primera vez que la Justicia Federal se da vuelta, como acredita el “efecto pedagógico Comodoro Py”. Tampoco sería la primera vez que en Tucumán la renovación de magistrados implique un cambio de nombres y no un cambio institucional verdadero.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios