Amado Boudou, el primer vicepresidente condenado a prisión

Amado Boudou, el primer vicepresidente condenado a prisión

Antes del fallo, el ex funcionario afirmó que el poder económico no le perdonó la estatización de las AFJP.

Amado Boudou Amado Boudou REUTERS
08 Agosto 2018

El fallo tuvo una repercusión mundial inmediata. Y no es para menos. Se trata del primer vicepresidente de la historia argentina condenado a cárcel por corrupción. Así lo determinó ayer el Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 al condenar a cinco años y 10 meses de prisión a Amado Boudou, en el marco del caso Ciccone. Lo hallaron culpable de los delitos de negociaciones incompatibles con la función pública y cohecho. Después de la lectura de la sentencia, el ex vicepresidente quedó detenido y luego enviado al penal de Ezeiza.

El tribunal, integrado por los jueces Pablo Bertuzzi, Néstor Costabel, María López Iñiguez y Jorge Gorini, no hizo lugar a ninguno de los pedidos de suspensión y nulidad planteados, por motivos diversos por la defensa de Boudou para posponer el veredicto, y le impuso, además, una multa de $ 90.000 e “inhabilitación perpetua” para ocupar cargos públicos.

El cuerpo dispuso que la prisión sea efectiva de manera inmediata, al igual que para el amigo y socio de Boudou, José María Núñez Carmona (condenado a 5 años y medio), y del empresario Nicolás Ciccone, antiguo dueño de la empresa, (cuatro años y medio), en este último caso que cumplirá de manera domiciliaria.

Alejandro Vandenbroele, titular de The Old Fund y acusado de haber sido testaferro del ex vicepresidente, recibió una condena de dos años en suspenso y deberá realizar durante 3 años tareas comunitarias no remuneradas en una institución de bien público.

Rafael Resnnick Brenner, ex jefe de asesores de la AFIP, y Guido Forcieri, ex funcionario del Ministerio de Economía, también fueron condenados a 3 años y a 2 años y medio en suspenso.

Por otra parte, los jueces ordenaron la extracción de testimonios de la sentencia para averiguar la posible comisión del delito de falso testimonios de dos testigos y de la posible participación en los hechos del empresario de Mar del Plata, Rodolfo Martín Usuna.

Ultimas palabras

Antes del veredicto, Boudou ejerció su derecho a “las últimas palabras” para negar las acusaciones y afirmar que el juicio “tuvo cosas extrañas desde el comienzo”. Fue el último en enfrentar los micrófonos del tribunal (antes los habían hecho Ciccone y Núñez Carmona). “Jamás negocié por mí ni a través de terceros el 70% del paquete (accionario) de Ciccone”, sostuvo. “El supuesto del cohecho no tiene ningún asidero ni ningún vínculo con la prueba, porque no existió”, resumió.

Luego agregó: “Vandenbroele explicó que la empresa era de empresarios, que supuestamente él había escuchado que yo tenía un acuerdo con esos empresarios, que no dijo cuál era ni cómo lo sabía, ni qué forma tenía, pero el propio Vandenbroele dijo que el cohecho no existió, que no hubo un traspaso ni una negociación entre (Nicolás) Ciccone y mi persona, ni por mí ni a través de terceros”.

En ese tramo, envió un velado mensaje a los integrantes del Tribunal. “El periodismo tiene un rol muy importante, pero no es la Justicia de la República Argentina. Ni aunque sea muy hábil el periodista, nunca puede ser un testigo. El testigo oye, percibe, ve…, pero no cuenta lo que le cuentan”. Además de esas controversias legales planteadas por esas situaciones “extrañas” del caso, Boudou también cuestionó las razones políticas de su persecusión. Vinculó el caso Ciccone a una “venganza” por su decisión de estatizar las AFJP. “De hecho -dijo- hay varios funcionarios actuales, y en cargos relevantes, que tuvieron roles jerárquicos en aquellas AFJP” que quedaron fuera del sistema con las reformas durante el gobierno de Cristina Fernández.

“Hay una cuestión de revancha de clase, también hay una cuestión de aleccionar: que nadie se atreva a intentar cambiar las cosas”, apuntó. “Los políticos que caminan por el carril que los poderosos deciden, caminan sin problemas. Los políticos que deciden transformar la realidad son perseguidos inicialmente de forma mediática y después por el sistema de administración de leyes”, concluyó Boudou.

Este fue el segundo fallo contra el ex vicepresidente. El primero fue por la falsificación de documentación para transferir un auto Honda, en el que fue absuelto. Pero Casación ordenó un nuevo juicio oral. Boudou y Núñez Carmona ya habían estado presos 70 días. Fue de noviembre de 2017 a enero, en la causa por presunto enriquecimiento ilícito.

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