“No me limito para expresar la vida”

“No me limito para expresar la vida”

José Luis Aguirre es uno de los compositores más importantes del folclore contemporáneo

MÚSICA DE RAÍZ. José Luis Aguirre juega a romper los moldes al componer. prensa MÚSICA DE RAÍZ. José Luis Aguirre juega a romper los moldes al componer. prensa
14 Julio 2018

ÚNICA FUNCIÓN

• A las 22 en el Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265).

El lugar en el mundo de José Luis Aguirre es Valle Paravachasca, una zona serrana de su Córdoba natal. En ese entorno natural compone, construye su familia y sus relaciones y se proyecta como uno de los creadores actuales más importantes del folclore argentino contemporáneo.

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El músico se presentará esta noche en el Centro Cultural Virla, acompañado por Federico Seimandi (contrabajo) y Lucas Millicay (percusión), un formato acotado de su quinteto en el que recupera una vieja estructura. La visita servirá para presentar sus tres discos: “Pinturas del pago chico” (lanzado en 2008, dos años antes de ganar el premio Revelación del Festival Nacional de Folclore de Cosquín); “Gajito i’ luna” (de 2013) y “Amuchado” (2017).

Aguirre no tiene celular. Atiende en el teléfono de su productor, porque no quiere que nada lo saque de su tranquilidad. “Estoy en las afueras, en la parte rural cordobesa. Voy y vengo de mi valle a Traslasierra, es mi pequeña patria. Soy una persona que vivo en el paisaje, me gusta escuchar el silencio, disfrutar de los lugares donde todavía se oyen los trinos de los pájaros, con calles sin asfaltar donde transita la familia. Me permite volver a la madre tierra original”, confiesa.

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El artista señala que, así como otros construyen casas o trabajan la huerta en ese lugar propicio, él hace canciones: “es mi ámbito natural y fecundo, siempre viví en esa zona y es donde me siento cómodo porque me permite reponer energías; a donde voy, llevo el paisaje que me rodea y así poder decir mis propias cosas, mis vivencias que se vuelven poesía y melodías”.

Aguirre no se limita al folclore en su faz compositiva. “En este tiempo hay mucha accesibilidad a la información, y uno se ve influenciado por distintos estilos. Me gustan todos los ritmos, no creo en los estantes separados, sino en la música genuina. Tomo todo lo que me interesa, sea cumbia, vals, cuarteto o zamba, aprovecho lo que haya a mano para expresar la vida, no me limito. Juego a romper los moldes”, reconoce.

Más allá de su libertad musical, se lo identifica como parte de la renovación folclórica argentina, aunque no se sienta cómodo. “Más que algo nuevo, lo mío es la continuidad de lo que se viene haciendo desde hace muchos años. Me gusta llamarlo ‘música de raíz’, que viene desde lejos. Yo llevo dos décadas de trabajo arduo y duro, con mucho tiempo dedicado a ver qué se hizo antes para poder construir desde allí concienzudamente. En el último tiempo se han notado más los resultados, pero sólo es porque se visibiliza ahora. Cada época tuvo sus referentes, pero todos son parte de la música popular argentina; somos simplemente un brotecito más, con la idea de transmitirlo a otros”, aclara.

“Me enorgullecen mucho mis discos, con canciones originales de autor que hablan de lo que me rodea, incluyendo la lucha social que nos toca encarar en este tiempo”, concluye.


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