Cartas de lectores

Escasez de monedas

Es común observar, en estos últimos tiempos, en los locales comerciales, transportes públicos de pasajeros, vendedores ambulantes, entre otros, que al abonar un importe el mismo se redondea a una cifra superior por falta o escasez de monedas. El cobrador pensará que unos centavos de más no van a incidir (en el presupuesto de quien paga esa cifra), pero si a esos centavos les sumamos (los que no perciben) todas las personas que abonan, esa cifra pasa a ser considerable, más aún teniendo en cuento que el billete de $ 2 dejó de circular. En esta época de crisis, la Casa de la Moneda de la Argentina, por intermedio del Gobierno Nacional, debe tener en cuenta la situación descripta y no seguir asfixiando los bolsillos flacos de los trabajadores.

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Jacinto Barrionuevo

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Polémica por las veredas rotas

Con sorpresa leo la carta del lector José Divizia, sobre mi propuesta constructiva respecto a las veredas en San Miguel de Tucumán. Sin dudas confunde a la persona, ya que no soy propietario de ningún edificio en las arterias mencionadas. Y si fueron edificios nuevos, tuvieron veredas nuevas. Además, mezcla un tema con otro. Por si no sabe, las pérdidas cloacales externas de un edificio o vivienda, son responsabilidad de la SAT (Sociedad Aguas del Tucumán), a la que le recomiendo que se dirija por los reclamos correspondientes. Los consorcios o propietarios nada pueden hacer.

Daniel Mas

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Deficiente barrido y limpieza

Desde hace más de dos meses, en algunas calles que desembocan en avenida Belgrano, alturas entre el 1.900 y el 2.100, como Alberti, Thames, Paso de los Andes y otras, el servicio de barrido y limpieza brilla por su ausencia. Lo que no brilla, sino que entristece, es la inmundicia acumulada en ellas. Averiguando la causa de esta situación, un barrendero que presta servicios únicamente sobre la avenida me comentó que quien tenía a su cargo esas tareas es ahora delegado gremial por ante la empresa titular del servicio, por lo que ya no lo ven en su antiguo trabajo. Por lo expuesto, exijo que los responsables solucionen esta situación a la perentoria brevedad.

José Luis Allori

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La pobreza

Es difícil callar cuando programas políticos nos someten a un estilo de vida donde unos pocos tienen estrellas y muchos viven estrellados. El caso de la señora Gómez y sus hijos, se repite de una forma u otra en distintos puntos de la Provincia; la falta de trabajo, de atención social, de vivienda, también les sucede a muchos matrimonios y familias mayores con magros haberes que tan solo les alcanzan para vivir 15 días al mes; y lo que más me asusta son las declaraciones del ministro de Desarrollo Social de la Provincia, diciéndonos que Tucumán no tienen programa habitacionales. Recuerdo que en 2017 se llamó a licitación 1,000 viviendas para Capital, 400 viviendas para Famaillá, 400 viviendas para Concepción y 150 viviendas para La Madrid, obras auspiciadas por La Nación y La Provincia. ¿Qué pasó? Mucha gente del rubro de la construcción quedó sin trabajo, no cortaron calles ni rutas porque ellos saben lo que es el golondrina, el hambre, la miseria, el descarte y aman la paz. El 60% de las empresas constructoras están acéfalas; algunas cerraron sus puertas en forma definitiva y las pocas que trabajan son amigos del gobierno de turno. Sabemos que la situación económica es difícil debido a la inflación inventada por el hombre usurero. Tucumán y el país tienen capitales que prefieren salir a invertir afuera llevándose materias primas y cerebros. Tucumán necesita urgente realizar un censo general, invitar a capitales argentinos honestos para que inviertan en producción y fuentes de trabajo, coordinando con los municipios para programar un nuevo comercio de progreso y promover asistencia social con hábitat y vivienda -digo esto porque estamos recibiendo hermanos inmigrantes y a los nuestros los estamos olvidando-; solicitar a las instituciones como el INTA que reactiven los programas de microhuertas familiares porque el hombre debe volver al campo; colegios secundarios y universidades deberían trabajar con programas de capacitación formando al alumno e instruyendo a la población en general, colaborando así para que el ciudadano viva mejor. A los señores políticos les pido de corazón que miremos la bandera celeste y blanca porque todos nosotros somos hijos de Dios, vivimos en Argentina y el sol sale todos los días, germinando a las semillas que siembran en la vida y así también llegará la luz a la sombra de la pobreza.

Pedro Pablo Castaño

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Buenos Aires del ´40

El tango tuvo momentos brillantes, lugares que deslumbraban ofreciendo noches que los amantes de nuestra música se deleitaban al compás de las orquestas del momento. También tuvo bajones y tristeza, como después de la muerte de Carlos Gardel, cuando quedó rebotando entre paredes mustias. Algunos le extendieron certificado de defunción y hasta lo pasearon por la avenida Corrientes (en Buenos Aires) como empujándolo a ese lugar donde se acaban todos los vivos, el cementerio de la Chacarita. Pero en el ‘37, Ciriaco Ortiz libera a los músicos de su orquesta. Uno de los bandoneonistas era Aníbal “Pichuco” Troilo y el que aporreaba el dientudo un cajetilla pintón, Orlando Goñi, quien asiste categóricamente ante Troilo para que forme la orquesta. “Pichuco” no pensaba en semejante aventura, pero “El Pulpo” no cesaba en su cometido y hasta puso dinero para la causa. Así fue que el 1 de julio de 1937, en una noche fría, debuta matando en el Marabú de la calle Corrientes con la voz del tano Fiore (Francisco Fiorentino). Mientras, Juan D´Arienzo con Biagi (Rodolfo) al piano triunfa en El Chantecler, el cabaret más importante del mundo, tanto que tenía hasta pileta de natación. Su presentador, El Príncipe Cubano que invitaba así: “Vamos Buenos Aires, levantad y venid al tango, vamos Río de La Plata, levántate y baila”. En las puertas mismas del ‘40, el tango vuelve a tallar en la noche porteña, que ya vislumbraba como una década de oro para el tango. En el Palermo Palace tocaba Ricardo Tanturi, en El Nacional, “La Catedral del Tango”, El Chicharra Pugliese; en el Marsoto, una orquesta desconocida que nació de un carozo hace delirar a los concurrentes: era Alfredo de Ángelis, mientras en el fútbol “la máquina de River Plate” integrada por Juan Carlos Muñoz, José Manuel Moreno, Adolfo Pedernera, Ángel Labruna y Félix Loustau hace soñar a un país y el “Pocho” (Juan Domingo Perón), desde el balcón, llena la Plaza de Mayo: “Buenos Aires del ‘40, si te dejaran volver”.

Julio Mohfaud

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Las cartas para esta sección deben tener un máximo de 200 palabras, en caso contrario serán sintetizadas. Deberán ser entregadas en Mendoza 654 o en cualquiera de nuestras corresponsalías haciendo constar nombre y domicilio del remitente. El portador deberá concurrir con su documento de identidad. También podrán ser enviadas por e-mail a: [email protected], consignando domicilio real y N° de teléfono y de documento de identidad. LA GACETA se reserva el derecho de publicación.

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