La lectura como un modo de imaginarse una vida

La lectura como un modo de imaginarse una vida

Travesía que vincula autobiografía y literatura

UN ESTILO PERSONALÍSIMO. Pauls se aparta de los excesos y su ensayo se caracteriza por la concisión. UN ESTILO PERSONALÍSIMO. Pauls se aparta de los excesos y su ensayo se caracteriza por la concisión.
02 Septiembre 2018

CRÍTICA

TRANCE

ALAN PAULS

(Ampersand - Buenos Aires) 

El curioso título -Trance- elegido por Alan Pauls para este glosario sobre la lectura, se vincula con el texto de la contratapa: “La lectura es transfusión de sangre, shock, eléctrico, posesión”. El libro forma parte de la colección Lecturas en la que ya han participado Noé Jitrik y Sylvia Molloy, entre otros. Con su peculiar estilo, Pauls nos invita a una travesía que vincula autobiografía y literatura. Aunque escrito en tercera persona el toque personal es notorio: “Los escritores leen, piensa. Les da lo que quieren (un hacer) para quedarse él, en secreto, invulnerable con lo que él quiere (un gozar)”.

El ensayo se aparta de excesos y se caracteriza por la concisión. Nos encontramos con las sombras de Borges, Barthes y Piglia. Una especie de recorrido por conceptos relacionados, organizado como diccionario, con más de 30 entradas. La lectura es un modo de imaginarse una vida. El autor destaca dos conceptos: la lectura precoz y la lectura de otros. Allí está el origen de todo lector cuando alguien le lee (padre, madre, maestra etc.). La primera experiencia de lectura cuando aún no se puede leer. “Para mí ver películas y leer libros es lo mismo. No hago ninguna diferencia, aunque leo menos basura de la que estoy dispuesto a ver. Es raro que lea cosas que no haya elegido, pero el cine te prepara más para ver cualquier cosa. Para gozar de cualquier cosa. Hablo del efecto que tuvo para mí 2001: Odisea del espacio, que vi cuando se estrenó acá, de la que no entendí absolutamente nada y que me marcó como ninguna otra película”.

Hay lecturas que sacuden y des-ubican y otras que promueven lo contrario. Con énfasis señala: hay que dejar que los niños lean cosas que no son para ellos y que vean cosas que no son para ellos. Es más interesante darle a leer a un niño algo accesible de un autor para adultos que meterlo en un nicho. Para Pauls la literatura tiene mucho más que ver con inventar un mundo, que con contar una historia. Señala su carácter anacrónico y extemporáneo, que hace de la continuidad su única condición de existencia. Un libro que permite acercarse al autor como lector avezado.

© LA GACETA

CARMEN PERILLI

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