Cartas de lectores
23 Julio 2018

PARQUE NACIONAL ACONQUIJA

La aprobación de la ley de creación del Parque Nacional Aconquija, por la Cámara de Diputados, el 4 de julio pasado, ha motivado numerosas notas de beneplácito en LA GACETA, pero deseo, en honor a la verdad histórica, aclarar algunos puntos. El proyecto original de la creación del mencionado parque (que incluía también las Cumbres Calchaquíes), al regreso de la democracia, se originó en los expedientes del diputado nacional Jorge Víctor Chehín (MC), acompañado por legisladores de las provincias de Tucumán, Salta y Catamarca. Nuestra Constitución, Art.124, último párrafo, expresa: “Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio”. Por ello, era necesario la cesión de las tierras por parte del Estado provincial. Ante la imposibilidad jurídica de crear el Parque desde la Nación, se optó por solicitar la cesión de las tierras, para crear áreas de protección y manejo de los recursos naturales. El 27 de septiembre de 1984 se realizó en la Cámara de Diputados de la Nación, una audiencia pública para tratar la iniciativa que contó con la presencia y apoyo de organizaciones ambientalistas, ecologistas de todo el país, investigadores del Instituto Miguel Lillo, y la presencia de los propietarios de las tierras donde se proponía el área de protección. “La unanimidad de los pronunciamientos operó a favor de la constitución de un parque nacional en el sistema del Aconquija”, consignaba LA GACETA en una nota al día siguiente. Sin dejar de lado la importancia de este proyecto, su tratamiento y la labor previa importantísima del ingeniero Chehín y los legisladores que lo acompañaron por la concreción de este Parque Nacional Aconquija, anhelo de generaciones de tucumanos.

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María Elisa Boue

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“EL CASO GARDEL”

Norberto Ignacio Regueira escribió el libro “Caso Gardel” y este es el comentario que de él hizo Ricardo García Blaya: “El mito no se contrapone a la persona o al artista, pero pertenece a otro cosmos, surge y se desarrolla en el imaginario de los hombres, transitando por arterias que no entienden de documentos, ni de leyes, ni de precisión alguna. Se nutre de verdades de fe, de sueños, que convierten en verdades la fantasía de los anhelos frustrados. Por este motivo, el mito nunca puede ser considerado un caso, algo posible de ser investigado. Es en este marco que se comienza a construir la leyenda donde lo racional y objetivo se rinde ante la pasión, haciendo inútil la lógica de la ciencia, que intenta reunir los elementos documentales que sustenten tal o cual acontecimiento. Si a esto sumamos las políticas surgidas a partir de intereses económicos, ya no se trata ni del hombre ni del mito, sino del uso de la falacia del mitómano para satisfacer los sueños de un pueblo sin ídolos. El episodio en el que Carlos Gardel obtiene un certificado en el Consulado de Uruguay en Buenos Aires, es descripto con la perfección de un reloj y lo califica como una estratagema cuyo objetivo era la obtención de la ciudadanía argentina. El autor tiene el mérito de analizar los asuntos más controvertidos, privilegiando la documentación fehaciente a los argumentos subjetivos de la memoria. Resulta por demás ilustrativo lo referido al Gardel empresario y sus cualidades para la negociación con las grandes empresas. Cuando parecía todo escrito sobre Gardel, aparece esta obra, que brinda un valioso aporte para consolidar la verdad histórica de nuestro artista.

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Luis Salvador Gallucci

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LEY DE ABORTO (I)

¿Se puede estar embarazada y apoyar la legalización del aborto? Por supuesto. Estamos hablando de las mujeres que desean ser madres, de las que no desean serlo, de las que ya lo son y no quieren volver a serlo. Los foros en las redes sociales dejan mucho que desear, no sólo por las barbaridades que se dicen, si no porque en varios casos se habilita a cualquier propaganda antiderecho. Nadie propone obligar a abortar. Eso han hecho y siguen pensando en hacer los votantes de varios partidos políticos locales. Lo que la ley plantea es garantizar un aborto seguro y en el hospital a las mujeres que así lo decidan.

