Una arquitecta tucumana proyectó una facultad de Artes y ganó un premio internacional

Una arquitecta tucumana proyectó una facultad de Artes y ganó un premio internacional

Se trata de Natalia Giménez, quien realizó el diseño en el último año de la carrera.

EL PROYECTO. Así luce parte del diseño que realizó Giménez y que fue premiado en la Universidad de Morón. EL PROYECTO. Así luce parte del diseño que realizó Giménez y que fue premiado en la Universidad de Morón.
21 Agosto 2018

Una facultad de Artes con talleres de oficios en la ciudad de Esquel (Chubut) fue el proyecto que desarrolló durante su último año de cursado en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Con esa propuesta, que proyecta unos 20.000 metros cuadrados cubiertos, la tucumana Natalia Giménez ganó el primer puesto en el Congreso Latinoamericano de Arquitectura CLA-TIL organizado por la Universidad de Morón. Su puntaje fue de 2.57 (3 puntos es la calificación superior).

El concurso abarcó a Latinoamérica, España, Italia y Portugal, y contó con una etapa virtual, en la cual se evaluaba la información enviada y luego se realizaba una selección para ir a defender el proyecto en Buenos Aires. De esa instancia participaron 60 personas de distintas ciudades y países.

“El tema fue elegido después de realizar una encuesta en uno de los colegios de la ciudad, donde se vio la falencia en cuanto a las necesidades de estudios de grados en la Patagonia: el 50% se veían condicionados en la elección de su carrera por la escasa oferta educativa de la zona. Allá tienen más ofertas de carreras de las ciencias naturales o las humanidades. No de Arte. Viajan a Córdoba, Buenos Aires o Mendoza a estudiar”, comentó la arquitecta de 27 años. También se basó en la información de los censos, que demostraban que los jóvenes tenían que emigrar para continuar con los estudios universitarios.

Se animó a participar del concurso, que el año anterior ya lo habían ganado un grupo de tucumanos, por las positivas devoluciones que le hicieron sus docentes Patricia Rodríguez Anido, Miguel Mansueto y Abel Tannure. “Me dijeron que era un proyecto con mucho potencial para un concurso y muy bien resuelto en el tiempo que tuve para realizarlo: lo hice durante el último año de la facultad”, describió.

ARQUITECTA. Natalia Giménez. ARQUITECTA. Natalia Giménez.

En el 2014, también con los mismos docentes y mientras cursaba quinto año, concursó en el Taller Virtual de las Américas, organizado en Estados Unidos. También allí se llevó el primer puesto, compartido con una compañera, Mariana Méndez. El proyecto se trataba de un hotel con espacios comerciales, centro de conferencias y apartamentos residenciales. El proyecto se encontraba ubicado en el centro de la ciudad de Indianápolis. Todo el concurso se llevaba a cabo de forma virtual, el cual también era de incumbencia latinoamericana.

- El verde se ha apoderado de los proyectos arquitectónicos. Tu proyecto tiene mucho.

- El terreno era de un poco más de 50.000 metros cuadrados. Era mucha superficie para un proyecto que a mí me llevó un año hacerlo. Entonces una solución fue agregar parques. Y otra cosa que tuve en cuenta es que Esquel tiene un reglamento que te exige una cantidad de verde determinadas.

- ¿Cómo ves a Tucumán respecto de ese tema?

- En Yerba Buena, por ejemplo, si construís, en la vereda tenés que plantar un árbol cada cinco metros. Es como la única exigencia, además de la relación sobre la superficie construida y el terreno. Hay reglamentación, pero no muchos le hacen caso. Esquel es una ciudad que mantiene y respeta los bosques nativos, tiene identidad, como todas las ciudades de la Patagonia, lo que le falta bastante a la nuestra; no se respeta el patrimonio. Hubo una movilización social grande con la casa Sucar, si no nos quedábamos sin algo que nos identifica. Todo eso me llevó a mantener en mi proyecto un sector medio de verde amplio, para que la ciudad no pierda esa característica.

- ¿Cómo describirías a tu proyecto?

- Es un proyecto muy grande: de 20.000 metros cuadrados cubiertos. Se desarrolla en dos alas principales, vinculadas por pasarelas. De ellas surgen volúmenes intermedios y da la sensación que están volando. Atrás puse las aulas de los oficios, que requieren aislación acústica. Todos estos volúmenes sueltos se vinculan por pasarelas. En la parte pública incorporé el acceso al primer piso por una rampa y llega a un mirador. También incorporé una pista de patinaje sobre hielo, una cancha de fútbol y un parque, para darles alguna actividad a los vecinos, que se sientan parte del proyecto.

- ¿Qué alcance tiene este concurso?

- Creo que es meramente satisfacción personal. Aunque, como vincula Latinoamérica, Italia, España y Portugal, pude compartir tiempo y conocer distintos pensamientos.

- ¿Qué resaltás de la universidad donde estudiaste?

- Soy una agradecida de la universidad pública. Los docentes fueron muy buenos. De hecho, fueron ellos los que me animaron a concursar. Además, nuestra universidad siempre se lleva algún premio o mención en este concurso. Siempre se habla bien de ella.

Comentarios