20 Agosto 2018
Romina Candia Flores, de 32 años, decidió hacerse una liposucción. Ahorró $50.000 para conseguirlo y se lo realizó. Sin embargo, un mes después murió.
DESGRACIA. Romina tenía 32 años y era mamá de tres niños. FOTO TOMADA DE MINUTOUNO.COM.
La mujer, mamá de tres hijos, se operó en la Clínica Matienzo, del barrio porteño de Belgrano, un lugar que no estaba habilitado para ese tipo de cirugías.
Antes de someterse a la operación, Romina había realizado una dieta que le permitió bajar ocho kilos y los estudios prequirúrgicos le habían salido bien.
El cirujano, Armando Donati, la había convencido de que la liposucción era la mejor opción para lograr un tratamiento efectivo. Ahora está imputado por mala praxis.
En medio de la cirugía, la mujer entró en shock hemorrágico. Tras de 8 horas salió del quirófano. Estaba hinchada, tenía los ojos morados y seguía inconsciente, según los familiares. Agregaron que el médico les aseguró que los síntomas eran totalmente normales y que no debían preocuparse.
Sin embargo, la mujer no tenía ninguna mejoría, los médicos decidieron trasladarla al hospital Güemes. Allí murió el 16 de diciembre del año pasado.
El cirujano fue imputado la semana pasada por "homicidio culposo.
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