Alejandra Schwartz

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LEY DE ABORTO (II)

Es preocupante la parcialidad con la que se viene presentando la discusión sobre la legalización del aborto. He observado un gran número de artículos y entrevistas a dirigentes de instituciones relacionadas con la medicina, en los cuales se califica a aquellos como “referentes de la salud de nuestra provincia”. Tales son los casos de las autoridades del Colegio Médico de Tucumán y la Facultad de Medicina. Es necesario aclarar y destacar que los cargos que ellos ocupan son políticos, y nada tienen que ver con sus cualidades y jerarquía como médicos o docentes de medicina, más allá de que las mismas puedan ser respetables. Por el contrario, son representantes de prestigiosas instituciones que han promovido siempre la salud tucumana desde la perspectiva de Salud Pública y, sin embargo, se rehúsan completamente a proponer la discusión sobre la legalización del aborto desde dicho enfoque, anteponiendo sus pareceres filosóficos y/o religiosos a su posición como agentes de la sanidad. Es por eso que les pido a ellos la justa imparcialidad que la sociedad tucumana merece, al poner en sus manos la responsabilidad de influir sobre las decisiones a tomar en términos de futuro para la salud de nuestra provincia.

Guillermo Golcman

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RESTOS DE UN NAUFRAGIO

Hombres y mujeres con sabiduría, faltos de egoísmos y vanidades, dejaron para los pueblos conceptos claramente definidos respeto de irrenunciables bienes de las sociedades libres: escuelas y universidades. Sus pensamientos siempre son citados. Sin embargo, un 51% (algunos tardíamente arrepentidos, pero sin pedir disculpas) los esquivaron y optaron por los del directorio nacional (PROCambiemos) fundamentalistas de la mentira, fanáticos del cinismo y de la hipocresía, cuyo pensar y decir (crónica de un despojo anunciado) fue este. “Escuelas, universidades, ¿para qué tantos? Científicos, ¿para y por qué?” Con la timba financiera como método decían: “trabajo, trabajador, jubilados, salarios, ¿qué es eso?” Datos suficientes. ¿Cuántas neuronas precisa la criatura para captar sus intenciones? Llevando a cabo su plan ideológico, sin errores y sin desorientaciones, lograron todo. Para ellos, ¡por supuesto! Sólo basta leer los informes financieros sobre el saldo de sus cuentas bancarias y patrimonios familiares. PROCambiemos y sus CEO están dejando al borde del abismo a muchos y despeñando a muchos más. Cualquier moneda vale más que la nuestra. ¿Qué será de los animalitos que figuran en los billetes; se salvará el yaguareté mimoso? Esta grave situación tiene responsables. Algunos provienen de la lectura y escritura. Ignoraron el pensamiento de Manuel Belgrano, Víctor Hugo, Emanuel Kant, y de muchos más, apadrinando al directorio con su prédica. Por ahí andan Fernando Iglesias, Juan José Sebrelli, Santiago Kovadloff, Marcos Aguinis. Siempre en sus escritorios, de espalda a sus bibliotecas repletas de libros. ¡Qué metáfora! Darle la espalda a los libros. El poder real, el mercado depredador, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) no quieren escuelas. Pues de ahí surgen quienes pueden cuestionarlos o interpelarlos. Responsables son los que viven de la política: instalaron la no-política (los CEO) Sergio Massa, Felipe Solá, Luis Barrionuevo, Graciela Camaño, José Manuel de la Sota, etcétera, peronistas que hicieron campaña en contra y aconsejaban no votar al kirchnerismo. Miguel Ángel Pichetto, Diego Bossio, Juan Manuel Urtubey, que con el verso de la institucionalidad, están detrás de PROCambiemos. De Julio Bárbaro y Carlos Campolongo, es mejor no opinar. Son los restos de un naufragio.

Hugo Vallejo

Manuel Estrada 3.850
San Miguel de Tucumán

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